MyTO

Pedro Sánchez que estás en los cielos

«Sánchez se ha situado exactamente en las antípodas de González: mucho ordeno, mucho mando y cero de persuasión»

Opinión

Pedro Sánchez que estás en los cielos.

  • Fundador y Director General de la compañía de consultoría estratégica Redlines.
    Ha dirigido campañas electorales tanto en España como en diversos países de América latina, y es analista político habitual en diversos medios de comunicación.
    Es autor de los libros : «Guía práctica para abrir Gobiernos» (Goberna, 2015), «Otro Gobierno» (Algón Editores 2012), y «Open Government – Gobierno Abierto» (Algón Editores, 2010).
    Le encantan los platos de cuchara, sufre con cada partido del Athletic de Bilbao y no se pierde un concierto de Los Planetas.

No, querido lector, a pesar de las apariencias y del titánico esfuerzo realizado para armar el trampantojo y hacerlo mínimamente creíble, lo que celebró el PSOE el pasado fin de semana no fue el aniversario de la histórica victoria de Felipe González en 1982, sino algo bien distinto: el enésimo intento fallido de Pedro Sánchez de elevarse a sí mismo a los altares de la historia, encaramándose a las bravas y sin complejo alguno sobre los hombros de Felipe González y de toda su generación. Un grupo de gigantes políticos que transformó nuestro país y consiguió en poco más de una década que los españoles pudiésemos volver a mirarnos al espejo no solo sin complejos, sino hasta con cierto orgullo.

Titánico digo, y creo que me quedo corto, porque estamos ante una operación de imagen que hubiera causado rubor incluso al comisario de agitación y propaganda de la extinta URSS encargado de eliminar a Trotski, Zinoviev, Kamenev y tantos otros de las fotografías oficiales tras su caída en desgracia. Solo que en esta ocasión, en lugar de recortar disidentes se ha optado por añadir a capón a Sánchez (y a ZP) a las icónicas ilustraciones que realizó el dibujante José Ramón para las elecciones 1977, convirtiendo de paso la maravillosa imagen coral de aquella campaña- Felipe rodeado de gente de diversas profesiones- con la que el PSOE de entonces trataba de simbolizar su cercanía al ciudadano de a pie, en una suerte de triunvirato trucho con la que Sánchez, en otro triple mortal con doble tirabuzón, pretende ahora hacer creer al respetable que es el depositario de la legitimidad histórica de un proyecto político cuya esencia en realidad ha subvertido.

Y es que no puede haber dos políticos más antagónicos que  Felipe González y Pedro Sánchez y no hablo solo de que Felipe pusiera siempre los intereses del país por delante de los de su partido y ambos antes de los suyos propios, sino también de los modos de conducirse de uno y otro. 

«Lo que celebró el PSOE no fue el aniversario de la histórica victoria de Felipe González en 1982, sino el enésimo intento fallido de Sánchez de elevarse a sí mismo a los altares de la historia»

Mientras Felipe mandó poco y persuadió mucho consiguiendo que la sociedad española fuera cómplice de su proyecto de modernización, Sánchez se ha situado exactamente en las antípodas del sevillano: mucho ordeno, mucho mando y cero de persuasión.

Mientras González (con 202 diputados) se fajaba a diario para seducir, persuadir y tratar convencer tanto a su partido como al parlamento y a toda la sociedad española para que le acompañasen en su proceso de transformación,  Sánchez (con 120 escaños, 82 menos que González, que se dice pronto) ni siquiera se molesta en buscar complicidades más allá de las subastas que monta con nacionalistas e independentistas cada vez que necesita su apoyo en el parlamento. 

Pero la cosa no acabará aquí, en los próximos meses asistiremos al magno estreno de un documental hagiográfico realizado Ad Maiorem Pedri Gloria y pagado a escote con nuestros impuestos en el que estoy seguro que se ensalzará como corresponde la figura del que sin duda ha sido el gobernante más providencial de la historia de nuestro país y principados adyacentes desde Don Pelayo.

Y demos gracias a los dioses de que no tengamos en España un monte Rushmore, que si no, no duden que ya habría cuadrillas de escultores cincelando su pétreo rostro en la granítica ladera de alguna montaña nevada.

Alfonso Guerra da plantón a Sánchez en el mitin por el 40 aniversario de la victoria de GonzálezAlfonso Guerra da plantón a Sánchez en el mitin por el 40 aniversario de la victoria de González
5 comentarios
  1. ToniPino

    Además del diferente carácter y personalidad de Felipe (así se le llamaba entonces) y Sánchez, a estos dos socialistas les ha tocado gobernar en dos contextos radicalmente distintos. Felipe, con sus errores, abusos y corrupciones, pudo llevar a cabo sus políticas de modernización y mejora del estado del bienestar y las infraestructuras sin necesidad de alianzas con partidos separatistas y radicales.

    Sánchez es lo suficientemente carente de escrúpulos como para ejecutar aquello a lo que, nos guste o no, estaba abocado el PSOE si quería gobernar, que no es otra cosa que crear esa criatura tóxica que es Frankenstein y aplicar políticas nefastas para España. No olvidemos que fue Rubalcaba, representante del socialismo clásico, quien acuñó el término “Frankenstein”. Ese es el mejor indicativo de la diferencia entre el PSOE felipista y el PSOE sanchista. En medio está el PSOE zapaterista, un antecedente del sanchismo.

  2. LuisdeTal

    En las antípodas no, solo es un, o unos, o muchos pasos más allá.
    La sociedad española del ‘82 no hubiera permitido un comportamiento tan desvergonzado como el de Sánchez, pero todo esto resulta de la evolución natural del sistema que resulta de esta maldita constitución.

Inicia sesión para comentar