El año de todos los demonios
«Ha pasado sin pena ni gloria, no sólo en Europa, sino en España, el semestre de la presidencia de turno, por mucho pecho que haya intentado sacar Sánchez»
Ha pasado sin pena ni gloria, no sólo en Europa, sino en España, el semestre de la presidencia de turno, por mucho pecho que haya intentado sacar Sánchez. Sus supuestos éxitos son la culminación de meras rutinas que venían del trabajo de otras presidencias…
Guerra en Israel, doble vara) Hamás sabía que la represalia a su ataque terrorista del 7 de octubre iba a suponer una interminable lluvia de fuego y muerte sobre la población de Gaza, aquella a la que dice defender (que en gran parte votó a Hamás, con un programa político cuya principal propuesta era la destrucción de Israel, en una especie de elecciones que tuvieron lugar en 2006, en las que obtuvo una mayoría absoluta de 76 escaños: nada indica que no la volvería a tener hoy, de haber urnas). Apenas nadie en el mundo árabe o musulmán considera que la eliminación de Hamás, como grupo terrorista que es, debiera ser el primer paso para ese futuro con dos Estados preconizado por Naciones Unidas. Tampoco ninguna de las obscenamente ricas petromonarquías se ha planteado mejorar la situación desesperada de los gazatíes a los que tanto dicen amar. Y el vecino Egipto cierra cruelmente su frontera humanitaria, no vaya a ser que se cuelen algunos indeseables y mucho hermano musulmán necesitado de ayuda de todo tipo.
Mientras, casi todo el mundo occidental critica el derecho a defenderse de Israel si esto pasa por matar a civiles. Consideran que Israel debería ser selectivo, aunque ello suponga que pierdan la vida muchos de sus soldados, o se retrase la eliminación de Hamás.
Guerra en Ucrania estancada) Las guerras acaban cansando y pasando: ¿quién se acuerda hoy de las de Yugoslavia, las de Irak o la que dejó un millón de muertos entre el mismo Irak e Irán, unos años antes? La de Ucrania, de seguir así, puede convertirse en lo que es hoy la de Siria: un desierto informativo. Sólo la promesa de adhesión a la Unión Europea y a la OTAN del país agredido le sigue otorgando cierto interés informativo, del que carecería de estar la contienda situada en alguna otra república exsoviética al este del Edén.
Nada indica, por otro lado, que las sanciones a Rusia, después de tantos meses, estén surtiendo efecto; y ya ha quedado claro que el apoyo material y logístico de los aliados a Ucrania no va a crecer por mucho que lo implore Zelenski. Tampoco parece Rusia en condiciones de ganar la guerra, ni siquiera de disfrazar su fracaso con la anexión de algunos territorios del Donbás. Una guerra convencional más, propia del siglo pasado, en el corazón de Europa, 30 años después de la de Yugoslavia, y también entre pueblos hermanos. También pasará y se olvidará.
Ya ni Biden dice que hay que liquidar a Putin.
Presidencia española) Ha pasado sin pena ni gloria, no sólo en Europa, sino en España, el semestre de la presidencia de turno, por mucho pecho que haya intentado sacar Sánchez. Sus supuestos éxitos son la culminación de meras rutinas que venían del trabajo de otras presidencias. Tampoco ha suscitado especial interés el que durante este periodo se haya producido una de las investiduras más contra natura en la historia reciente de la Unión Europea: con separatistas y delincuentes. España goza de un espléndido estatus de país europeísta, que Sánchez ha mimado con esmero desde hace tiempo, consciente de que la única crítica seria y amenazadora para él podría venirle de Europa.
Gobierno Frankenstein 2) El Gobierno legal pero ilegítimo (¿cómo puede ser legítimo gobernar pactando con quienes quieren acabar con el sistema incardinado en la Constitución?) encara el futuro con sorprendente comodidad: la prueba es que el mayor peligro que le acecha es la fronda de un puñado irreductibles podemitas que quieren vengarse del abrazo del oso de Yolanda Díaz y de un Sumar que ha resultado un Restar. Y ello bajo el impulso de Pablo Iglesias, un político capaz de abandonar su cargo de vicepresidente sin razón aparente, de inmolarse en las autonómicas de Madrid con menos fundamento todavía y de acabar conspirando contra la que fuera su delfina desde un canal de YouTube para los muy cafeteros.
Amnistía) Podrá permanecer algunos meses varada en el Senado, en el Tribunal Supremo, el Europeo o el Constitucional, pero la ley acabará desplegando sus efectos. Es impensable que nada pueda detener la inercia del indecente bodrio legislativo. Algunos podrán poner el grito en el cielo constitucional, pero es un hecho la indiferencia general de Europa, por mucho que se agite en la tribuna el alemán Manfred Weber frente a hemiciclo de Estrasburgo semivacío.
Las agendas secretas) Escalofríos dan las dos mesas secretas del PSOE con los nacionalistas vascos, visto el primer pago: la entrega de Pamplona a Bildu. La nocturnidad suele ir unida a la alevosía, y las concesiones serán de índole económica (ya se anunciaron), en materia de competencias (ídem), y acabarán muy probablemente con acomodos en política penitenciaria para «los de sangre» e indultos para los demás. De referéndum, poca cosa: que pidan el suyo los indepes catalanes a modo de cortina de humo.
Gérard Depardieu) El actor francés (que tiene juicios abiertos por agresión sexual) es objeto de un linchamiento a cuenta de unos comentarios soeces filtrados de unos rushes descartados de un documental antiguo jamás emitido. La indignada ministra de Cultura de Francia, Rima Abdul Malak, ha incoado un procedimiento para quitarle la Legión de Honor, que, de todos modos, el actor ha puesto a disposición en un comunicado de sus abogados. El presidente Macron ha desautorizado a la ministra y no ha querido ceder a turbamulta y quitarle la Legión de Honor de manera preventiva, sin esperar a lo que diga la justicia. Liberté, Égalité, Présomption d’innocence.
Cuestionario maldito a Dios:
- Padre ¿por qué nos has abandonado? – Pregunta a mi esclavo ChatGPT, que yo ya me jubilo.
Los dos libros de mi año:
Contra el feminismo, de Teresa Giménez Barbat, el libro más feminista de los últimos años.
Vida de Arcadio, de su biógrafo Arcadi Espada. La aparición de un nuevo género: la autobiografía por cuenta ajena.