La economía de Sánchez, un cohete de feria
«Aunque los miembros del Gobierno no dejen de presumir de su pretendido éxito en las políticas de empleo, seguimos duplicando la tasa de desempleo de la UE»
Ilustración de Alejandra Svriz.
Primero eligió la figura de una moto para presumir de la marcha de la economía española durante su mandato. En su habitual soberbia le debió parecer poco y ahora Sánchez se ha embravecido todavía más y para ensalzar los resultados económicos de su política opta por utilizar otra figura y afirma que nuestra economía va como un cohete. Lamentablemente para los españoles es cierto que va como un cohete, sí, pero de los de feria, de esos que estallan a pocos metros del suelo y su única utilidad es provocar la algarabía festera de los que están dispuestos a celebrar lo que sea, cualquier cosa.
Podrían resaltarse múltiples datos que contradicen la impostada afirmación de Sánchez. Entre otros, el desmadre de nuestras cuentas públicas que mantienen un elevado déficit enquistado cuya solución no aborda el Gobierno y un endeudamiento estratosférico que no cesa de crecer. También la fuerte caída de la inversión extranjera, la reducción de la actividad industrial, la pérdida de nuestro nivel de renta en comparación con la europea, el aumento del porcentaje de la población que está en riesgo de pobreza… Y así, hasta una lista casi interminable.
Sin embargo, para desmentir la presuntuosa afirmación de Sánchez he elegido la variable socialmente más significativa como es la tasa de desempleo que, además, es de la que más presumen él y los miembros de su Gobierno. Es constante el sonar de los platillos y timbales que aporrean uno y otros para acompañar las alharacas que lanzan auto ensalzándose por su pretendido éxito en la materia reseñada. Y no hay tal como va a poder comprobarse observando fríamente los datos de la cuestión incluso dando por buenas -que es mucho dar- las estadísticas oficiales teñidas de trampas, trucos y manipulaciones como es de público conocimiento. Veámoslo.
Sánchez heredó una tasa de paro del 14,4%, dato de final de 2018, circunstancia dramática pese a su más que probable sobredimensionamiento debido al alto nivel de la economía sumergida existente en nuestro país. Sin duda alguna se trataba de una grave lacra económica y social. El dato expuesto suponía que doblábamos la media del desempleo existente a esa fecha en la Unión Europea -7,1%- siendo la tasa española el 202% de la comunitaria. Evidentemente, un diferencial como éste era claramente negativo para España pues aparte del drama social que implicaba, perjudicaba las cuentas públicas, dañaba nuestra competitividad y, en definitiva, reducía nuestro potencial de desarrollo. Se trata ahora de comprobar si la política del Gobierno Sánchez ha logrado reducir este significativo hándicap que nos separaba entonces de los países de nuestro entorno.
La respuesta se encuentra en los datos referidos a final de 2023, último año finalizado, momento en el que la tasa de paro en España fue el 11,9% en tanto que la media de la Unión Europea estaba situada en el 6,1%, por lo que la primera es el 195% de la segunda. Quiere decirse que estamos prácticamente donde estábamos pues la exigua mejora observada, 195% vs 202%, es claramente insignificante. Y es así pues como se ve y pese a los fuegos artificiales lanzados desde el Gobierno y a la magia estadística empleada para alimentarlos, al término del año pasado seguíamos duplicando el índice de desempleo que tienen como media los países del club al que pertenecemos.
«A 30 de abril de este año, la media del paro europeo es el 6% y España sufre un desempleo del 11,7%»
Los datos más recientes confirman el mantenimiento de la situación descrita pues a 30 de abril de este año, la media del paro europeo es el 6% y España sufre un desempleo del 11,7% que, de nuevo, sigue siendo prácticamente el doble del de la Unión -se mantiene el 195%-. Y más todavía, en el pasado mes de julio descendió el número de afiliaciones a la Seguridad Social, dato preocupante que confirma lo lejos que se está en España de resolver el problema del empleo ¿A qué vienen entonces tanta auto satisfacción y tanto auto elogio de nuestros gobernantes? ¿Dónde está el tan cacareado éxito que se atribuyen?
Complementando lo expuesto, ofrece interés observar el comportamiento de la variable analizada durante el periodo 2018-2023. En 2019, primer año completo del mandato de Sánchez, nuestra situación comparativa empeoró pues el desempleo existente en España era 13,8% y representaba un 205% del europeo -6,7%-. La situación se agravó aún más en 2020, año de la pandemia, pues en España se alcanzó una tasa de 16,2% que suponía un 216% de la comunitaria -7,5%-. Sin duda, nuestra peor evolución en 2020 estuvo provocada por los negativos efectos que el shock pandémico provocó en el turismo y la significativa importancia que este sector tiene en nuestra economía.
A partir de 2021, la recuperación postpandemia indujo a que en España la tasa de paro se redujera a mayor ritmo que en el resto de los países de la Unión, cuestión de una lógica elemental dado lo acaecido en 2020. Ningún mérito del Gobierno pese a la propaganda oficial, pues el enfermo que más sufre la subida de la fiebre es también el que tiene después un mayor descenso. No hay más. Y de ese modo llegamos al momento actual en el que, como hemos dicho, seguimos teniendo el doble de desempleo que el existente en la Unión Europea.
Pese a lo expuesto, no hay debate, entrevista o declaración en el que los miembros del Gobierno dejen de presumir de su pretendido éxito en las políticas de empleo, algo inexistente salvo que que así consideren el haber heredado una tasa de paro igual al 202% de la media europea y haberla situado más de seis años después en el 195% utilizando para ello, además, todos los trucos de magia estadísticos que imaginarse pueda. Pero ya se sabe, Sánchez y los suyos practican como nadie el juego del parchís, comen una y cuentan veinte. Cosas del marketing político. Pero digan lo digan, vendan lo que vendan y cacareen lo que cacareen, no han conseguido avanzar en la solución del problema y seguimos duplicando la tasa de desempleo de la Unión Europea.
