MyTO

El doble socavón de la Barcelona de Ada Colau

«A lo largo de ocho años, Colau se ha convertido en una suerte de madre abadesa cuya principal misión ha sido reeducar a sus conciudadanos en una nueva moral»

Opinión

Ada Colau.

  • Escritor. Su último libro es ‘Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla’ (Athenaica, 2023).

Los finales de legislatura se asemejan a una carrera contra el reloj. De un lado, los Parlamentos cosen a toda prisa disposiciones adicionales a proyectos o proposiciones de ley en tramitación, pegotes cuyo contenido no guarda a menudo relación ninguna con la materia que se está legislando. Los motivos son de distinta índole. Desde la necesidad por parte del gobierno de turno de enmendar un error o reparar un olvido cometidos en una ley anterior, ya aprobada y sin margen de tiempo para ser revisada, hasta la exigencia más o menos caprichosa de algún grupo parlamentario integrado en la mayoría gubernamental, deseoso de quedar bien con su parroquia y marcar perfil propio ante la cercanía de unas nuevas elecciones y la obligación de asegurarse el voto fiel.

De otro lado, los ayuntamientos se dedican sin descanso a las obras públicas. Por supuesto, cuanto más grande es el ayuntamiento, más presupuesto tiene a su disposición y más obras públicas en curso. A veces se trata de terminar lo ya iniciado y a veces el objetivo se reduce a poner en marcha, en un último suspiro, lo prometido y todavía pendiente, no vaya a ser que los munícipes de la oposición les echen en cara a los gobernantes no haber siquiera emprendido tal o cual proyecto. El resultado de todo ello a meses vista de unos nuevos comicios es, ya se lo figuran, una ciudad abierta en canal.

Hace un par de semanas estuve en Barcelona. Tres o cuatro días, lo justo para patearme un poco las calles del Ensanche y el centro histórico después de una década de ausencia y otra de presencia ocasional. Más que un paseo por mi ciudad natal, lo mío fue una verdadera gincana. A las zanjas producto de las excavaciones y a las vallas que las cercaban casi sin solución de continuidad se unían una serie de indicaciones, señaladas a menudo con colorines, para que todo el mundo –coches, bicicletas, patinetes, transporte público y, de vez en cuando, transeúntes– supiera por dónde debía ir y a qué velocidad. Más allá de la incomodidad que suponía tener que preguntarse a cada paso cómo seguir adelante sin infringir las ordenanzas municipales, me llamó la atención que esa obsesión por el orden y la reglamentación no se hiciera extensiva a la suciedad de las calles ni a quienes las poblaban para menesteres de lo más diversos –dormir en un portal, cocinar al aire libre, trapichear con toda clase de productos, etc.–. Ada Colau, la alcaldesa, se ha erigido, a un tiempo, en protectora de los parias y en azote de los contribuyentes, que son, al cabo, quienes están costeando ese enorme socavón.

«Sus iniciativas han tenido en todo momento un barniz ideológico»

El otro socavón es muchísimo más pernicioso. A lo largo de ocho años, Colau se ha convertido en una suerte de madre abadesa cuya principal misión ha sido educar y reeducar a sus conciudadanos en una nueva moral. Sus iniciativas han tenido en todo momento un barniz ideológico. De izquierda, claro está, pero sobre todo de izquierda identitaria –suponiendo que a estas alturas siga existiendo alguna que no lo sea–, fiel reflejo de la cultura woke que impera en el Gobierno de España y en los de no pocos ayuntamientos y comunidades autónomas. ¿Recuerdan aquella iniciativa de creación de un Centro de Nuevas Masculinidades para luchar contra la LGTBIfobia y «enseñar que la masculinidad no es incompatible con la sensibilidad»? Nada se sabe a estas alturas de sus efectos, más allá de que lo bautizaron como «Plural». Y en el orden de acabar con la huella de un pasado malquerido, a la retirada en 2018 de la estatua de Antonio López, marqués de Comillas, empresario, banquero, traficante de esclavos, naviero y mecenas, situada desde hace décadas al inicio de la Vía Layetana, le siguió meses atrás el borrado del callejero del nombre de la plaza donde se ubicaba. Por no hablar de la más reciente de las andanzas de la alcaldesa: la suspensión de las relaciones institucionales con Israel y del hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv, en respuesta a la demanda reiterada de la comunidad palestina barcelonesa.

