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Ningún inmigrante pagará nuestras pensiones

«España se ha especializado en el absurdo lógico de crear cientos y cientos de miles de puestos de trabajo que los españoles no queremos ocupar»

Opinión

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. | Lourdes Azaña (Europa Press)

  • Gallego practicante pese a residir desde la tierna edad de 5 años en Barcelona, ciudad donde se licenció en Económicas. Ha sido editor de El Correo Financiero además de colaborar en distintas etapas, entre otros medios de comunicación, en COPE, ABC, Es Radio, El Mundo y Libertad Digital.

Se ha convertido ya en un lugar común periodístico el resaltar la polarización ideológica que retrata a la España actual, esa gran distancia que en apariencia separa hoy a socialdemócratas en el Gobierno y conservadores en la oposición. Pero acaso lo que debería inquietarnos no es tanto lo que separa a PSOE y PP, sino ciertos acuerdos estratégicos de fondo que comparten los dos grandes partidos a propósito de cuestiones tan trascendentes como pueda ser, sin ir más lejos, la de la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones. Y es que sobre esa materia tanto los unos como los otros piensan en esencia lo mismo. Al punto de que los últimos pronunciamientos al respecto del ministro Escrivá, por la parte socialista, y los de Juan Bravo y Feijóo, desde las filas populares, resultan intercambiables. 

Así, Feijóo acaba de sentenciar que el país necesita de forma perentoria acoger a muchos más inmigrantes. Una idea que ha enfatizado su principal asesor económico, Juan Bravo, quien vincula esa supuesta necesidad urgente de mano de obra extranjera en el país que presenta de modo crónico la mayor tasa de desempleo de la OCDE, España por más señas, con la viabilidad del pago de las pensiones. A su vez, Escrivá predica idéntica estrategia con idénticas palabras, calcadas. A ojos de Escrivá, el encargado de fijar doctrina sobre el asunto dentro del Ejecutivo, también la vía para encauzar el problema pasa por traer a España unos cuantos millones más de trabajadores no cualificados procedentes de regiones periféricas del mundo en desarrollo. 

Es de prever que en su inmensa mayoría oriundos, tal como ocurrió con la anterior oleada migratoria previa a la Gran Recesión, de Marruecos, África subsahariana, América Central, Pakistán y ciertas zonas del Este. Una receta sencilla y tosca, amén de la misma a la que se entregaron con entusiasmo Aznar, que abrió las fronteras a casi dos millones de extracomunitarios, y Zapatero, que procedió igual con otros casi dos millones adicionales. Algo que no sirvió, por cierto, para que las tasas astronómicas de paro que siempre presenta España dejasen de ser eso, astronómicas, ni siquiera en el mejor momento previo al estallido de la burbuja. Y ahora los dos, PSOE y PP, vuelven a las andadas. 

«Los inmigrantes no constituyen ni el problema ni tampoco la solución en la cuestión de las pensiones»

Desde el cambio de siglo, España se ha especializado en el absurdo lógico de crear cientos y cientos de miles de puestos de trabajo que los españoles no queremos ocupar. Así fue como Aznar y Zapatero resolvieron el problema del desempleo en Ecuador y en Rumanía. Pero esos empleos, huelga decir que ejercidos en exclusiva por extranjeros, se caracterizaban – y se seguirán caracterizando- por un rasgo común, a saber: el estar mal pagados, muy mal pagados. Porque los nuevos millones de inmigrantes adicionales que, escudados en la fantasía quimérica de que les resolverán la patata caliente de las pensiones, quieren traer Sánchez y Feijóo van a resultar, en el mejor de los casos, mileuristas pelados. 

Lo que implica que, como ocurre con los otros cinco millones que entre legales e ilegales arribaron antes, van a cotizar muy poco a la Seguridad Social, al igual que van a pagar muy pocos impuestos. Un mileurista que trabaje sin interrupción desde los 18 hasta los 67 años, caso ideal que difícilmente ocurre en la realidad, aporta al sistema español de pensiones unos 136.000 euros a lo largo de su vida laboral. Y después, tras su jubilación, recibe de ese mismo sistema unos 220.000 hasta su muerte. ¿Es sostenible eso? Sí, en principio es sostenible, pero a condición de que los mileuristas no representen un porcentaje demasiado importante sobre el conjunto de los trabajadores activos. Y resulta que aquí, en España, ya lo son uno de cada tres asalariados. Porque los inmigrantes no constituyen ni el problema ni tampoco la solución en la cuestión de las pensiones. El problema genuino, por el contrario, reside en lo poco que cobran y, en consecuencia, en lo muy poco que pueden aportar. Desengañémonos: ningún inmigrante pagará nuestras pensiones.

