MyTO

¿Desinflamados? Al contrario

«El poder, el ansia de cargos, ha corrompido a los socialistas catalanes y, cuando tienen influencia en el PSOE, también ha corrompido políticamente a éste» 

Opinión

Oriol Junqueras.

  • Desde siempre me ha gustado leer y escribir. En el Derecho he
    encontrado el rigor del método y en el periodismo el gusto por la
    literatura. Prefiero hacer reflexionar al lector que convencerle. Me
    considero racionalista, liberal y socialdemócrata.

Parece ser que Pedro Sánchez está persuadido de que la situación en Cataluña se ha «desinflamado», por utilizar sus propios términos. Lo repite una y otras vez con tono triunfalista y lo atribuye a su política de apaciguamiento consistente en conceder los indultos a los condenados por el fallido golpe de Estado de 2017, suprimir el delito de sedición (equivalente en la práctica a una amnistía para quienes fueron condenados) y la rebaja de penas en el delito de malversación. No estoy seguro de que los deseos de Sánchez coincidan con la realidad, más bien pienso todo lo contrario. Y no es una intuición, menos aún un deseo, son hechos y razones. Vamos a examinar unos y otras.

El 8 de enero pasado, el ministro Bolaños declara que la tensión que se vivió en Cataluña y en España en 2017 «ya es historia», una opinión indiscutible pues de ello hace más de cinco años. Pero añade: «El proceso soberanista ha terminado (…), eso no lo dice el Gobierno de España ni lo dice el PSOE, lo dicen los líderes independentistas». Y prosigue Bolaños: para el Gobierno «se ha pasado página» y hoy el futuro es «el entendimiento, es que seamos capaces de mirarnos a los ojos y de buscar lo que nos une. Y, en este camino, avanzar». 

Por estas declaraciones, la portavoz del Gobierno de la Generalitat Patricia Plaja ha tildado a Bolaños de «provocador» y la portavoz de ERC Marta Vilalta le ha replicado, desde un atril oficial y de forma solemne, con estas palabras que reproduzco en su integridad porque no tienen desperdicio.

«El Gobierno de España se equivoca con su interpretación de la situación, de la realidad. En este sentido [debo] decirle al Gobierno del Estado español que el independentismo no ha desaparecido, que seguimos vivos, que seguimos aquí. El movimiento para construir una República catalana, y una mayoría aún más amplia, quiere votar nuestro futuro como pueblo y no hay una situación de normalidad en Cataluña. La normalidad existirá  cuando podamos decidir, cuando no exista la represión política por defender lo que defendemos los independentistas. Este es el primer mensaje al Gobierno español».

«Y segundo mensaje. Es evidente que en ERC estaremos, como siempre hemos estado, en todas las movilizaciones, manifestaciones y reivindicaciones que nos permitan defender cuál es nuestro proyecto. Nuestro proyecto es defender una República catalana que garantice los derechos y libertades para todo el  mundo. Y, por tanto, estaremos también el día 19 de enero [el día de la cumbre hispano francesa que se celebrará en Barcelona] para defender esta República catalana, para defender la autodeterminación, para defender la amnistía y para recordarle al Gobierno español y también al francés que no hay una situación de normalidad en Cataluña y que la situación de normalidad será el día que podamos votar libremente nuestro futuro colectivo y que se termine la persecución política a todos aquellos que defendemos un futuro mejor a toda la ciudadanía». 

Estas palabras, este proyecto, no es el de Puigdemont y de su partido, de las asociaciones más radicales del independentismo (que sostienen lo mismo), sino que es el de Esquerra, el partido que gobierna en solitario la Generalitat y es socio parlamentario del Gobierno español en el Congreso. Es el partido con el que Bolaños espera entenderse, mirarse a los ojos y buscar lo que les une. La respuesta del Gobierno de ERC ha puesto en ridículo al ministro de la Presidencia. 

«El aparente pragmatismo de ERC acabará cuando los sondeos otorguen más votos al Junts de Puigdemont»

Podría alegarse que todo es una escenificación necesaria para empezar un diálogo que debe concluir en un fructífero acuerdo que no conduciría ni a la independencia, ni a la autodeterminación ni a la República. También lo dudo y, tras el relato de los hechos, ahí van mis razones.

