MyTO

¿Aquí quién es el nazi?

«Parece una broma macabra que los que han usado la palabra nazi para despreciar al que discrepaba con sus postulados justifiquen ahora el asesinato de judíos»

Opinión

La cultura de Woke. | Alejandra Svriz

No me han escandalizado las declaraciones de las rectoras de tres de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos defendiendo la libertad de expresión de sus estudiantes para manifestarse en defensa de sus particulares ideas y de atender al contexto antes de efectuar un juicio. Es más, lo celebro. Lo que me ha escandalizado no es tanto eso, que me parece lógico y lo deseable en la Academia (alentar, preservar y difundir el conocimiento, lo que implica defender vehementemente la libertad de expresión) sino que solo lo hagan en determinados temas. Las mismas que se mostraban prudentes a la hora de tildar como delito de odio las expresiones contra israelíes y judíos en sus campus son las que enarbolan constantemente la bandera de la tolerancia cero frente a cualquier manifestación que pueda levemente incomodar a negros, mujeres, musulmanes o comunidad LGTBI+ (disculpen si me dejo alguna consonante o el orden no es el correcto, o ambas a la vez).

Defender que una idea pueda ser expresada en voz alta poco tiene que ver con la defensa de la idea misma o con estar de acuerdo con ella. Es solo la defensa de la libertad de expresión como bien a preservar. Y la libertad de expresión es también para los que piensan diferente, para los impertinentes, para los equivocados, los estúpidos, los torpes, los pesados y los mentirosos. Es una obviedad, pero lamentablemente en estos tiempos que corren es necesario señalarlo. Y no solo necesario, sino casi subversivo. La prueba la tienen en que muchos de los que han arremetido contra la cultura woke, las políticas identitarias y las consecuencias de su aterrizaje en las universidades y las instituciones están celebrando que estas tres señoras hayan recibido una dosis de su propia medicina. Exigen, no que deje de practicarse lo que ellas llevan haciendo demasiado tiempo y con lamentables consecuencias, sino que se les haga lo mismo a ellas.

«Los que decían que ellos eran las dolientes víctimas, sin matices ni contexto, están ahora defendiendo a un grupo terrorista»

No me parece la solución. Creo que solo agrava el problema. Porque lo que nos encontraremos a este paso es una sociedad dividida en dos posturas irreconciliables defendiendo ideas contrapuestas con actitudes especulares. A lo que deberíamos aspirar no es a que los que pretenden callarnos a los que disentimos sean silenciados por los que piensan como nosotros. Lo suyo sería defender que todos podamos expresar nuestras ideas libremente, siempre que no se sobrepasen los límites establecidos en el marco legal que compartimos, porque es la única manera de poder confrontar argumentos y que los mejores ganen a los peores. Que sean las buenas ideas las que predominen precisamente por eso, no porque sea imposible atender a otras y demostrar que son equivocadas. Y la única manera es atendiendo al contexto. Ahora y siempre.

Lo curioso de esta paradójica situación es que ellos ahora se están viendo en el lugar en el que nos han colocado durante tanto tiempo al resto. Los que defendían que el mundo se divide en oprimidos y opresores, y ellos eran las dolientes víctimas, sin matices ni contexto, que los hombres blancos y heterosexuales someten a mujeres, negros, homosexuales, transexuales y musulmanes, están ahora defendiendo a un grupo terrorista que utiliza la violencia sexual sistemáticamente y de la manera más bárbara, que prohíbe la homosexualidad y la transexualidad, que no contempla la emancipación de la mujer, que asesina niños despiadadamente, que no respeta los derechos humanos. Y cuando se les interpela, cuando se les exige un argumento o, en su defecto, una rectificación, piden libertad de expresión y atender al contexto. Exactamente lo que han negado ellos siempre: libertad de expresión y atender al contexto. Parece casi una broma macabra que los que han utilizado la palabra nazi para despreciar y desacreditar a todo el que discrepaba con sus postulados sean ahora quien está justificando desprejuiciadamente el asesinato de judíos. Seamos serios… ¿Aquí quién sería el nazi?

9 comentarios
  1. PresuntoImplicado

    “Cualquiera que quiera frustrar el establecimiento de un Estado palestino tiene que apoyar el refuerzo de Hamás y la transferencia de dinero a Hamás. Esto es parte de nuestra estrategia”.

    Benjamin Netanyahu a los miembros de la Knesset (Parlamento israelí) de su partido Likud en 2019.

  2. Fedeguico

    Pues sí, los nazis son ellos, los siniestros de mieerda con su doble rasero, cinismo, hipocresía y mentiras descomunales. Son nazis fanáticos y es imposible dialogar o razonar con ellos, porque no les interesa la paz. Es imposible convivir con quien te odia visceralmente y sólo desea tu eliminación o esclavitud, con quien está en guerra contigo. ¿Seremos capaces de asumirlo antes de que sea demasiado tarde?
    El craso error de los buenos de corazón es que pretenden detener a los nazis con prédicas y catequesis, con buen ejemplo, en medio de las premuras de una guerra. Cuando los nazis te bombardean hay que entender que lo procedente es responderles con la mayor dosis posible de su propia medicina y que eso no te convierte en un nazi, porque si la paz se define como el imperio de la ética, cuando desaparece el fin sí justifica los medios (bueno, hasta cierto punto, pero básicamente porque el salvajismo es una pésima táctica militar)
    Lo que resulta absurdo es pretender librar pacíficamente una guerra. Por eso, la actitud de doña Rebeca me parece de una conmovedora y asombrosa ingenuidad: tras desvelarnos que son nazis casi nos invita a ponerles la otra mejilla.

  3. SUASORIAE

    (sigue) Pero su universo ideológico es un pack que implica atacar a Israel como atacan a Occidente: por defecto. Incapaces de ver y valorar toda esa red de protección institucional y legal que garantiza SUS derechos. Es tentador pensar en estos exquisitos hipersensibles hiperventilados que se ofenden por un adverbio viviendo esa noche de espanto.

    Aunque otro aspecto del mundo woke es que creen que algo así no les pasaría nunca a ellos: se creen inmunes porque se creen inocentes a priori: su hiper-implicación con los que atacan a Occidente los libra de la culpa con la que generosamente cubren al resto de la sociedad y creen, ingenuamente, que los protegerá (¿de un Putin o de un avión contra un edificio o de un tipo con un cuchillo asesinando al azar o contra un camión lanzado contra los viandantes…?).

    Creen que ELLOS, MEJORES, sí dialogarían con Hamas… Quizá eso creían también los chicos del concierto en el desierto, esa chica de la camioneta… que ellos no habían hecho nada a nadie… que solo querían vivir sus vidas…: Hamas dialogó… a su estilo.

Inicia sesión para comentar