THE OBJECTIVE
Clemente Polo

¿Quién ganó las elecciones francesas?

«Macron debería realizar consultas con los líderes de la derecha e izquierda para formar un gobierno que represente a la mayoría más amplia posible de franceses»

Opinión
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¿Quién ganó las elecciones francesas?

Ilustración de Alejandra Svriz.

Puede parecer una pregunta tonta porque tras conocer los resultados de la segunda vuelta de las elecciones legislativas convocadas nada más conocerse la debacle electoral sufrida por la coalición forjada en torno al presidente Macron en las elecciones al Parlamento europeo el pasado 7 de junio, algunos medios de comunicación como elDiario.es otorgaban la victoria a la «unión de la izquierda» y otros como El País informaban con manifiesta complacencia que «la izquierda francesa, agrupada en el Frente Popular, gana las elecciones, seguida de los macronistas», aunque los lectores interesados buscarán en vano las siglas del nuevo frente en la larga lista de partidos y coaliciones que figuran en los resultados publicados por el Ministerio de Interior galo. 

E incluso más sorprendente resulta leer en El País el titular «Una Francia aliviada tras las elecciones afronta un reto inédito: formar un Gobierno de coalición», como si los ciudadanos que no votaron a las coaliciones de izquierda o a la coalición presidencial no fueran franceses, porque dudo mucho que estos ciudadanos se sintieran aliviados tras conocer los resultados. Denunciaba Savater en una columna titulada Superioridad moral y política, publicada en THE OBJECTIVE y dedicada precisamente a comentar los resultados de las elecciones francesas, que la mayoría de los medios de comunicación ejercen «una especie de racismo ideológico» y dan por descontado «que sus convicciones políticas son de por sí y por la gracia divina superiores a las demás, sin necesidad de argumentos ni de contrastarlas con otras o aún más notable, a pesar de los argumentos o de los resultados que las desmienten».

La mayoría de los diarios en España, incluso los no alineados con el Gobierno de Sánchez, dieron por buena una interpretación que, parafraseando a Savater, desmienten los resultados. Abc afirmaba en su portada que el Frente Popular había ganado las elecciones, La Razón que Francia se movilizó para cortar el paso a Le Pen, La Vanguardia que Francia da la victoria al bloque contrario a la extrema derecha y Expansión daba cuenta de un vuelco que otorgaba la victoria a la izquierda. En todas ellas, se aprecia la misma obsesión por descalificar a algunas opciones políticas calificadas por algunos medios de extrema derecha e identificar a Francia con quienes las rechazan, despreciando el respaldo popular obtenido por cada una de ellas.

Resultados electorales

El Cuadro 1 presenta los resultados obtenidos por cada una de las formaciones que concurrieron a las dos vueltas de las elecciones legislativas. El lector puede encontrar el nombre de la formación, su posicionamiento político y líder más representativo, los resultados en votos y escaños obtenidos el 30 de junio (1ª vuelta) y el 7 de julio (2ª vuelta). Las he agrupado en cuatro bloques: izquierda, centro, centro derecha y derecha y para facilitar su lectura los partidos que obtuvieron escaños aparecen en negrita. Para evitar descalificaciones implícitas, he evitado denominar a algunas de ellas como extremas tanto en el bloque de izquierda como de derecha.

Cuadro 1. Resultados elecciones legislativas francesas

Fuente: elaboración propia a partir de la información del Ministère de l’Intérieur.

La Unión de la Izquierda (Unión de Gauche) obtuvo un total de 178 diputados, una cifra superior a los 150 obtenidos por Juntos (Ensemble) y a los 125 de Reagrupación Nacional (Rassemblament National), y quien así lo desee puede interpretar que la Izquierda ha ganado e incluso algunos medios avanzar su legitimidad para encabezar un gobierno de coalición como exige Mélenchon, uno de sus principales líderes. Ahora bien, lo cierto es que el partido de Le Pen superó en 386.866 votos a Unión de la Izquierda en la primera vuelta y en 1.739.485 en la segunda. Cuando miramos a los resultados por bloques agrupados por su posicionamiento político, izquierda, centro, centro derecha y derecha, observamos asimismo que el subtotal de las formaciones de derecha (cifras en verde) supera ampliamente los subtotales correspondientes a las formaciones de centro y centro derecha (cifras en azul) y a las de todo el bloque de izquierda (cifras en rojo).  

Votos, escaños y quién debe gobernar

La cuestión es que el sistema electoral francés, como los espejos curvos, proporciona una asignación de escaños muy distorsionada y cuestionable desde el punto de vista de la representatividad: el muy superior número de votos cosechado por las formaciones de derecha se desvía enormemente del número de escaños logrado en comparación con otras formaciones. La explicación radica en que la Unión de la Izquierda sólo necesitó en media 47.983 votos por cada uno de los 146 escaños logrados en la segunda vuelta, la coalición macronista 42.665 votos por cada uno de sus 148 escaños y Reagrupamiento Nacional 99.375 votos por cada uno de sus 88 escaños. 

Con estas cifras en la mano resulta discutible afirmar que Nuevo Frente Popular ganó las elecciones (Abc) o que los franceses dieron la victoria al bloque contrario a la extrema derecha (La Vanguardia), e incluso más inaceptable que Francia se movilizó para cortar el paso a Le Pen (La Razón). Mélenchon reclama formar un gobierno liderado por la izquierda para desplegar el programa del Nuevo Frente Popular, aunque todos los partidos de izquierda sólo obtuvieron 27,41% y 29,45% de los votos válidos emitidos en la primera y segunda vueltas, respectivamente, en tanto que los partidos de derecha obtuvieron 34,07% y 35,81%, respectivamente. El desprecio que supone dejar fuera del juego político a una fracción tan elevada de los votantes nos da una idea del escaso respeto de la izquierda francesa por la democracia camuflado detrás de su pretendida superioridad moral y política.

Con estos datos en la mano, el presidente Macron debería realizar consultas con los principales líderes de los bloques de derecha e izquierda y explorar cuáles son sus exigencias y las concesiones que cada uno está dispuesto a hacer para formar un gobierno que represente a la mayoría más amplia posible de franceses. Comprendo el desasosiego de muchos ciudadanos ante algunos posicionamientos extremistas de Reagrupamiento Nacional, como ocurre con Vox en España, pero estos ciudadanos deberían tener presente que Mélenchon, además de «coincidir con algunas de las ideas más populistas de la derecha, como la de que Francia abandone la Unión Europea», es un reconocido admirador de Chaves y Maduro, quiere poner límites a los precios, derogar las reformas de pensiones e inmigración aprobadas por el Gobierno de Macron, crear una agencia de rescate para inmigrantes indocumentados y facilitar las solicitudes de visa.

En fin, todo un programa muy completo de desestabilización social y económica que Macron, a la vista de la deriva impuesta por los extremistas de izquierda al gobierno de España desde junio de 2018, debería sopesar muy mucho antes entregar el gobierno de Francia al Nuevo Frente Popular.

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