El falso récord de la Seguridad Social: donde antes trabajaba uno, ahora se cuentan tres

La parcialidad del trabajo en España es un suma y sigue. Los «históricos y fantásticos» datos de afiliación a los que aludió este jueves el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, tienen una trastienda, un trampantojo que ha sido desvelado por un conjunto de expertos en la materia. Expertos que han llegado a la conclusión de que el número de horas trabajadas apenas se recupera con respecto a antes de la pandemia. Son economistas que ponen el acento tanto en la parcialidad como en la temporalidad presente en los nuevos contratos y, en que esos 20,6 millones de afiliados a la Seguridad Social responden a una fórmula de empleo troceado. Y es que, donde antes trabajaba una persona a tiempo completo, ahora lo hacen dos y hasta tres que vienen de contratos temporales parciales, fijos discontinuos y mortalidad del trabajo indefinido (se están cubriendo necesidades temporales con contratos indefinidos).

El economista Santiago Sánchez López lo explica así a THE OBJECTIVE: «En este mes de abril nos hemos encontrado con que más de 27.000 personas han firmado más de un contrato indefinido y, desde el inicio de la reforma laboral, casi 460.000 personas han firmado más de un contrato indefinido dentro del mismo mes natural».

José Luis Fernández Santillana, responsable del Gabinete de Estudios de la Unión Sindical Obrera (USO), detalla lo siguiente: «El número de afiliados medio se sitúa así en 20.614.989, y ya tenemos 595.908 afiliados más que hace un año, lo que representa un crecimiento del 2,98% interanual. Sin embargo, para conseguir ese incremento ha sido necesario realizar 16.905.982 contratos en un año. Dicho de otro modo, que cada afiliado habría realizado 28 contratos».

Lo cierto es que, con los datos dados a conocer por el ministro Escrivá este jueves, se colige que más de la mitad de los contratos indefinidos realizados, en concreto, un 57,8%, no realizan una jornada completa de trabajo. Con más precisión, y respecto a abril de 2022: los primeros -los contratos indefinidos a tiempo completo- han bajado en 60.424 (-21,22%), los segundos -contratos indefinidos a tiempo parcial- se han reducido en 54.240 (-30,97%) y los últimos -contratos de fijos discontinuos-, bajan en 53.445 (-22,38%).

Dato de afiliados donde el Gobierno no sale bien parado

Con elementos suficientes para cotejar los efectos de la reforma laboral, que en el mes de abril ha hecho un año, también se extrapolan unos datos sobre los que Santiago Sánchez señala: «Ni Escrivá ni Yolanda Díaz, titular de la cartera de Trabajo, salen bien parados». Los datos son los siguientes: «Se han firmado un 12% de contratos menos que en el mes de marzo, con una caída del 20% en la contratación si la comparamos con abril de 2022, tanto en la temporal, -16,6%, como indefinida, un -24%.  Además, se han firmado 530.000 contratos indefinidos, de los que cuatro de cada 10 contratos indefinidos son a tiempo completo, y el resto a tiempo parcial o fijos discontinuos».

El economista Daniel Lacalle también ha reaccionado al triunfalismo de Escrivá, y a propósito opina que «no hay récord de empleo cuando 20,6 millones de afiliados, un 2,95% más que el año pasado, trabajan menos de 19,8 horas. Además, añade: «El paro cae, pero continúa maquillado, porque no hay 2,8 millones de parados, sino más de tres millones y otro millón de ocupados que buscan empleo. Y ya hay 4.314.000 demandantes de empleo en abril 2023, cuando en junio 2018 había 4.470.000».

