Pedro Sánchez en la antigua Atenas
«Sánchez es capaz de afirmar en el mismo minuto que su gestión ha mejorado la convivencia y que estamos viviendo un pico de polarización sin precedentes»
Después de escuchar a Pedro Sánchez citando a Aristóteles, me gustaría escuchar a Santos Cerdán recitando a Ovidio. Qué irresistible es la realidad cuando le rinde homenaje a Tarantino. Qué delicia es observar a un personaje subvertir las expectativas, florecer en la incongruencia, deleitarse en el verbo inesperado. Todavía no doy crédito, Pedro Sánchez citando a Aristóteles, ¡y una cita sobre la verdad!
Sin ánimo de aguar el entusiasmo que a todos nos provoca el encuentro del Presidente con la cultura clásica, creo que algo falla en la cita. Disculpen la pedantería, pero eso de «la única verdad es la realidad» que el presidente ha atribuido a Aristóteles en sus dos últimas entrevistas no es correcto. Aristóteles, en efecto, creía que la verdad se descubre a través de la razón y la observación empírica, y que se corresponde con el estado real de las cosas. Para Aristóteles, la verdad es la correspondencia de una afirmación con la realidad. No se trata de que la única verdad sea la realidad, sino que la verdad es decir lo que se corresponde con la realidad y la falsedad lo que no se corresponde con ella. Decir, por ejemplo, «el PSOE ha pactado con Bildu la entrega de la alcaldía de Pamplona» se corresponde con la realidad, y por tanto es verdad. Y decir, «el PSOE no ha pactado nada con Bildu» no se corresponde con la realidad, y por tanto es falso.
Pedro Sánchez dejó otras perlas en su entrevista en Radio Nacional, alguna de las cuales tendrían que ser incorporadas al genial diccionario político para dummies de Pablo de Lora. Por ejemplo, el uso discrecional del sintagma «incorporar a la gobernabilidad». El Presidente se felicita de haber «incorporado a la gobernabilidad» a partidos como Junts, ERC o Bildu, pero lamenta que el Partido Popular «pacte» con Vox. El PP debería tomar nota, y en lugar de pactar con Vox debería «incorporarlos a la gobernabilidad». Porque cuando pacta con la extrema derecha es secuestrado por la extrema derecha, mientras que cuando el PSOE «incorpora» a estos partidos a la gobernabilidad los domestica. Hay que reconocerle al presidente el sentido del humor: con las últimas cesiones ante Carles Puigdemont todavía humeando, le reprochó a la oposición su falta de autonomía. Su gusto por las paradojas es otro reflejo de su repentino amor por la cultura clásica. Ahí va otra: Sánchez es capaz de afirmar en el mismo minuto que su gestión ha mejorado la convivencia y que estamos viviendo un pico de polarización sin precedentes.
Aristóteles, ya que estamos, fue también el descubridor de los entimemas: silogismos en los que se suprime alguna premisa, normalmente por considerarse evidente. Un arma retórica de doble filo. Aristóteles sabía que las peores mentiras, las más difíciles de desarticular, no son las que se afirman llanamente, sino las que laten en las premisas implícitas.