MyTO

Por qué pierde los estribos Patxi

«Lanza su perorata justificativa y aturullada sabiendo que nadie sensato le cree. Por eso usa el tono altanero de ‘usted no sabe con quién está hablando’»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz.

  • Nacido en Barcelona en 1956, escribe artículos para la prensa y ficciones. Su último libro publicado es la novela ‘Pronto seremos felices’.

Es todo un acierto que a Patxi López, hombre sin duda dotado de grandes virtudes, además de la nada desdeñable superioridad innata de ser de Bilbao, pero también marcado por alarmantes limitaciones, se le haya confiado precisamente la tarea de explicar a la prensa las decisiones tomadas en el Congreso de los Diputados.

Cada vez que le vemos dando explicaciones le vemos en realidad montando una bronca un poco tabernaria a cuenta de la oposición, que son fachas muy malos, y también con alguno de los periodistas que, sentados en sus pupitres, encogidos a sus pies como tímidos alumnos a los pies del profe, tienen consignada la amarga tarea de hacerle preguntas y escuchar sus filípicas.

Como esos periodistas han sido debidamente escolarizados y tienen respeto a la autoridad, le tratan de usted. Él, por el contrario, campechano y confianzudo, les tutea. Les tiene tanta confianza, que hasta les advierte qué deben preguntar, y si se salen del temario, si hacen preguntas incómodas, bronca va. A uno que se interesó por el caso Tito Berni, le oímos responderle: «¡Y qué más da! ¿Pero eso a ti qué te importa?». Aquella fue la primera vez que me fijé en él. No daba yo crédito a tanta ordinariez, provocada, seguramente, porque la pregunta le incomodaba mucho. Suerte, pensé, que Patxi López representa al Gobierno, porque si fuera portavoz de una empresa privada, ya mismo le pondrían de patitas en la calle.

Otro día nuestro buen Patxi se negó, simplemente, a responder a las preguntas de no sé qué medio, so pretexto de que él no se habla con fascistas. Ahora bien, ese medio estaba debidamente acreditado para aquella rueda de prensa y la obligación deontológica de Patxi era la que era (al margen de que no existe un partido fascista español).

Se llama democracia. ¿Habéis oído hablar? Pues no, el chaval se quedó ofendido y humillado y sin respuesta, y sus colegas, por cierto, ni rechistaron: chicos, hacéroslo mirar, que al ofender a uno os humilla a todos.

«El tuteo, la confesión, despectiva, de que no quería responder son de una grosería y una chulería inaceptables»

Hay un plumilla –no sé si es siempre el mismo: por la tele se les ve de espaldas— que tiene la rara virtud de sacar especialmente de sus casillas a nuestro buen Patxi. El otro día le preguntó si se sentía cómodo en los pactos del PSOE con Bildu, que está trufada de asesinos de ETA. ¡Uy, cómo se puso el buen Patxi!

Mordiéndose los labios, resoplando y lanzando a diestra y siniestra miradas flamígeras, un poco sonrojado y en tono tajante, aquí Patxi compuso una imagen sin duda terrorífica para el preguntón, pero hilarante para mí:

-«Mira, no te iba contestar pero voy a contestar, porque estoy bastante harto de este asunto».

Ya sólo estas primeras frases, el tuteo, la confesión, despectiva, de que no quería responder y que si lo va a hacer es para acabar de una vez por todas con un incordio, son de una grosería y una chulería inaceptables. Pero es un arrebato revelador, porque, efectivamente, entre las muchas cosas digamos… pringosas de este Gobierno, destaca la de pactar con Otegi y su gente –que deberían haber quedado, después de purgar sus crímenes, inhabilitados de por vida para ejercer cualquier función pública-, pactar con ellos leyes y gobiernos regionales y entregarles alcaldías, so pretexto de que bueno, matar ya no matan. Y hacerlo, además, después haber jurado y perjurado en campaña que no, que pactar con Bildu era una línea roja que jamás cruzarían.

Todas estas cosas indignan a muchos, y también avergüenzan a algunos militantes del PSOE. Por eso Patxi pierde los estribos y lanza su perorata justificativa y aturullada sabiendo que nadie sensato le cree. Por eso se sonroja y usa el tono llano y a la vez altanero de «usted no sabe con quién está hablando». Que los periodistas se dejen tratar así es algo que escapa a mi comprensión.

19 comentarios
  1. danif

    La diferencia de los que dirigieron la transición con los que los critican es que una gran parte de los fundadores fueron a la política para ser útiles en el período histórico de la formación de un estado democrático abandonando profesiones más rentables que la política. El problema de los políticos actuales es que muchos no pueden abandonar la política porque no tienen una profesión tan rentable . Los principios éticos e ideológicos no son para ellos lo importante “ lo que les va la vida” es la continuidad en el cargo.

  2. jotanito

    Hay que comer

  3. Gorkataplines

    francisco javier, pachi, lópez -todo con minúsculas tratándose de él, y con CH- es conocido por chapela herría como “el hijo lelo de Lalo». Su padre Eduardo “Lalo” López al menos dio el callo cuando era complicado darlo, en cambio él es uno de esos jetas que como no servía para nada se metió en política, uno más. Y le ha sacado chispas al oficio sin importarle nada las consecuencias de sus actos. Las palabras ética y moral no están en su vocabulario.
    No es que no acabara sus estudios de ingeniería, es que matricularse ya le debió parecer un esfuerzo sobrehumano. Pero que el chaval sea muy escaso, además de vago, y que no haya leído en su vida ni El Capitán Trueno no es disculpa para que sea también una mala persona, amoral y sin principios, cosa de la que ya nos advirtió la madre de los Pagaza y que él ha confirmado sobradamente. Y no voy a entrar en su relación con los chanchullos y puteríos de Tito Berni, pero algún día nos enteraremos, espero.

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