«Cuéntame un cuento y verás qué contento»
«Se está troceando el empleo y creando una situación donde tener un contrato indefinido no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes»
Este título de una conocida canción me sirve para recordarme que los cuentos son una ficción y que la situación de tener empleo o no tenerlo puede convertirse en una pesadilla para quienes quieren trabajar y no pueden hacerlo.
Las personas que se inscriben en el servicio público de empleo lo hacen bien porque han perdido su empleo y buscan uno nuevo (tengan o no derecho a la percepción de la prestación o subsidio por desempleo), porque buscan un primer empleo o porque, teniendo empleo (una ocupación), buscan una mejora de su situación laboral.
Realizando una sencilla operación matemática: del total de personas que se inscriben en el SEPE restamos aquellas que están ocupadas y tendríamos el total de personas registradas y que no están trabajando. Esta cifra asciende al finalizar el mes de abril a 3.313.921, que se distribuyen en: parados registrados: 2.788.370; otros no ocupados (formación): 212.500 y con disposición limitada o demanda de empleo específico: 313.051
Todas ellas son personas inscritas en el SEPE y que no trabajan, sin contabilizar los demandantes de empleo con relación laboral (fijos discontinuos) que un mes más no se desglosan por parte del SEPE y que podrían superar el medio millón de personas. Además, están los 14.975 trabajadores que al finalizar el mes estaban en un ERTE.
La práctica habitual de no contabilizar como parados a aquellas personas que estándolo se clasifican bien como: otros no ocupados, con disposición limitada, o que demandan un empleo específico, acaba por distorsionar las cifras reales de paro, y hacen que el ‘paro real’ con el llamado ‘paro registrado’ no solo no coincidan, sino que diverjan notablemente.
El dato de abril que se ha denominado como «histórico», una bajada de73.890 personas, es peor que el correspondiente a 2022, en el que el desempleo bajó en 86.260 personas en relación al mes anterior. Respecto a abril de 2022, el paro interanual ha descendido en 234.133 personas (-7,75%). En términos desestacionalizados, el paro registrado baja en 2.646 personas; es decir, no hay grandes avances.
Duración de los contratos realizados
Se estaba produciendo un aumento de la contratación indefinida, uno de los objetivos comprometidos con Europa para reducir la excesiva tasa de temporalidad. Si bien esta tasa ha disminuido en el sector privado para situarse en el entorno del 14% en el sector privado, se ha incrementado en el sector público situándose ligeramente por encima del 30%. La cuestión es: ¿trabajamos más tiempo? ¿Qué tipo de contratación indefinida se está realizando? ¿Cuánto están durando estos nuevos contratos indefinidos?
El número total de contratos registrados durante el mes de abril ha sido de 1.157.316. Supone una bajada de 292.777 (-20,19%) sobre el mismo mes del año 2022. Si la contratación es un indicador de la actividad económica, esta nos indica que se está produciendo una ralentización de la misma y que ya está afectando al empleo.
En abril de 2023 se han registrado 530.537 contratos de trabajo de carácter indefinido, representan el 45,84% de todos los contratos. Supone un descenso de 168.109 (-24,06%) sobre igual mes del año, y ante este volumen de contratación nos preguntamos: ¿cómo es posible que realizándose esta cantidad de contratos indefinidos el paro sólo disminuya 73.890 personas, y la afiliación a la Seguridad Social se incremente en menos de la mitad que el número de contratos indefinidos? ¿Cuánto han durado estos contratos? ¿Volvemos a tener ‘contratos cerilla’, que se consumen al día siguiente de usarlos? ¿Cuántos de estos son meras conversiones de temporales en indefinidos (que bienvenido sea)? ¿Cuánto duran trabajando después de esta conversión?
La contratación indefinida del mes de abril se divide, en cuanto a la duración de su jornada, en 224.308 a tiempo completo (42,2%), 120.914 a tiempo parcial (22,8%) y 185.315 (35%) fijos discontinuos. Más de la mitad de los contratos indefinidos realizados, un 57,8%, no realizan una jornada completa de trabajo.
Se han realizado más contratos indefinidos que personas los han suscrito, más de 26.907 han sido objeto de más de un contrato indefinido. Se está troceando el empleo y creando una situación donde tener un contrato indefinido no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes, una jornada reducida implica un salario reducido; se está generando el trabajador en riesgo o en situación de pobreza teniendo un contrato indefinido. Como consecuencia de ello, nos encontramos con trabajadores que firman más de un contrato indefinido al mes, originando un incremento de las situaciones de pluriempleo, en las que se necesita más de un contrato (empleo) para llegar a fin de mes.
La rotación en el empleo ha llegado a la contratación indefinida, que está dejando de ser sinónimo de tener y mantener un empleo estable. Esta situación de notable incremento de la parcialidad es la reforma no contada del gasto en pensiones: menor tiempo cotizado y menor cotización llevarán consigo una menor pensión.
Afiliación a la Seguridad Social
Si la contratación es la puerta de acceso al empleo, este lo podemos medir en base al número de cotizantes a la Seguridad Social. Esta condición de cotizante se adquiere a través de la contratación (o trabajando por cuenta propia) pero no olvidemos que tan cotizante es quien trabaja una jornada de 40 horas semanales como el que trabaja cuatro. Las cuentas que aporta el número de afiliados medios no discriminan este número de horas de trabajo.
Según los datos de la EPA, trabajamos media hora más a la semana que en 2019; seis minutos menos que en 2022 y 90 minutos menos que en 2021. En todos los casos, muy lejos de una jornada de 40 horas semanales o de 37,5 horas en el ámbito público. No se recuperan las horas de trabajo.
La afiliación media a la Seguridad Social se ha incrementado en abril en 238.436 afiliados, el número de afiliados medios se sitúa así en 20.614.989. Son 595.908 afiliados más que hace un año. Esto se ha definido como histórico. Lo que realmente es histórico es que para conseguir ese incremento ha sido necesario realizar 16.905.982 contratos en un año. Cada afiliado habría realizado 28 contratos. ¿Cuánto duran los contratos?
Señor Escrivá, nos está contando un cuento y usted está muy contento.