El Legislativo amordazado
«¿Quién amordaza al Legislativo sino el Ejecutivo, cuando asume funciones que le corresponden a aquel y aprueba 132 decretos-ley en cuatro años?»
Este miércoles por la tarde, en el Senado, el presidente del Gobierno acusó a Alberto Núñez Feijóo de «enmudecer a las Cortes». Personalmente, hubiera preferido que utilizara el verbo «amordazar», por ser consecuente con el léxico empleado en los últimos días por los suyos, pero esperar cualquier dosis de consecuencia en Pedro Sánchez, aunque sea léxica, es una ingenuidad. Es igual, enmudecer, amordazar, el sentido de la acusación es el mismo, y lo venimos escuchando desde que el Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso de amparo presentado por el Partido Popular ante una infeliz iniciativa legislativa del Gobierno.
Desde que el lunes a última hora el TC anunciara la paralización de las enmiendas, el discurso oficialista tensó aún más la conversación. Los ministros y portavoces de Podemos volvieron a ser la kale borroka tuitera que acostumbran cuando la realidad les niega la razón. Ellos agitan el árbol y los ministros «sensatos» recogen las nueces fingiendo compostura institucional y llamando a la calma. Recuerdan a esa secuencia de El niño de Chaplin, donde el pequeño se dedica a romper cristales a pedradas para que, minutos después y frente a los ojos de una desesperada mujer, apareciera Charlot con un cristal nuevecito, listo para ser instalado. ¡Un negocio redondo! Pero el fondo de las declaraciones -a pedradas o en atril institucional- son las mismas.
«Que el Grupo Socialista no tenga las mayorías necesarias para hacer nombramientos al gusto no es responsabilidad del PP»
Insisto sobre las declaraciones porque hemos hablado mucho sobre actos y tentativas: reformas ad hoc del Código Penal, rebaja de mayorías cualificadas para infiltrarse en los contrapoderes, nombramientos de dudosa imparcialidad… Pero estos actos han de suceder en un ecosistema adecuado y, por tanto, revestirse de un discurso justificatorio: «Hacemos lo que hacemos porque la derecha está atenazando la democracia». De esta manera, lo que en realidad es un asalto se viste de contraofensiva. No pretendo exonerar de responsabilidad en esta crisis al Partido Popular, pero que el Grupo Socialista no tenga las mayorías necesarias para hacer nombramientos al gusto no es responsabilidad del PP, y en ningún caso justifica los cambios en las reglas del juego democrático.
El discurso oficialista anuncia un momento oscuro. Como la peor propaganda política, es una mezcla de proyección, hipocresía y luz de gas. Acusan al TC de amordazar al Parlamento cuando el TC ha suspendido cautelarmente un procedimiento precisamente por estimar que se había vulnerado el derecho de participación de los parlamentarios. Es decir, el TC no es quien ha amordazado al legislativo, sino quien ha velado por que no fuera amordazada una parte de su composición. ¿Quién amordaza al Legislativo sino el Ejecutivo, cuando asume como propias funciones que le corresponden a aquel? ¿Quién amordaza al Legislativo, sino quien aprueba 132 Decretos-Ley en cuatro años? Para que calibren la desproporción, Felipe González aprobó 129 en 13 años y medio. Mayor es la luz de gas que alumbra el acatamiento de la Constitución. ¿Qué credibilidad tienen las exigencias del Gobierno cuando sonríe ante quienes más la han agredido?