¿Qué hacer frente al Frente Popular?
«No es difícil darse cuenta de que lo que estamos viviendo con Sánchez en España es la puesta en acción de la estrategia que define, a eso, a un Frente Popular»
Ilustración de Alejandra Svriz
En España somos muchos los españoles que creemos en la libertad como el bien supremo que debe regir nuestra vida en común.
Pues bien, todos esos españoles llevamos ya bastante tiempo contemplando con preocupación, con angustia y también con ira cómo gobiernos del PSOE, desde los de Zapatero hasta los de Sánchez, no dejan de arrinconarnos políticamente, de atacar las libertades de los españoles y, al mismo tiempo, de maniobrar para acabar con esa España de la que hemos heredado todo lo que somos histórica y culturalmente.
Lo primero de todo es identificar bien cuál es el problema que tenemos que resolver. Es posible que, al analizar lo que ahora está pasando en España, hayamos cometido el error de creer que todo proviene de la desatada pasión de mandar del inquilino -con vocación de propietario- de La Moncloa. No digo que no le guste moverse en helicóptero y en Falcon por todo el mundo ni que no le llene de satisfacción comprobar que de su dedo dependen los sueldos de miles de militantes de su partido a los que puede poner y quitar a su antojo e interés, pero no es esa la principal clave de la actuación de Sánchez, desde que se puso a la cabeza de Frankenstein.
No sé si él era plenamente consciente del paso que daba cuando negoció con todas las fuerzas anticonstitucionales de España para que le hicieran presidente del gobierno, pero, una vez en el poder, está claro que ha ido haciendo suyas las reivindicaciones y objetivos de esas fuerzas anticonstitucionales que le sostienen: comunistas clásicos, comunistas bolivarianos, independentistas, golpistas y filoterroristas.
Al hacer suyos esos objetivos, sin haberlo declarado explícitamente, Sánchez lleva seis años liderando un Frente Popular español. Esto es lo que hay que saber a la hora de plantarle cara.
Para lo que es muy importante tener claro qué es un «frente popular». Históricamente, es una creación de la Internacional Comunista, que, en un Congreso de 1935, bajo la inspiración de Stalin, recomendó a todos los partidos comunistas del mundo que formaran coaliciones con los partidos «burgueses» de izquierda para enfrentarse a las derechas, a las que tenían que calificar de nazis o fascistas, aunque no lo fueran. La estrategia consistía en, una vez que esas coaliciones, llamadas «Frentes Populares», llegaban al poder, dar los pasos necesarios para convertir los regímenes democráticos en comunistas.
Esa estrategia estalinista estaba más o menos olvidada hasta que, en 1989, sobrevino la Caída del Muro y la constatación del fracaso sin paliativos del comunismo, también llamado socialismo real. Muchos creyeron, creímos, que ese fracaso iba a vacunar para siempre a los países frente al virus del totalitarismo comunista, pero una serie de teóricos del marxismo han sabido articular una estrategia, heredera directa de la de los frentes populares, para que ese virus haya mutado y, como estamos viendo, goce de buena salud.
«No es difícil darse cuenta de que lo que estamos viviendo con Sánchez en España es, precisamente, la puesta en acción de la estrategia que define, a eso, a un Frente Popular»
La estrategia de un Frente Popular del siglo XXI no varía mucho de la que preconizaba la Internacional Comunista en 1935. Fórmese una coalición en la que el partido cuyo proyecto es el comunista tenga cierta relevancia. Consígase ganar unas elecciones, aunque sea a base de mentiras. Y, una vez en el poder, empiécense a dar los pasos necesarios para subvertir el régimen democrático y convertirlo en totalitario, donde ya no exista la separación de poderes, donde la propiedad privada sea un derecho relativo y donde las libertades, empezando por la de expresión y la de información, estén siempre controladas por los que han conseguido hacerse con el poder, que no prevén dejar de ninguna de las maneras.
Con esta descripción de lo que es y cómo funciona un Frente Popular, creo que no es difícil darse cuenta de que lo que estamos viviendo con Sánchez en España es, precisamente, la puesta en acción de la estrategia que define, a eso, a un Frente Popular.
Primero, una coalición heterogénea, que, en el caso de España, tiene el agravante de que a comunistas e izquierdistas se les unen los golpistas, filoterroristas e independentistas. Pero que consiguen entre todos ellos tener la mayoría absoluta del Congreso.
Después, sin pausa y sin complejos, atacar la independencia de los jueces. Creo que no es necesario extenderse en demostrar esto porque es un escándalo evidente.
Controlar los medios de comunicación y los centros de producción ideológica, censurando, si es necesario, la prensa del «fango», como ya ha amenazado hacer Sánchez con los medios que no le hacen la ola.
Y relativizar la propiedad privada, a base de subir impuestos, desprestigiar a los empresarios y hacer crecer exponencialmente el gasto público.
Justo lo que estamos viviendo en la España de hoy.
Por eso, si no tomamos conciencia de que lo que tenemos en frente es un Frente Popular, difícilmente podremos arbitrar estrategias para frenarlo. Al tiempo que tenemos que asimilar que, en la mayoría de los casos, dialogar o pactar con ese Frente no hace más que fortalecerle.
