Tezanos, el cocinillas de la Moncloa

«Resulta cómica la maniobra, cuando al día siguiente de la denuncia del PSOE se publica la última encuesta del CIS, que vuelve a dar ganador al PSOE en las generales, después del histórico batacazo del 28-M que quiso evitar el propio CIS»

No porque hable bajito, sea catedrático y pueda fungir de papá Noel en una campaña de Navidad en una tienda de El Corte Inglés, uno es de fiar; de hecho, los estafadores suelen ser gente encantadora. Lo que Tezanos lleva haciendo en el CIS (aka Centro de Instigaciones Sicológicas), desde que entró en 2018, es propiamente estafar moralmente a la sociedad, su supuesto objeto de estudio. Y no sólo por el partidismo sectario y la agitación y propaganda que se le presumían vista su trayectoria dentro del PSOE y visto quién lo nombró (si ya sabemos de quién dependía la fiscalía para Sánchez, de la pendencia del organismo sociológico no cabía esperar otra cosa): la estafa porque le tiende un espejo deformado en el que no puede reconocerse.

Las encuestas políticas, sin duda, siempre han sido un asunto delicado, muchas veces las preguntas las carga el diablo. Ya en octubre 1938, el pionero Instituto Francés de Opinión Pública francés IFOP preguntaba:  «¿Hay que morir por [el corredor] de Dantzig?».  Se prohibió la publicación de los resultados, pero hoy se sabe que de la misma se desprendía que el 57% de los franceses se mostraban favorables a la anexión de los Sudetes por Hitler, rubricada por los Acuerdos de Múnich poco tiempo antes.   ¡Imaginemos una encuesta sobre si nuestros jóvenes de la Unión Europea han de morir en la guerra en Ucrania…!

Preguntar por cuestiones políticas siempre acaba influyendo, en alguna medida, en las mismas cuestiones políticas sobre las que se pregunta. Pero en un país donde a las encuestas encargadas a las institutos demoscópicos se las utiliza, muchas veces, como liebre a sueldo en una carrera de galgos, no sorprende tampoco que el CIS de Tezanos haya querido emularlas: así al PSOE le sale gratis el servicio.

El C. a. de T. (el Cis antes de Tezanos) tenía una metodología reglada, que se plasmaba en lo que se conoce como serie histórica; no era una ciencia (¡cómo va ser una ciencia algo que no puede probarse! Y qué manía la de llamar ciencias a lo que no pasan de ser, con suerte, estudios con un poco de método…); tal vez la serie servía de poco, pero al menos no comparaba peras con manzanas, y no servía para dopar las campañas políticas del partido en el poder. 

«Moraleja: acusar al prójimo de lo que uno adolece (¡Yolanda qué grande sos!) suele tener un efecto bumerán. Primero de Sicología par dummies»

Ahora, en una jugada para hacer ruido a la desesperada, el PSOE, más que probablemente con el impagable asesoramiento de Tezanos, denuncia ante la Junta Electoral Central al tridente de la prensa antipatriótica El  Mundo, ABC y El Español, por publicar sendas encuestas sin poner la letra pequeña, algo que nunca antes nadie denunció ni a nadie importó. En realidad, se hace para desacreditar su vaticinio de una derrota del bloque Frankenstein el 27 de julio. Resulta cómica la maniobra, cuando al día siguiente de la denuncia del PSOE se publica la última encuesta del CIS, que vuelve a dar una victoria, pírrica eso sí, al PSOE en las generales, después del histórico batacazo del 28-M que quiso evitar el propio CIS.  

Tanto si la JEC «condena» a los denunciados como si no,  el tiro saldrá la culata: nunca tendrán más audiencia los tres diarios y, por ende, mayor influencia las encuestas de las tres casas demoscópicas señaladas. 

Moraleja: acusar al prójimo de lo que uno adolece (¡Yolanda qué grande sos!) suele tener un efecto bumerán. Primero de Sicología para dummies.

Y es que Tezanos siempre fue un literato: “Después de haber analizado múltiples informaciones he llegado a la conclusión de que los poderosos no lograrán frenar el cambio, no tendrán éxito en imponer sus patrones codiciosos y depredadores, ni serán capaces de evitar los avances necesarios… No lo lograrán, porque el principal motor de los cambios es el sentido de humanidad de los nativos…” (José Félix Tezanos, La rama quebrada, 2011, editorial Salto de Página; pág. 381).

Coda 1) Abuelito Frankenstein. Ha tenido que ser un periodista de la vieja y mejor escuela, Francisco Rosell quien le pare los pies a Zapatero, el abuelito del Gobierno Frankenstein (Herrera en COPE (minuto 35). No sólo varios males del socialismo más asilvestrado empezaron con él, es que con él empezó la izquierda del relativismo y la frivolidad como norma moral, del buenismo como coartada y de la relectura deconstructiva de la historia de España.

Coda 2) Tienda de campaña. De todos es sabido que la composición de las listas electorales es un equilibrio cruel y delicado que permite favorecer a los tuyos y domeñar a los críticos, dándoles un puesto para que meen, como el indio, hacia fuera de la tienda de campaña. Echen un vistazo a la lista del PP por Madrid y se entenderá todo.

Coda3)  Taxonomía.  ”La violencia de género no existe, la violencia machista no existe, existe la violencia intrafamiliar», ha dicho un tal Llanos, número 2 de Vox en Valencia y posible presidente de Les Corts. Es lo que pasa cuando uno es taxidermista amateur.

Cuestionario maldito a Félix Tezanos:

-¿Por qué tanto barómetro mensual? – Para medir el cambio climático. 

-¿Cómo definiría sus encuestas? – De autor.

-¿Entra en su cocina Sánchez antes de servir los platos? – La duda ofende.

-¿Cuántos votos consigue arrastrar hacia el PSOE con sus encuestas? – Uy, qué difícil, eso debería estimarlo una agencia demoscópica seria.

– ¿Qué les diría a los que le acusan de prevaricador? -Que la envidia es muy mala.

– ¿Qué les enseñará a sus alumnos cuando deje el CIS? – A contar con los dedos.

– ¿Qué pregunta le habría gustado poner  y nunca se atrevió? – Quién la tiene más larga.

– ¿Se arrepiente de haber trastocado la serie histórica? –En demoscopia todo es opinable.

– ¿Qué nuevo ministerio instauraría? – El del margen de error.

– ¿A qué se dedicará cuando abandone el CIS? – A criticar al nuevo CIS.

– ¿Qué libro no recomendaría y por qué? – Clásicos del derecho público de Fuertes &Sosa: no me gustan las series históricas.