THE OBJECTIVE
Esperanza Aguirre

México

«La voladura de la democracia en México debe ser una causa española. España debería abrir los ojos de Bruselas ante lo que está sucediendo en aquel país»

Opinión
Comentarios
México

Claudia Sheinbaum, presidenta de México. | Zuma Press

El pasado 1 de octubre Claudia Sheinbaum tomó posesión como presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, sucediendo en el cargo al que ha sido su padrino político Andrés Manuel López Obrador, AMLO.

En esa ceremonia España tuvo un protagonismo inesperado. Por un lado, AMLO y la Sheinbaum dejaron claro que se negaban a invitar al Rey de España a ese acto, en el que debería haber estado presente, porque ya es tradición que en las tomas de posesión de los presidentes de las repúblicas hispanoamericanas siempre esté presente nuestro Rey, representándonos a todos los españoles. Por otro lado, en el acto los que sí estuvieron presentes fueron unos políticos de Sumar, de Bildu y del BNG, a los que la nueva presidenta agradeció expresamente su presencia.

El argumento para prohibir la presencia del Rey es que no ha hecho pública una declaración pidiendo perdón por «los crímenes de la conquista».

Y el argumento para agradecer a los comunistas, independentistas y filoterroristas españoles su presencia debe de ser que la nueva presidenta encuentra puntos en común con las ideologías que estos políticos defienden.

Pedir ahora perdón por lo que presuntamente hicieron unos españoles hace 500 años es completamente absurdo. Como se ha dicho muchas veces, es como si ahora exigimos a Meloni que nos pida perdón por el oro que los romanos se llevaron de las minas de Hispania o por haber enseñado a nuestros ancestros a hablar en latín. Y mucho más cuando sabemos que lo que hicieron Hernán Cortés y los españoles que le acompañaban fue aliarse a muchos miles de indígenas, totonacas y tlaxcaltecas, a los que se unieron centenares de cholutecas, enemigos del imperio azteca que los tenía sojuzgados, para derrotar en 1521 a aquellos sanguinarios opresores.

«Al prohibir la presencia de Felipe VI, AMLO y Sheinbaum están mostrando cuál es su ideología, que es la ideología ‘woke’»

El fin del imperio de los aztecas significó el comienzo de la administración española sobre esos territorios, a los que aquellos conquistadores bautizaron como Nueva España. Y supuso su incorporación a la civilización occidental. A partir de aquel momento los valores de nuestra civilización, los de la cultura grecolatina y la religión judeocristiana, empezaron a cultivarse y a extenderse por allí. En 1539 ya había imprenta en la ciudad de México, en 1551 se funda su universidad y en 1571 se comienza la construcción de su imponente catedral; y éstos son sólo algunos hitos de esa incorporación.

Al prohibir la presencia de Felipe VI, AMLO y Sheinbaum están mostrando cuál es su ideología, que es la ideología dominante de todos los movimientos en los que se transmuta el viejo comunismo, la ideología woke. Esta ideología pretende presentarse como la defensora de todos los colectivos que alguna vez en la historia han sufrido discriminaciones o agresiones.

Que AMLO y la Sheinbaum exijan que los españoles de hoy pidamos perdón por la conquista y por haber incorporado a los habitantes de México a la civilización occidental es una oportunidad para que reflexionemos acerca de nuestra historia, en la que, como en las historias de todos los pueblos, hay luces y sombras.

Conocer mejor la historia de España y la capital importancia de la acción civilizadora que los españoles de entonces llevaron a cabo en América, exige salirse de ese canon simplista que los gurúes de la corrección política intentan imponer en la interpretación de nuestra historia. Ese canon habla de los conquistadores como si hubieran sido una pandilla de desalmados asesinos y defiende que la llegada a América del pensamiento renacentista y del cristianismo fue una catástrofe para aquellos pueblos, y eso es una flagrante mentira.

«El partido del Gobierno se está mostrando absolutamente incapaz de llevar la paz y la seguridad a México»

No se puede dejar de resaltar que la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, colaboró activamente con uno de los grupos terroristas más sanguinarios de América, el M-19, autor de la matanza del palacio de Justicia de Bogotá, según la declaración del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, que se siente muy orgulloso de que tanto él como Sheinbaum formaran parte de ese movimiento terrorista colombiano que tantos crímenes cometió en los años setenta y ochenta del siglo pasado.

Para calibrar la deriva totalitaria de AMLO es bueno recordar cómo, justo antes de dejar el poder, el pasado 11 de septiembre, hizo que el Congreso mexicano aprobara, después de chantajes, sobornos y amenazas contra los opositores, una reforma judicial que obliga a cesar en un plazo máximo de dos años a todos los jueces y magistrados de todos los órganos judiciales del país para sustituirlos por otros mediante un complejo y antidemocrático proceso que, de hecho, le garantiza al partido gobernante el control absoluto del Poder Judicial.

Frente a esta realidad, resulta descorazonador el silencio no sólo por parte del Gobierno español, sino también de los partidos españoles -incluido el Partido Popular- y de la opinión pública española. La voladura de la democracia en México debe ser una causa española, al igual que lo es la situación en Venezuela. España debería hablar contra la reforma judicial en México y ser el país que abriera los ojos de Bruselas ante lo que está sucediendo en aquel país.

Por último, el entusiasmo emocionado con el que la Sheinbaum agradeció la presencia de esos representantes de partidos iba a decir españoles, pero mejor sería dejar en duda esa condición, es un síntoma evidente de por dónde va a ir el gobierno de su partido, el Morena, que se está mostrando absolutamente incapaz de llevar la paz y la seguridad a ese México, que para cualquier español que sepa lo que significa ser español, siempre tiene que ser un país hermano.

El alcalde de la ciudad de Chipalcingo, Alejandro Arcos. | EFE

P.S. Nada más tomar posesión apareció el alcalde de Chipalcingo (capital del Estado de Guerrero) decapitado con la cabeza encima de su coche.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D