5 comentarios
  1. kj26_

    El asunto de la inmigración se puede ver de muchos puntos de vista.

    El inmigrante, el pobre, abandona su tierra, su casa, su familia y amigos y se va a otro país donde va a ser tratado ‘como extranjero’. Solo se entiende porque espera encontrar en el país de llegada mejor vida que en el propio. Nada que objetar.

    El problema es España. Aquí resulta que tenemos cerca de 4M de parados (incluyendo los que el gobierno nos oculta), es decir unos altísimos costos sociales. Sin embargo, hay profesiones que no encuentran operarios. La recolección de fruta, la poda. el cultivo del campo no es atractivo para nativos o para inmigrantes. No hay albañiles, los pocos que quedan son los viejos, los jóvenes ni locos se suben a un andamio. No hay conductores de camiones. Es que son profesiones en las que se trabaja mucho y salarialmente no son competitivas contra los beneficios sociales.

    Tenemos mucho paro, mucho puesto de trabajo sin cubrir. Y la solución del PSOE y del PP es traer mas inmigración. Esto no va a reducir el paro, los puestos de trabajo indeseados como agricultura o construcción serán indeseados. No resolvemos el problema de cubrir puestos de trabajo, a la vez que aumentamos mucho los gastos en beneficios sociales.

    Los chinos se han especializado en restaurantes y bares, indios y paquistanís en fruterías.
    Los marroquís en peluquerias (?). Ninguno de estos pisa un campo agrícola o una obra que es donde falta mano de obra.

    Por cierto. Escrivá es el encargado de resolver el asunto. Pero si no es capaz de resolver las citas en las oficinas de la Seguridad Social, cómo va a resolver las pensiones!

    El Brexit en UK salió adelante porque los políticos partidarios del Brexit vendieron a los ciudadanos que tenían una inmigración excesiva impuesta por las políticas de la UE. Realizado el Brexit siguen llegando pateras. El gobierno no sabe como pararlo y acusa a Francia de ‘mandarle los inmigrantes’. Están dificultando el acceso a UK. Mientras que aquí los políticos venden otra cosa, cuando las situaciones son similares . No lo entiendo, hay algo muy raro.

  2. Pasmao

    Buena columna, pero simplista.

    El problema de fondo no es que sean mileuristas, que sean muchos, y que cuando se jubilen reciban mucho mas de lo que aportan. siendo un problema.

    El problema de fondo es que no se adaptan a nuestra nuestra cultura, a lo bueno de nuestra cultura, la de nuestros padres y abuelos. Que lo de ahora es otra cosa. Hay que reconocer que nosotros mismos también despreciamos esa cultura. Por lo que muy fácil no se lo ponemos.

    E imponen un modelo que en el fondo lo que hacen es perpetuar que ese mileurismo se extienda a cada mas % de la población. De los que no cobren la paguita.

    Porque si esos emigrantes tuvieran hijos que se integraran y tuvieran una educación (cómo la de nuestros padres y abuelos) que luego en base a ahorro y esfuerzo (cómo nuestros padres y abuelos) tuvieran unos trabajos mas cualificados, con mas productividad, que si les permitieran salir del círculo infernal del mileurismo; las cuentas cuadrarían mucho mas.

    Pero que ocurra eso es imposible. Por el tipo de cultura de ellos, y por el tipo de «cultura» que se lleva ahora aquí (la vagancia, la paguita, el degenere social…). Ese es el problema de fondo de la inmigración «reglada».

    Y el problema, mirando aún mas lejos, es que todo eso ocurre porque desde esas poderosas Agendas del donut de colorines así se ha indicado que tiene que ocurrir. Y nosotros tragamos.

    Un saludo

  3. Ovejanegra

    Todos sabemos que la movilidad dentro de España de trabajadores debería ser mucho mayor.

    Necesitábamos inmigrantes? Necesitamos inmigrantes? Es posible. Tantos millones? Definitivamente no.

    Lo que necesitamos es mover a la población no ocupada allí dónde hay más actividad económica. Pero, ay! Va a permitir eso un político de una comunidad autónoma que vaya a perder «población»? Eso nunca. La solución no es poner los camiones y autobuses de Franco en los 60 con rumbo a BCN y MAD, pero está claro que mover más a la población es imprescindible sino queremos que esto nos explote. Y ya de paso redefinir la función pública. Demasiado peso administrativo absorbiendo mano de obra sobrepagada y de baja productividad.

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