Indignidad total
«Todos con Sánchez son la misma escoria política y ética. Illa es como él pero con aspecto aburrido. Zapatero siempre ha demostrado ser un tonto cursi activo»
La vida —para bien y para mal— siempre brinda la oportunidad para que todo el mundo se enfrente a una situación que refleje cómo es. Así, Ignacio Echevarría se convirtió en un héroe mundial —en lucha por su beatificación— por su heroica acción armado con su monopatín enfrentándose a los terroristas. Hoy la infinidad de canales de comunicación permiten que lo que antes era el «tonto del pueblo» —patrimonio local— pase a ser «tonto universal». De eso se encarga el tonto apoyándose en TikTok, Instagram, X, … La tecnología ha hecho cierta la frase de Mateo 7.16 «por sus frutos los conoceréis». El mundo ha pasado de ser identidad a ser percepción. Un problema para el socialismo en el mundo. Una cosa es el discurso y la propaganda —auténtico fango y bulo— y otra muy diferente su forma de actuar. Lamentablemente en España tenemos dos de las peores referencias mundiales de la indignidad total.
Una desgracia para la humanidad, que ha puesto en evidencia a sus protagonistas, son las elecciones en Venezuela. El narcodictador Nicolás Maduro ha recurrido al más que previsible pucherazo golpista para mantenerse en el poder. Ante las legítimas protestas del pueblo estafado está recurriendo a las detenciones, torturas y asesinatos en las calles. Viendo quiénes apoyan el resultado y a Maduro queda claro la basura que es. Todo avalado por los dictadores Xi Jinping de China, Vladimir Putin de Rusia, Ali Jemenei el líder de la República Islámica de Irán, el cubano tirano y el sobre-cogedor José Luis Rodríguez Zapatero. El claro ejemplo del cretino del pueblo que se ha convertido en cretino universal. Siempre ha demostrado ser un tonto cursi activo. Tenía un proyecto destructivo para España por sus complejos de infancia, pero no era un peligro para las libertades en el mundo.
«Zapatero, entre la democracia y la dictadura, ha elegido dictadura. Entre el pueblo y los dólares ha escogido los dólares»
Ahora ha demostrado que su discurso sobre la justicia universal, la igualdad y el progresismo era postureo. Su realidad es ser colaborador necesario y blanqueador del sanguinario narcodictador golpista de Venezuela. Zapatero, entre la democracia y la dictadura, ha elegido dictadura. Entre el pueblo y los dólares ha escogido los dólares. Entre la voluntad de Venezuela y Nicolás Maduro se ha quedado con Maduro. Hay que tener tragaderas para ir con el tirano. El pueblo de Venezuela ha optado por la heroica movilización acompañado de una importante reacción internacional. Nada debe parar hasta acabar con el dictador y su gente.
La presión de las calles debe ser apoyada por medidas internacionales contra Maduro y sus cómplices. Órdenes internacionales de detención por los crímenes cometidos. Congelación y embargo de todos los bienes vinculados a sociedades, familiares y cómplices de la dictadura. Algo que se podría empezar en España con José Luis Rodríguez Zapatero. Ya sé que España, con este Gobierno cuyo lamentable ideólogo es Zapatero, es imposible que lo haga. Ojalá algún país inicie las medidas de persecución internacional de los cómplices de Maduro y veamos cómo, algún día, detienen en un aeropuerto internacional a Zapatero por su vínculo con la dictadura venezolana. Y si le embargan todo siempre será poco para el saqueo al que está siendo sometida Venezuela por el colega de Zapatero. ¿Hasta dónde llegan sus beneficios por ser fiel al dictador?
La indignidad socialista nunca viene sola. Pedro Sánchez Castejón no deja pasar una semana sin ahondar en su indignidad. Semana a semana aumenta el nivel de miseria a la que puede llegar una persona. Está claro que con Pedro Sánchez no hay límite. Cercado por la más que presunta corrupción de su mujer y su hermano, quien calla otorga, utiliza los medios públicos —fiscalía general del Estado y abogacía del Estado— como instrumentos privativos de él y su familia. Conducta propia de todo dictador que se precie que actúa sintiendo que el Estado es él y todo lo que tiene le pertenece. Por eso, arrebata al Estado parte de la Hacienda para regalársela a los independentistas catalanes y comprar una presidencia territorial para Illa. Todo en él es mentira. Ya saldrá de Moncloa y la justicia tendrá que ajustarle las cuentas.
«El PSOE arrastrado por Pedro Sánchez es sinónimo de desigualdad, de mentira y de traición»
El autócrata dicta y los demás tragan. Dinero para los ricos a costa de los más necesitados. Desigualdad plena territorial para financiar el nazionalismo identitario golpista excluyente. El PSOE arrastrado por Pedro Sánchez es sinónimo de desigualdad, de mentira y de traición. Según Sánchez la desigualdad, el privilegio, la insolidaridad y la claudicación ante los nazionalistas golpistas es «magnífico» y le lleva a sentirse «satisfecho y feliz». La felicidad y satisfacción del megalómano narcisista psicopático del presidente de España demuestra que su persona está construida sobre el más perverso y tóxico detritus. Se lo preguntó a Maxim ¿Cómo pasaré a la historia? A este paso, Sánchez añorará ser recordado como un mierda.
Todos con Sánchez son la misma escoria política y ética. Illa es como Sánchez pero con aspecto aburrido. Miente y actúa igual. Según él, no habría amnistía ni concierto económico. Pues eso. Quiero ver a María Jesús Montero, que el 15 de julio negaba el concierto económico para Cataluña, defendiéndolo a gritos, ella no habla, por las calles de Estepa o Tarancón. Y a todos los diputados del PSOE votando con fervor el expolio de sus territorios para que el dinero de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, La Rioja o Extremadura se lo lleven la burguesía independentista catalana.
Quiero ver a todos los palmeros mediáticos de Sánchez justificando lo injustificable. Son en España a Sánchez lo que Zapatero a Maduro. Esos voceros, amanuenses mercenarios vendidos al régimen, son fundamentales para que el privilegio, la desigualdad, la mentira y la traición sean los valores de Pedro Sánchez y el PSOE.
La ola de calor es mucho más soportable que el hedor que produce la acción de estos personajes.