THE OBJECTIVE
Pilar Cernuda

Madrid, Madrid, Madrid

«Engaños, socios indeseables y corrupción saldrán en el enfrentamiento entre Óscar López e Isabel Díaz Ayuso que, en el caso de ésta, busca debilitar a Sánchez»

Opinión
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Madrid, Madrid, Madrid

Ilustración de Alejandra Svriz.

Confieso que no he ido a Sevilla, a pesar de que he vivido todos los congresos del PSOE y del PP desde que hay democracia. Pero me producía una infinita incomodidad, vergüenza incluso, ser testigo del espectáculo de servilismo, batir desaforado de palmas y culto incondicional al líder que preveía. Nada que ver con los congresos anteriores, con los debates a cara de perro, luchas por la lista ejecutiva y discusiones eternas en las comisiones que debían tomar decisiones que podían cambiar no solo el partido sino a España. 

No me equivoqué al faltar a la cita andaluza, donde se ha visto a dónde ha llegado este PSOE que no es PSOE; a dónde ha llegado un partido de importante historia en manos de un hombre que solo piensa en alcanzar sus metas personales y políticas, y es jaleado por personas que, antes de trabajar para él, tenían criterio, ideología definida y principios que defendían a conciencia. 

Se perpetuará mientras se rodee de gente que consideran la sumisión el mejor ejemplo de fidelidad, y cuenta con el apoyo de socios que ponen precio a ese apoyo sabiendo que Sánchez siempre paga. Y se perpetuará también, muchos lo hemos repetido hasta la saciedad, mientras Feijóo no tome decisiones drásticas con cambios profundos en su equipo, busque políticos que sepan defender de forma inteligente la posición del partido. Necesita portavoces en el Congreso y Senado que estudien los temas en profundidad en lugar de buscar un titular, e incorporar a Génova, al trabajo del día a día, a alguien, o alguienes que sepan algo de estrategia política y eviten decisiones que solo provocan fuga de votos. 

No puede ser que el principal partido de la oposición pivote exclusivamente sobre su presidente. Feijóo tiene discurso, sabe cómo defenderlo y se documenta para elaborar un discurso que efectivamente desmonte el triunfalismo insufrible de un jefe de Gobierno ineficaz y rodeado de casos de corrupción que le pillan muy, muy cerca. Pero más allá de Feijóo, en el PP no hay nada. O casi nada.

El debate político más interesante, el que tiene más morbo, se va a vivir en Madrid. Se vive ya en Madrid, donde Pedro Sánchez ha elegido a Óscar López como contrincante de Isabel Díaz Ayuso. 

«Empieza ahora una lucha política que va mucho más allá de ver quién se convierte en presidente de la comunidad autónoma»

No fue fácil, porque Lobato contaba con apoyos de la práctica totalidad de los alcaldes; pero cayó en una operación en la que se mezclaron Óscar López, su jefa de gabinete, y un puñado de periodistas afines. No se sabe bien si el resultado ha sido el que pretendía, con Lobato fuera de juego, o le ha hecho un roto porque los mal pensados pueden deducir que el propio Sánchez capitaneaba el acoso y derribo de Lobato: porque es difícil creer que Carmen Acedo moviera un dedo sin conocimiento de Óscar López, y que Óscar López moviera un dedo sin conocimiento de Pedro Sánchez. Acabaremos sabiéndolo.

Con Juan Lobato fuera de juego, Sánchez mataba dos pájaros de un tiro porque no le gustaba especialmente Lobato y, además, porque quería que Óscar López presentara su candidatura a la secretaría general madrileña. No estaba el ministro muy por la labor, tener a Ayuso como rival no es plato de buen gusto. Pero, confirmado ya el escenario madrileño de Ayuso contra López, y López contra Ayuso, empieza ahora una lucha política de envergadura, que va mucho más allá de ver quién se convierte en presidente del gobierno de la comunidad autónoma, donde Isabel Ayuso es reina y señora con mayoría aplastante. Tanto, que en el PP hay quien la quiere como candidata al gobierno central.

Son dos contendientes fuertes, que se crecen en el debate y, los dos, con experiencia política. Pero… Ayuso no busca vencer a Óscar López, ella busca a Pedro Sánchez, y cada día que pasa encuentra más munición para darle hasta en el carnet de identidad: engaños, socios indeseables y corrupción son solo algunos de los puntos que saldrán a colación en el enfrentamiento madrileño que, en el caso de Ayuso, busca debilitar al inquilino actual de La Moncloa.

López tendrá que fajarse a fondo para vencer a Ayuso después de fracasar cuando intentó ganar a Juan Vicente Herrera en Castilla y León. La adversaria es fuerte, no se muerde la lengua, y es seguro que le hará de menos todo lo que pueda y más, porque la pieza que quiere cobrar Ayuso es el presidente de Gobierno. De hecho, el lunes, en una entrevista de Susana Griso, dio a Pedro Sánchez hasta en el carnet de identidad, y con lenguaje castizo propio de Chamberí, su barrio, llamó cobarde al presidente, pronunció varias veces la palabra corrupción y dijo que estaba rodeado de «jetas» en el Gobierno.

No es difícil adivinar que Ayuso, en su intento de noquear a Pedro Sánchez, utilizará a Óscar López como sparring.

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