THE OBJECTIVE
César Dopazo

Transición energética y energía nuclear

«El ‘todo renovable’ parece, por el momento, inalcanzable. El sistema, con predominio de EERR, tiene que admitir a corto/medio plazos un ‘mestizaje’»

Opinión
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Transición energética y energía nuclear

Central nuclear de Tarragona | EuropaPress

Transición evoca un viaje desde un estado de partida hasta otro de llegada. Aplicado a la energía, el origen es el sistema actual con contribuciones de carbón, petróleo, gas, hidráulica, energías renovables (EERR) y nuclear. El destino es una economía sin emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con energías renovables, hidroeléctrica y nuclear. Mientras origen y destino del periplo están definidos, el tiempo de realización y las rutas a seguir son incógnitas importantísimas. De su correcta definición depende el éxito o el fracaso de la empresa. El tiempo y las rutas han de permitir que:

– Se asegure el suministro en todo momento tanto a nivel de país (e.g., importación de gas) como de consumidor individual (acceso continuo a electricidad o combustibles imprescindibles).

Se minimicen inversiones de capital en nuevas infraestructuras y precios de la energía final al consumidor.

– Los condicionantes de múltiples sendas posibles, denominados variables exógenas, se muevan en rangos realistas que la economía internacional corrobore.

La sustitución de combustibles fósiles y sus tecnologías asociadas en transporte y algunas aplicaciones industriales y domésticas no es sencilla. El resto de esta nota se centrará en el sistema electrico español. El punto de destino ha de contar con la máxima penetración de EERR que garanticen electricidad sin GEI a costes/precios asequibles. El almacenamiento masivo de electricidad, que suministre abundante energía durante períodos significativos, no figura entre los logros a corto plazo. El «todo renovable» parece, por el momento, inalcanzable. El sistema, con predominio de EERR, tiene que admitir a corto/medio plazos un «mestizaje» inteligente. El tiempo y las rutas de transición son decisivos.

La energía hidroeléctrica, el gas y la nuclear son los posibles acompañantes de las EERR. España cuenta con unos 26 GW de potencia instalada en centrales térmicas de ciclos combinados (CTCC) con gas que pueden variar carga con rapidez y respaldar las ausencias de sol y/o viento de las EERR; la incertidumbre en importaciones y precios del gas y las emisiones de GEI son aspectos negativos de esta opción. Se dispone asimismo de algo más de 7 GW de potencia instalada en centrales nucleares (CCNN), que suministran electricidad de base sin emisiones de GEI y no pueden variar carga para apoyar las EERR intermitentes. Mantener operativas las CCNN exigiría un mínimo de CTCC de respaldo. Por el contrario, ante la clausura de las CCNN, las CTCC tendría que cubrir el nicho vacante aquellas.

«Se intentó que los debates fueran polifónicos, reflejando puntos de vista a favor y en contra de la energía nuclear. Los actores que deberían argumentar en contra no respondieron a la invitación o no la aceptaron»

La Real Academia de Ingeniería (RAI) de España celebró recientemente unas Jornadas sobre «El papel de la energía nuclear en la transición energética española». Se intentó que los debates fueran polifónicos, reflejando puntos de vista a favor y en contra de la energía nuclear. Los actores que deberían argumentar en contra no respondieron a la invitación o no la aceptaron. Sorprende que, generando las CCNN españolas más de un 20% de electricidad libre de GEI, diversos agentes sociales hurten el debate en un asunto transcendental con repercusiones climáticas, sociales y económicas. Asimismo, el silencio de instituciones como academias, universidades y centros de investigación es elocuente.

En las Jornadas se documentó el auge actual de la energía nuclear en el mundo, el alto nivel internacional del sector nuclear español, la necesidad de mejorar la formación en ingeniería nuclear, la gestión mundialmente reconocida de las CCNN y los residuos en España. El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) afirmó que las CCNN españolas operan con máximas exigencias. La extensión de vida de las CCNN hasta los 60 años podría evaluarse, como se está haciendo en varios países, ampliación que supondría posponer su clausura de 2027-2035 a 2043-2048, con un seguimiento exhaustivo del CSN. La transición energética será lenta y se extenderá probablemente hasta la década de 2040 o más allá. Las CCNN, mientras fuesen necesarias, permitirían afrontarla sin sobresaltos. Los operadores nucleares piden una fiscalidad que permita beneficios razonables.

A medio/largo plazo nuevas tecnologías nucleares, basadas en reactores modulares pequeños (SMR en inglés) se perfilan como los sustitutos de las CCNN actuales; la reducción de costes de inversión, la posibilidad de escalación incremental por módulos de 300 MW o menos, la manufactura en serie que acorta tiempos de construcción y minimiza riesgos, la incorporación de elementos de seguridad pasiva, la operación de algunos diseños a elevadas temperaturas, apropiadas para producción de hidrógeno o desalación de agua, y la capacidad de algunos reactores rápidos para «incinerar» el «combustible ineficientemente usado» en las CCNN existentes convierten los SMRs en atractivas alternativas futuras. Se anuncia para 2028 la comercialización de algún SMR, que permitiría reducir la vida de los residuos de cientos de miles a unos pocos centenares de años. Esto mitigaría la indefinición, fruto de la pusilanimidad política, del almacenamiento temporal singularizado (ATS) o centralizado (ATC) y del almacenamiento geológico profundo (AGP) con horizonte más lejano.

En conclusión:

– El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece insuficientemente dos escenarios, «tendencial» y «objetivo», no fija intervalos en los que puedan moverse las variables exógenas en el período de proyección y excluye las CCNN que generan electricidad  libre de GEI y barata. Redactado en 2019, debe ser revisado necesariamente, más aún en el momento actual de alta incertidumbre.

– La extensión de vida de las CCNN existentes debe analizarse en el PNIEC.

– La inclusión de los SMRs en el mix eléctrico es una alternativa a medio y largo plazo que no puede excluirse.

Los párrafos anteriores no son alegatos pro-nucleares, sino el resultado de un razonamiento lógico y expresan la convicción de que no se puede viajar al siglo XXII si pasar previamente por el XXI.

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