Para el director del Observatorio de Economía de la Universidad Francisco de Vitoria, José María Rotellar, «el empleo que se crea no es sólido, porque realmente no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas trabajadas que muestra la EPA». De hecho, añade el también profesor de Economía en la UFV, «este mes descienden con fuerza los contratos indefinidos en tasa interanual, haciéndolo un 24,06%, equivalente a 168.109 contratos indefinidos menos en tasa interanual, lo que demuestra que los incrementos del año pasado se debían al artificio de la reforma laboral, que obliga a la transformación de temporales en indefinidos fijos-discontinuos». Asimismo, Rotellar resalta: «Más de la mitad de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos, de modo que, aunque el número de afiliados crece en 238.436 personas, y aunque es el mayor aumento desde 2002, se debe, en gran parte, a la Semana Santa, ya que al desestacionalizar el aumento se queda en 128.824 personas». De hecho, concluye, «en términos interanuales se desacelera, quedando reducida a la mitad el crecimiento interanual de afiliados sobre la cifra del mismo período del año anterior».

Lorenzo Bernardo de Quirós también analiza para THE OBJECTIVE las últimas cifras de afiliación a la Seguridad Social, y sobre ello explica que «los datos de empleo-paro del mes de abril se enmarcan en la tónica habitual de ese mes definida por la Semana Santa, lo que genera una demanda de trabajo coyuntural». Y, dicho eso, sostiene, «el número total de contratos realizados se ha reducido en un 20,14% sobre abril de 2022 y en datos acumulados en los cuatro primeros meses del año, en un 22,79% que en igual periodo del año pasado. Por último, remata, de los contratos materializados en abril, el 54,16% han sido temporales. En suma, se consolida la tendencia a una pérdida de ritmo de la demanda de mano de obra que se acentuará en los próximos trimestres . Y es que, en tasa interanual es el peor dato de autónomos de los últimos diez años -salvo el año 2020, en plenas restricciones por la pandemia-, al aumentar sólo en 2.558 personas». Entre tanto, el economista Javier Santacruz remarca que, hoy por hoy, «con los datos de Seguridad Social no sabemos cuánto duran los contratos, cuántas horas son, y con los fijos discontinuos, qué está pasando con ellos».

Reacciones de empresarios y autónomos

A la vista de los datos, la patronal CEOE, reaccionó este jueves y subrayó su preocupación porque, «pese a la caída del paro y el incremento de la afiliación, se mantienen altas cifras de desempleo en sectores con creciente demanda de personal como Servicios o Construcción, lo que sugiere que no están funcionando las pasarelas entre el desempleo y la actividad». Además, añaden, que «si bien la reforma laboral ha contribuido a eliminar patologías de nuestro mercado laboral, como la temporalidad o la drástica reducción de empleo en épocas de crisis, las reformas de las políticas activas, y concretamente la ley de empleo no están contribuyendo a paliar que siga existiendo un fuerte desempleo junto con vacantes que no es posible cubrir».

Ante estas cifras de afiliación, la patronal madrileña, CEIM, defiende la necesidad de apostar por medidas de apoyo a las empresas de hostelería «para que este empleo coyuntural pueda consolidarse; pero también facilitar la actividad empresarial y, por tanto, la contratación estable en los sectores de industria, construcción y agricultura». CEIM considera que el incremento de recaudación vía cotizaciones; el azote de la inflación en materias primas, energía y transporte; y el absentismo fuera de control no ayudan a encontrar una salida laboral para los 2.788.370 parados.

Desde ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos) se advierte que el aumento mensual en 12.959 afiliados registrado por el Régimen de Autónomos (RETA) en abril es «el tercer peor dato de afiliación en un mes de abril de toda la década». Aunque en términos interanuales, sustancia, «la afiliación de autónomos creció en abril en 2.558 cotizantes, ATA ha subrayado que esta cifra es prácticamente doce veces inferior al crecimiento interanual que había el pasado año, que era de 39.704 autónomos más». Concluye el presidente de ATA, Lorenzo Amor, que «los datos reflejan luces y sombras en el mercado de trabajo con un incremento de la afiliación, pero hay que ser muy prudentes, porque prevemos que va a haber pérdida de autónomos este año».