Claro que en este campo ideológico marcado por el odio y el rencor, siempre hay alguien que se atreve a ir más allá, aunque sea a golpe de farsa. Como informó el viernes este medio, la candidata de la CUP a la alcaldía barcelonesa, Basha Changue, hija de guineano y andaluza, ha abundado en la necesidad de reparar ese pasado negro que acabó con la efigie de Antonio López. Y ha puesto como objeto de su deseo reparador, entre otras iniciativas, la retirada de los gigantes negros de las fiestas de Santa Tecla en Tarragona. Como don Quijote y sus molinos, en fin, pero con gigantes de verdad.

Confiemos en que tanto el primer socavón como en especial el segundo encuentren remedio en quienes vayan a gobernar la ciudad durante la próxima legislatura. Aunque, tal como está el patio político catalán en general y barcelonés en particular, no se me escapa que es mucho confiar.

5 comentarios
  1. danif

    En, La Vanguardia , el 5 de diciembre pasado, en un editorial centrado en Anne Hidalgo , la alcaldesa socialista de París “ Las horas bajas de Anne Hidalgo “ aparece lo siguiente…en abril su descalabro en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas- obtuvo el 1,7% de los votos….”su gestión al frente de la capital francesa está suscitando fuertes críticas entre la oposición y muchos parisinos por la elevada deuda que arrastra la ciudad , el fracaso del sistema de alquiler de bicicletas y de patinetes eléctricos, la peatonalización de algunas zonas, la inseguridad, la suciedad de las calles y la degradación de la llamada Ciudad de la Luz”. “Pero lo que más ha enojado a los parisinos y especialmente a quienes la votaron, ha sido que Hidalgo haya roto la promesa hecha cuando fue reelegida alcaldesa en el 2020 y haya subido los impuestos municipales”” por la necesidad imperiosa..tiene casi 50.000 empleados municipales y debe pagar una factura enorme en servicios públicos. Esta subida de tasas puede acabar favoreciendo, como ya sucede en otras capitales europeas , un éxodo de sus habitantes que huyen de un centro urbano cada vez más gentrificado”.
    Parece un calco de lo que está pasando en Barcelona. Pero , también , en “ otras capitales europeas”. Claro , si son los mismos y hacen lo mismo , tendrán los mismos resultados.
    ¿ Por qué en París, el partido que gestiona ( socialista) tuvo el 1,7% de votos y en Barcelona , no ?

  2. Psilvia

    En Barcelona converge lo peor de la política, Xavier. Por un lado, el sectarismo ideológico de Colau que ha impregnado su gestión municipal y por el otro lado el sectarismo independentista del gobierno autonómico que ha politizado y eclipsado por completo la gestión de lo público. El deterioro de la ciudad se ha acelerado y magnificado en todos los ámbitos. La huida masiva de ciudadanos y empresas en estos años es el mejor indicador del declive de esta ciudad.

  3. danif

    Para entender “ los origenes “de la incompetencia de la clase política dirigente catalana ,os recomiendo “La dictadura de la incompetencia” de Xavier Roig “2.008) ( traducido)“..Los parlamentarios catalanes provenientes del sector público no son de nivel alto… Ahora, de gente que ha trabajado en «cuestiones sociales», culturales y solidarias.. hay de todos los tamaños y de todos los colores. ¿cómo quieren ustedes que las leyes que promulgan determinados parlamentos sean las que una sociedad moderna necesita? Nuestra sociedad no sólo debe encarar los fabulosos problemas que plantea la globalización, también debe encontrar soluciones para superar un montón de situaciones complejas que se le presentan cada día y que son cada vez más retorcidas.¿De verdad creen que estos parlamentos aprobarán fácilmente reformas de la función pública que se adapten al individuo libre e independiente ¿ A alguien le ha pasado por la cabeza , aunque sea por la antesala del cerebro, que un parlamento de este tipo pueda dictar leyes capaces, de estimular la competitividad , de asegurar una educación libre que fomente el espíritu crítico e inconformista, de defender los intereses de las empresas y de los trabajadores no de los puestos de trabajo, que es la obsesión del funcionario y su internacionalización y movilidad?…. .“Pues bien, estamos ante un Parlamento – el de Cataluña, por ejemplo- que no sirve y es peligroso. ¿De qué me sirve tener parlamentarios de derechas y de izquierdas si no hay ninguno que sepa hacer las leyes que necesito, porque no tienen ni idea de lo que necesito ?

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