Page, Lambán y Puig tampoco se creen el CIS
«La decisión de todos los Page de la vida de marcar distancias con el sanchismo es la mejor prueba de la indiscutible credibilidad-cero que conceden al CIS»
El presidente de Aragón, Javier Lambán, saluda al presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page .
Los tres arietes del poder territorial del PSOE decidieron apuntarse al eslogan propuesto por Ferraz para las elecciones del 28 de mayo al ausentarse del Comité Federal convocado por Pedro Sánchez para este sábado. ‘Defiende lo que piensas’, invita el eslogan socialista. Y lo que piensan Emiliano García-Page, Javier Lambán y Ximo Puig es que la primera decisión indispensable para evitar el descalabro electoral en mayo consiste en mantenerse lo más alejados posible de Sánchez. Hasta Francina Armengol, a quien se supone la más afín al líder, excusó su asistencia al cónclave.
La decisión de todos los Page de la vida de marcar distancias con el sanchismo es la mejor prueba de la indiscutible credibilidad-cero que conceden a las celebérrimas encuestas del CIS de Tezanos. Si alguno las creyera, correría a hacerse la foto con el líder invicto, y a invitarle, a él y a su corte de los 22 ministros flanqueados por centenares de asesores, a acudir en interminable caravana a hacer campaña a su lado, siempre a su lado. Pero no. ‘Defiende lo que piensas’… También si lo que piensas es que lo sensato es mantener una amplia distancia de seguridad con Sánchez si quieres salvar tus muebles, y tirar solo de las siglas del PSOE y de lo que puedas aglutinar como presidente autonómico.
La mueca en forma de sonrisa impostada de nuestro Joker presidencial en su Comité Federal también exhibe que comparte diagnóstico con los Lambán, los Page y demás compañeros con asentado poder territorial. Sabe que lo mejor que puede hacer para que tengan opciones de mantener su báculo autonómico es evitar hasta el más breve paseo callejero con cualquiera de ellos por sus territorios. Pues se evitan. ¡Si ése es todo el problema! A nadie le gusta que le abucheen, ni solo ni en compañía de otros.
La tarea de todos los Lambán de la vida es mantener su cuota de poder territorial para el PSOE. Y si, para hacerlo, tienen incluso que hablar mal de Sánchez, que hablen. Si ganan, todo estará bien y esas victorias le servirán a Sánchez para argumentar que las extravagantes predicciones del CIS de Tezanos no tendrían por qué estar tan desencaminadas. Y, si pierden, saben que tienen sobre su cogote a una sanchista esperando para culparles de la derrota, cogerles el relevo y entonar con voz doliente todos los lamentos progresistas por el avance de «la extrema derecha con la ultraderecha».
«La tarea de todos los Lambán de la vida es mantener su cuota de poder territorial para el PSOE»
El que menos se cree el CIS de Tezanos desde hace ya tiempo es el jefe de Podemos, Pablo Iglesias. Vio su humillante derrota contra Isabel Díaz Ayuso en Madrid, el 4 de mayo de 2020, como el premonitorio anticipo de la desafección ciudadana hacia todos los componentes del Frankenstein que él forjó en beneficio de Sánchez, allá por la moción de censura de 2018. Por eso ha empezado a prepararlo todo para ser el cabecilla en la toma de las calles contra el próximo Gobierno de España: ése de «la extrema derecha con la ultraderecha», según la retórica que comparten los componentes de la amplia coalición que sostiene a Sánchez. En esto no hay dudas. Pero, para Podemos, es más divertida la tarea de volver a jugar a «tomar el cielo por asalto», aprovechando todos los resortes de poder y financiación que han podido ir cooptando en un lustro en el Gobierno, que consensuar un papel secundario bajo una líder tan artificial y vacua como Yolanda Díaz. Pero si no fue capaz de sacar ni un escaño en Galicia, ¡qué va a liderar Yolanda!
Solo ella e Íñigo Errejón actúan como si se creyeran el CIS de Tezanos. ¡Y hay que tener mucha fe para creer que el escándalo del ‘Tito Berni’ refuerza las expectativas de voto del PSOE! Con o sin fe, se fotografían juntos en actos muy sociales de los que explícitamente excluyen a sus más relevantes compas de Podemos: Irene Montero e Ione Belarra. Enternecedor si no fuera porque todos ellos saben que, aún en el improbable caso de que el CIS de Tezanos no fuera una malversada invención de parte, los castillos en el aire de reedición del Frankenstein que don Félix dibuja se desbaratarían con la partición en dos del espacio electoral que hoy ocupa Podemos en solitario. O sea, saben que ya están desbaratados, incluso aunque la ficción tezánica tuviera algún viso de realidad.
Es probable que Tezanos sí se crea su CIS. No como predicción, sino como objetivo. A finales de los setenta y principios de los ochenta, con los precios disparados, se puso de moda hablar del «objetivo de inflación» como forma de poner alguna cifra asumible en los cuadros macroeconómicos. La previsión no podía hacerse pública porque era escandalosa y el objetivo era solo una cifra para incumplir con total seguridad. Durante algunos años estuvimos entretenidos con la crítica a la cifra inventada de «objetivo de inflación».
Los CIS de Tezanos funcionan con este mismo esquema: se exhiben porque son el objetivo de resultados a favor del líder. Tienen el propósito primordial de animar a su doliente afición que los sabe inalcanzables. Y el no menos relevante de sembrar dudas entre los de enfrente, para que no se envalentonen. Todo pagado con el dinero de todos. Con un dinero creciente, además. El presupuesto del CIS de este año, tras el incremento aprobado a principios de marzo, casi duplica al de 2018. Algo harán con tanto dinero, ¿no? Y, sobre todo, ¿hay alguna queja? Pues eso.
