Feijóo gana, Sánchez resiste y Puigdemont decide
«Solo existen dos posibilidades: una reedición del gobierno frankenstein corregido y aumentado, y la segunda, una improbable repetición electoral en diciembre»
Gestionar expectativas, de eso van las campañas. Siempre. Y de conseguir el gobierno, claro.
Solo así se entiende que una victoria del Partido Popular en la que además ha conseguido 47 diputados más que en las anteriores celebradas cuatro años antes no parezca un éxito, sino un fracaso, y que una derrota del PSOE que pasa de primera a segunda fuerza no se considere un fracaso, sino un éxito arrollador.
Y es que a pesar de la victoria de Feijóo, Sánchez ha resistido de nuevo obteniendo incluso dos diputados más que en los anteriores comicios apoyado en dos elementos, un excepcional resultado en Cataluña de los socialistas y un mediocre resultado en Madrid de los populares.
¿Las claves de esta inesperada resolución? pues miren, dos muy evidentes.
La principal, sin duda, que los socialistas han sido tremendamente eficaces a la hora de pintar un monstruo que oponer al Frankenstein que esgrimía la oposición, un malvado Godzilla machista, xenófobo, racista, casposo y con el gorro de Vox que ha contaminado al Partido Popular convirtiendo su candidatura en puro veneno invotable por una buena parte de la sociedad española, precisamente esa parte a la que los populares debían convencer para obtener la llave de la Moncloa.
«El PSOE ha vuelto a demostrar que es la mejor máquina electoral de nuestro país»
Y otra razón añadida al menos tan importante como la primera, el PSOE ha vuelto a demostrar que es la mejor máquina electoral de nuestro país, capaz de darle la vuelta al peor de los escenarios mientras que el PP ha mostrado sus carencias en una campaña blanda, sin nervio ni colmillo en la que ha permitido a los socialistas jugar a sus anchas y prácticamente en solitario durante la última semana colocando todos sus mensajes sin apenas oposición con el resultado que todos conocemos, la desmovilización de buena parte del electorado potencial de los populares.
A partir de estos datos se pueden hacer todas las cábalas que se quieran pero lo cierto es que tras estudiar todos los escenarios solo existen dos posibilidades, la primera una reedición del gobierno frankenstein corregido y aumentado y la segunda, una improbable repetición electoral que podría producirse el próximo mes de diciembre.
Con una particularidad añadida, en esta ocasión no bastará con que los diputados secesionistas se abstengan o se ausenten del hemiciclo, esta vez Sánchez necesitará de su voto afirmativo para formar gobierno.
Y conociendo a los protagonistas seguro que Sánchez lo consigue, pero les aseguro que no será ni bonito ni gratis.