MyTO

¿Crucifixión? Sí, por favor

«El éxito electoral de Sumar va a depender exclusivamente de que Pablo Iglesias consienta en ser crucificado públicamente»

Opinión

Yolanda Díaz. | Guillermo Gutiérrez Carrascal (Europa Press)

  • Fundador y Director General de la compañía de consultoría estratégica Redlines.
    Ha dirigido campañas electorales tanto en España como en diversos países de América latina, y es analista político habitual en diversos medios de comunicación.
    Es autor de los libros : «Guía práctica para abrir Gobiernos» (Goberna, 2015), «Otro Gobierno» (Algón Editores 2012), y «Open Government – Gobierno Abierto» (Algón Editores, 2010).
    Le encantan los platos de cuchara, sufre con cada partido del Athletic de Bilbao y no se pierde un concierto de Los Planetas.

He de confesarles que me hace muy poca gracia el cine con el que las televisiones nos torturan durante la Semana Santa. Me refiero a esos peplum píos en los que con gran despliegue de cartón piedra se glosaba la vida y andanzas de Jesús de Nazaret aderezadas por narrativas auxiliares llenas de pérfidos romanos, venenosos judíos y valerosos cristianos siempre a punto de ser devorados por causa de su inquebrantable fe por unos leones muy poco sensibles a la finezza teológica.

Hay una excepción, claro. Me refiero a La Vida de Brian, una peli producida, guionizada y protagonizada por los inmortales Monty Python en el año 1979, una obra maestra que de forma tan genial como irreverente utilizaba la vida a un tal Brian, un israelita que nació el mismo día que el hijo de Dios, para reírse de todos los fanatismos habidos y por haber, especialmente, claro, los religiosos.

Si la han visto -y si no lo han hecho, no sé a qué esperan- recordarán una escena en la que un soldado romano va preguntando a los condenados a muerte con la displicente amabilidad de un lord de la época victoriana:

-¿Crucifixión?

– Sí

– Bien, salga por la puerta, alinéese a la izquierda, una cruz por persona.

Una escena que se parece bastante a lo que está pasando a la izquierda extramuros del PSOE con el nacimiento del vaporoso movimiento encabezado por Yolanda Díaz, a la que puedo imaginar perfectamente transmutada en el obsequio funcionario imperial de la película y tratando de convencer a Pablo Iglesias para que escoja cruz para su martirio, crucifixión y muerte política.

«Una operación de aplastamiento político bien pensada y mejor ejecutada con un solo objetivo, lograr que Iglesias abandone toda esperanza»

Y es que por muchas sonrisas y diminutivos monísimos que se le pongan a la cosa, el éxito electoral de Sumar va a depender exclusivamente de que Pablo Iglesias consienta en ser crucificado públicamente mientras nombra dócilmente a Yolanda Díaz, su ejecutora, heredera universal de todos sus bienes pasados, presentes y futuros, especialmente de su legitimidad política y social.

Esa es la explicación del sorprendente consenso mediático al que estamos asistiendo en torno a la figura de Yolanda Díaz, una operación de aplastamiento político bien pensada y mejor ejecutada con un solo objetivo, lograr que Iglesias abandone toda esperanza y, como los condenados de La Vida de Brian, salga por la puerta, se alinee a la izquierda y tome su cruz camino del gólgota dejando toda Judea a la nueva gobernadora investida por Roma.

Una operación que, a pesar de su excelente factura y de la potencia de sus patrocinadores, depende de dos factores difícilmente manejables. El primero, que no me da a mí que Pablo Iglesias sea de esos políticos que hincan la rodilla cuando se ven rodeados por el enemigo entregando la bandera a sus rivales sin presentar batalla. Y la segunda, que a lo mejor, solo a lo mejor, el cálculo político de Iglesias ya no pasa por ser el palafrenero de un nuevo gobierno de Sánchez, sino por rentabilizar los escaños que consiga en las próximas elecciones y el entramado mediático que está construyendo constituyéndose en un nuevo polo de poder alternativo y con ambición de hegemonía en la izquierda. 

Algo que a pesar de que hoy pueda parecer muy lejano, va a depender fundamentalmente del resultado de las dos próximas citas electorales, un resultado que, por cierto y a pesar de los océanos de tinta rosa dedicados a loar la figura de Díaz, aún no está escrito.

13 comentarios
  1. kj26_

    La operación ‘Yoli’ no es más que un pulso Sánchez – Iglesias.

    Ninguno de los dos puede soñar en volver a disfrutar el poder por su cuenta. Necesitan aliarse y dado el caso se alistan. Por eso, es lo mismo votar a Sánchez que a Iglesias o a sus reencarnaciones o a ‘Yoli’. Todas las opciones terminan con intentar mantener a Sánchez . Veo mucho más difícil que el juego de poder termine con victoria de Iglesias.

    De esta solo nos salvamos si los votantes del PSOE se quedan en casa ante la perspectiva de que su voto cree un desastre irrecuperable.

  2. Derry

    Quedan pocos meses para que ese estercolero que forman los partidos de izquierdas arda en el infierno y desaparezca de nuestras vidas para siempre. Anda el rojerio sarnoso, piojoso y guerracivilista echando incienso a esa fasionaria fea y analfabeta, más mala que la Pasionaria, más falsa que un euro de madera y con menos neuronas que una ameba.
    Ayuso for president!!, rojos al estercolero!!.

  3. Dersu

    Ya saltó el portugués , estaba recibiendo las ultimas ordenes de la checa, y siempre la misma tabarra. Cambia el dial , portugués idiotizado por tu odio y oido, apaga y vete, eres totalmente monocorde, aburres hasta el apuntador. Estulto, implicate en decir cosas coherentes y no siempre la misma tabarra, orate

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