Primero, ERC es un partido cuyo objetivo es la independencia de Cataluña y nunca ha mentido sobre esta cuestión -como sí lo hizo CiU- desde 1989. Para alcanzar este fin todos los medios son legítimos, también la mentira como táctica. Lo expliqué con más detalle en un artículo reciente.

Segundo, el PSC, con la excusa de que se autodenomina «Esquerra», blanquea su objetivo último y considera que es un partido de izquierdas, por tanto, un justificado aliado. Desde el año 2000, el PSC ha sido el «colaborador necesario» en la deriva hacía las posiciones independentistas del conjunto de las fuerzas políticas catalanas, con mucha menos legitimidad moral que ERC. El poder, el ansia de cargos políticos, ha corrompido a los socialistas catalanes y, cuando tienen influencia en el PSOE, también ha corrompido políticamente a éste, como es el caso actual. 

«En Cataluña no hay una oposición relevante por la dimisión del PSC de encabezarla»

Tercero, la pugna entre ERC y Junts, el partido de Puigdemont, hace que ERC esté maniatado para no dar la apariencia de que es menos nacionalista. Así sucedió hace veinte años, cuando de una «reforma» del Estatuto de 1979 se pasó a un «nuevo» estatuto, sin tener ni idea hacia donde conducía todo aquello pero como un «nuevo estatuto» parecía más nacionalista que una simple «reforma» se optó por esto último con el objetivo de no perder votos. La frivolidad es un elemento para entender las posiciones de los políticos. Ahora estamos en situación parecida: el aparente pragmatismo de ERC acabará cuando los sondeos otorguen más votos al Junts de Puigdemont y empiece otra espiral sobre quien es más nacionalista.

En medio de todo esto, y de ello no se es consciente en el resto de España, especialmente en el mundo político madrileño, entre los catalanes no nacionalistas cunde el pánico. En Cataluña no hay una oposición relevante por la dimisión del PSC de encabezarla: lo que desean los socialistas catalanes es gobernar en los ayuntamientos y en la Generalitat y, para ello, han escogido la opción de formar un nuevo tripartito con ERC y los Comunes de Ada Colau. El desastroso final de Ciudadanos ha dejado un hueco difícil de llenar. No olvidemos que en las últimas elecciones autonómicas el porcentaje de votantes fue del 51% frente al 79% que dio el triunfo a Arrimadas en las anteriores de 2017. El vacío es enorme. De momento, hay desencanto entre los no nacionalistas. 

¿Desinflamados los catalanes como dice Pedro Sánchez? Nada de eso. Los nacionalistas dispuestos a ganar de nuevo por incomparecencia del contrario y la colaboración socialista. A menos, claro, que surja un partido que suscite las esperanzas hoy fallidas que en su momento infundió Ciudadanos.

17 comentarios
  1. BarseMad

    Bueno, lo de siempre del PSC, el monaguillo de los nacionalistas y separatistas. Espero que Valents, consiga entrar en el Parlament y en el Congreso, si viviera en Cat (soy catalan), sería al partido al q votaría para que mi voto no fuera de segunda categoría y en Madrid se negociara con los nacionalistas a mi costa.

