Tezanos ayuda a Yolanda Díaz
«El CIS falseó los números mientras Podemos fue útil para la coalición Frankenstein. Ahora toca reflejar su hundimiento para enterrar el pablismo»
José Félix Tezanos.
Belarra dice ahora que Tezanos manipula el CIS por orden de Pedro Sánchez. Hasta ahora no les había molestado a los podemitas que el militante socialista trucara las cifras para dar a su formación entre cuatro y cinco puntos más de lo que luego sacaban en las urnas. Tezanos falseó los números mientras un Podemos tuneado por el CIS fue útil para la coalición Frankenstein. Ahora toca reflejar el hundimiento podemita para ayudar a Yolanda Díaz a enterrar el pablismo. Y todo porque interesa a Su Sanchidad.
En enero de 2020, justo después de firmar el pacto de gobierno, Tezanos otorgó a Podemos el 14,8% de los votos, cinco puntos más de los que sacó en las elecciones de noviembre de 2019. El objetivo era dar a entender que la «coalición de progreso» entusiasmaba a los votantes izquierdistas.
Lo cierto es que el pulso a muerte entre Pedro y Pablo lo ganó el primero. Al tiempo que Iglesias ganaba foco como vicepresidente del Gobierno, el chiringuito de Galapagar empezaba a naufragar. Algo no funcionaba. Muchos privilegios y arrogancia. Vida de ricos y ninguna política práctica. A esto se unió la mala gestión de Iglesias como ministro de Asuntos Sociales durante la pandemia.
Pintaba mal, hasta el punto de que nadie quiso encabezar la lista electoral para la Comunidad de Madrid en 2021. Cercados por Más Madrid, expodemitas que salieron rebotados de la formación, y el PSOE de Gabilondo, poco tenían que hacer. Iglesias dio un paso adelante, pero fue para caer por el precipicio. Perdió, se guardó sus palabras allí donde no da el sol, y se marchó a hacer pinitos en los medios y mandar en Podemos desde las sombras. En ese momento, Tezanos daba a los podemitas un 10,7% de los votos, pero en Madrid sacaron un 7,21%. Vaya.
«Tezanos siguió inflando a Podemos para conservar los intereses de Sánchez»
No importó, porque la constante fue que Tezanos siguió inflando a Podemos para conservar los intereses de Sánchez. Otro ejemplo de ese engorde falso de Podemos son las elecciones en Galicia de julio de 2020. Allí Podemos desapareció. Pasó de tener 14 diputados dentro de la coalición En Marea a ninguno, quedando con un 3,94%. En Cataluña no llegó al 7% en las elecciones de febrero de 2021, bajando un punto respecto a la convocatoria de 2017. Recordemos que por esas fechas Tezanos atribuía a Podemos tres puntos más, hasta un 10,7%. Algo no cuadra.
En Castilla-La Mancha perdieron tres puntos entre 2015 y 2019, quedando en un 6,9%, cuatro puntos por encima de la previsión de Tezanos. Y eso contando que en 2019 formaron una sola lista Podemos e Izquierda Unida, no como cuatro años antes. Esto no es sumar precisamente. Y en Castilla y León perdieron 7.000 votantes en 2022, quedando en un 5,08% de los votos. Además, en Cataluña en febrero de 2021 sacaron el 6,87%, y perdieron 131.734 votos, casi la mitad respecto a 2017. En cuatro años se habían desinflado en gran parte de España.
Lo de Andalucía sí es de traca. En 2018, cuando las izquierdas a la izquierda del PSOE se presentaron juntas llegaron al 16,18% teniendo al frente a Teresa Rodríguez. Ganó la derecha, y Pablo Iglesias lanzó su «alerta antifascista» poco antes de que militantes socialistas sitiaran el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía. En 2022 se vinieron abajo, ahora por separado. No se pusieron de acuerdo en los puestos de la lista, y Por Andalucía, lo que quedaba sin Teresa, se quedó en el 7,68%.
«Era raro que diera tanta subida a un partido cuya caída era visible»
Podemos no llegaba en ningún sitio al 8%, pero a Tezanos le daba igual. El socialista del CIS fue generoso a pesar del derrumbe general, y concedió a Podemos un 9,8% en la encuesta de junio de 2022, dos décimas más que en mayo. Era raro que diera tanta subida a un partido cuya caída era visible. Los electores se iban a empujones, pero ahí estaba el CIS sanchista para dar los puntos suficientes a Podemos que insuflaran esperanza a las izquierdas de mantener la coalición Frankenstein.
El engorde de Podemos fue muy descarado entre julio de 2022 y enero de 2023. Había que tapar la impopularidad y el cabreo generados por la ley del solo sí es sí. Tezanos subió entonces a Podemos al 14,3% de intención de voto. No había quien se creyera aquello, pero era útil a Su Sanchidad, angustiado porque los resultados de la maldita ley le arrastraran.
Ahora a Sánchez le interesa sustituir a Podemos por la agrupación de Yolanda Díaz, más manejable y con mejor imagen. Las podemitas quieren negociar los puestos en las listas antes de las elecciones del 28-M porque saben que prácticamente desaparecerán, lo que debilitará su posición para negociar. Yolanda se niega porque quiere ver pasar los cadáveres políticos de sus enemigas antes de sentarse a hablar. En esto aparece Tezanos, y ayuda a Yolanda con una encuesta que sitúa a Podemos en unas cifras cadavéricas.
Mientras, nosotros pagamos los manejos del viejo socialista en una institución pública a mayor gloria de Pedro Sánchez. Está claro que si el PP gana las próximas elecciones generales, y gobierna solo o con ayuda, debe limpiar el CIS, que ha sido manchado con esta corrupción política tan descarada.
