MyTO

Las tres victorias del nacionalismo

«Ganará porque no pagará por sus delitos, se confirmará su relato sobre las deficiencias de la democracia española y los españoles nos dividiremos aún más»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz.

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

El delicado Petrarca era un sátiro ante Laura, y el espiritado Quijote un verdadero mico ante Dulcinea, en comparación con lo que son ante Pedro Sánchez sus devotos animadores. Porque aquellos se arrastraban por amor, mientras que estos lo hacen por partidismo. No sería grave si su devoto arrastre no implicara el lento desguace de nuestro Estado de Derecho. Ganaríamos todos si el Gobierno en funciones admitiera, como hace Puigdemont, que la amnistía es el precio a pagar por el voto de los siete diputados de Junts. Cualquier otra justificación de la amnistía, por solemne que sea, es una descalificación de nuestra democracia.

Como ciudadano de una democracia liberal, he creído que la justicia y la paz social se lograban mediante la aplicación imparcial de la ley. Qué equivocado estaba; la ley ha resultado ser un obstáculo para la convivencia. Cuando pensábamos que lo normal era que el Estado reprendiera al ciudadano que incumplía las normas, resulta que llamamos «normalización» a eximirle de cumplirlas. Tantos años de tradición liberal y resulta que la paz social no se logra aceptando el común sometimiento a la ley, sino asumiendo el sometimiento de la ley ante una minoría que insiste en profanarla. Desde el oficialismo y sus portavocías se habla de concordia, de reconciliación, y citan la Ley de Amnistía de 1977. Una ley cuyo encaje constitucional no se disputa, porque la Constitución no existía. Una ley que clausuraba un régimen dictatorial e inauguraba uno democrático. Una ley que se aprobó con 296 votos favorables, dos en contra, 18 abstenciones y un voto nulo. ¿Cómo se puede publicitar como un gesto de consenso un proyecto tan divisivo como esta amnistía?

El nacionalismo ganará tres veces: una, porque no pagará por sus delitos. Dos, porque se confirmará su relato sobre la represión y las deficiencias de la democracia española. Y tres, porque con la amnistía los españoles nos dividiremos aún más en bloques irreconciliables. Y esta podría convertirse en un nuevo camino para la ruptura. Esta semana, el profesor Josu de Miguel alertaba sobre el fantasma de la heterodeterminación: el creciente deseo de muchos españoles de ver independizarse a Cataluña y País Vasco. La concesión de una amnistía a quienes atentaron contra el orden constitucional abonará el hartazgo de los constitucionalistas y ahondará en su desapego. Y los nacionalistas podrán celebrarlo porque marca una nueva estrategia. Quizá la independencia no se logra convenciendo a media Cataluña de las ventajas de marcharse de España, sino convenciendo a media España de las ventajas de separarse de Cataluña.

5 comentarios
  1. SUASORIAE

    (sigue) Si se independizan: allá ellos. Las consecuencias serán desastrosas para todos, pero también para ellos y para esa arquitectura invisible para ellos de la que hasta ahora se están beneficiando (un nombre y peso internacional, un ejército, un valor económico al colocar la deuda o negociar…)
    Ahora bien si NO se independizan pero DE FACTO consiguen autogobernarse totalmente SIN que el resto consiga las mismas condiciones, algo que ya ha pasado larvadamente hasta ahora, (ellos no tiene deseos absolutos, sino relativos, formulados como “pues-yo-mas”) y ADEMÁS GOBIERNAN al resto de ESPAÑA imponiendo a SU gobernante favorito y, lo que es peor, RETORCIENDO LA DEMOCRACIA (como con la amnistía), DESTRUYENDO EL RESPETO A LA LEY, EXPORTANDO NOCIONES RETRÓGRADAS COMO LOS DERECHOS DE PUEBLOS O IDIOMAS, DESTRUYENDO LA BASE DE CIUDADANOS IGUALES ANTE LA LEY, EN SUMA, CONTAGIANDO SUS MODOS ILIBERALES…
    Y si, como es más que previsible aun consiguiendo TODO lo previo, solo se quedarían el tiempo suficiente para enriquecerse más y perjudicar más a otros… ENTONCES no se trata de ayudarles indirectamente, se trata de SOBREVIVIR AL CONTAGIO

  2. SUASORIAE

    Brillante. PERO…
    Los que abogamos por la separación rápida y los más asépticamente posible en determinadas circunstancias no lo hacemos como la opción mejor o más deseable sino como la opción de SUPERVIVENCIA CON EL MENOR DAÑO RESIDUAL (amputar el miembro gangrenado antes que morir de sepsis).
    Y… adicionalmente, puede que sea bueno que se enteren de que no ardemos en deseos de retenerlos y oprimirlos y menos de ser inspirados por su clarividencia superior…: ESTAR UNIDOS (MISMAS REGLAS DEL JUEGO, sin ventajismos) ES MÁS INTELIGENTE, AYUDA A COMPETIR MEJOR Y DA PESO (de eso va Europa unida y eso demostró el fallido Brexit) , PERO NO A CUALQUIER PRECIO. NO solo es hartazgo, que también (pero el hartazgo no cambia sistemas de gobierno); es supervivencia. Y decirle al chantajista BASTA, se cabó.
    Y es cierto que debe haber catalanes no independentistas y demócratas conspicuos (algunos sí los vemos y son heroicos) pero tampoco vemos un clamor contra la independencia en Cataluña o Vascongadas.
    LO PEOR del independentismo no es la independencia sino el contagio TOTALITARIO que aspira a controlar TODA la VIDA del ciudadano y subsumirlo en PUEBLO.

  3. Odarbil

    Para echarse unas tristes risas:

    Imaginemos a Pujol, Torra y Puigdemont en ejercitación hermenéutica acerca de lo que significan Sein, Seyn y Seyn (tachado) heideggerianos interpretados desde el nacionalismo catalán.

    Sein, Seyn y Seyn (tachado) son tres conquistas, tres logros, tres victorias, tres superaciones, que interpelan al hombre, en nuestro caso, catalán. Reivindicarían así el sentido pragmático y cotidiano con el que se presenta todo catalán; instaurarían aquella apropiación vital e histórica que dicen ha quedado retraída injustamente; y proclamarían la reserva ético-religiosa que deja mostrar clara y abiertamente el espíritu de dicho pueblo.

    Sabemos que Sein designa el proyecto filosófico que busca al ser como sentido, es decir, en la comprensión óntica, o preontológica, del hombre, en nuestro caso, catalán. Sabemos que Seyn se refiere a que el hombre, catalán, en nuestro caso particular, no está inmediatamente vinculado con la esencia más auténtica de la verdad de su ser, sino que ha de ser apropiado para ella, de modo que se apunta a la idea de provocar cierto acontecer apropiador que ha quedado retraído históricamente. Y sabemos que Seyn (tachado) está vinculado al acontecer des-apropiador que libera a la catalanidad de sus impropiedades adquiridas para autentificarla escatológicamente…

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