  2. danif

    Muy buen artículo.
    Decía Tamames que ZP era un iluminado rodeado de ineptos. Bolaños está en ellos pero no sé con qué calificación.
    La pérdida de seguimiento social del movimiento independentista proviene , principalmente, no de Sánchez que lo está revitalizando, sino del fracaso del Govern y de que la población comienza a tomar conciencia de que la responsabilidad procede de que lo está dirigiendo la clase más inmadura, incompetente, irresponsable y extractiva de la UE.
    El 4 de marzo de 2021, centenares de entidades catalanas ( entre ellas La Vanguardia, el Grupo Planeta, Foment, el Círculo de Economía , CaixaBank, B Sabadell ………….) se solidarizaron con el manifiesto ¡Basta ya! contra la degradación de Cataluña. “Reclamamos un Gobierno que defienda la economía productiva, el empleo y el Estado de bienestar; que sitúe la recuperación económica y la cohesión social como su objetivo principal; que mantenga el orden, es decir, que garantice el libre y pacífico ejercicio de los derechos y libertades para todo el mundo, y el normal funcionamiento de las instituciones; y que dé seguridad jurídica “.
    Es el retrato de un “gobierno fallido”, ya que la Generalitat ha fracasado en aspectos fundamentales de los ciudadanos: economía, bienestar social , derechos y libertades, seguridad jurídica..
    Dada la insostenibilidad del estado , el ajuste del gasto público más intenso y próximo de lo que pensamos, nos obligarán( el voto de los acreedores) a un nuevo modelo » sostenible» ,diferente al que actualmente tenemos. Entonces tendremos que volver a la obligación que nos comprometimos y no debimos abandonar, ajustar nuestro régimen autonómico a las funciones que tendrán las autonomías después del proceso de unificación . La presión interior y sobre todo, la exterior ,pueden provocar cambios imprevistos.
    Al PSC como al resto de políticos catalanes , especialmente , del montón » sin oficio» la clave son los sueldos.» . Y su lema «La independencia nos hará ricos, aunque no a todos»

  3. UnodeTantos

    de Carreras cita al PSC, menudos son estos:

    En 2012. El PSC incluyó en su programa electoral de las autonómicas del 25N de 2012 la modificación de la Constitución para reflejar explícitamente «el derecho a decidir a través de un referéndum».
    El PSC: «la salida a esta situación ha de ser a través de una consulta a Cataluña y a España [sic], de acuerdo con la ley y con el apoyo del Gobierno central. No nos engañemos: en un momento u otro, deberá haber esa consulta. (…) estamos teniendo problemas con algunos dirigentes del PSOE, pero confiamos en hacer pedagogía y que, al final, acaben asimilando nuestras tesis. De momento, ya es un paso adelante que, después de 30 años, acepten modificar la Constitución (…) es irrenunciable, aunque luego en un llamamiento a las urnas pidamos el no a la independencia».

    En 2013 M. Iceta pidió un «referéndum de independencia»: «los referéndums sobre la independencia se deben poder hacer. Y de hecho en las democracias avanzadas se pueden hacer».

    En 2014 el PSC apoyó la nueva «ley de consultas» autonómica que se sacó de la manga la Gene lazi para montarse sus butifarrèndums. Esto es lo que decía Maurici Lucena (PSC y nº2 de Illa en la sombra): «El PSC apoya inequívocamente la celebración de una consulta o referéndum que materialice el legítimo dretadecidir que pensamos que tiene Cataluña para decidir su futuro político colectivo, y esto quiere decir que querríamos que se celebrara una consulta o referéndum (…) vinculante para las 2 partes: para el resto de España y para Cataluña».

    2016. Iceta explica el programa del PSC-PSOE: «para resolver el problema del encaje entre Cataluña y el resto de España. (…) ha de culminar en la reforma constitucional federal que deberá ser sometida a referéndum».
    Abril de 2016, despacho de Pedro Sánchez: «Yo sé que Cataluña es una nación. Sé que la separación de Cataluña es cuestión de tiempo…», habrá que hacer un referéndum.

    Julio de 2018. Pedro Sánchez da la solución del PSOE al nacionalismo, que es más nacionalismo: «»la crisis tiene que resolverse con una votación (…) para avanzar en el marco estatutario».

    Marzo de 2019. Iceta explica de nuevo el programa del PSC-PSOE: «la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzar» el secesionismo «si el porcentaje de catalanes a favor ascendía al 65%».

    Junio de 2021: Salvador Illa defiende un referéndum «sobre el marco de convivencia en Cataluña».
    Julio de 2021: el consejero áulico de Iceta y experto en demoscopia Gabriel Colomé, desvela el plan: Creo que votaremos (…) Pedro Sánchez continuará. El referéndum seguramente será posible cuando Pedro Sánchez revalide la mayoría. Antes no pasará. No es posible. No es necesario provocar al electorado antes de las elecciones generales con este tema. Primero la pandemia y la economía, después la solución catalana. «.

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