The Objective
Martín Varsavsky

Trump y el desafío europeo

«Europa no puede seguir siendo un continente dependiente, lento, burocratizado y sobrecargado de gasto público ineficiente»

Opinión
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Trump y el desafío europeo

Ilustración de Alejandra Svriz.

El objetivo de Donald Trump es sencillo: Estados Unidos primero. No hay otro. No le interesa sostener alianzas que no sean rentables para su país, ni seguir manteniendo a socios que dependen de la protección norteamericana sin aportar nada a cambio. Ucrania, en términos estratégicos, no representa nada para EEUU. Si Europa tiene un problema con Putin, ese es un problema de Europa, no de los Estados Unidos

Desde la óptica de Trump, la Unión Europea es un pésimo negocio para EEUU. Primero, porque Washington ha gastado miles de millones en la defensa de Europa a través de la OTAN, sin recibir compensaciones reales. Segundo, porque el comercio entre ambos bloques genera un déficit comercial de 230.000 millones de euros en favor de la UE. Por ejemplo, las importaciones de productos agrícolas europeos como el queso y el vino han sido significativamente más altas que las exportaciones estadounidenses equivalentes.

Además, la industria automotriz europea, especialmente con marcas como BMW y Volkswagen, ha dominado el mercado estadounidense, mientras que los aranceles sobre los vehículos americanos en Europa son más altos. No hay reciprocidad. Europa ha disfrutado por décadas de la protección americana, mientras impone regulaciones absurdas, altos impuestos y subsidios que distorsionan la economía.

La solución: la “motosierra” europea

Europa no puede seguir siendo un continente dependiente, lento, burocratizado y sobrecargado de gasto público ineficiente. La respuesta no es llorar por un Trump hostil, sino reformarse profundamente y recuperar su autonomía económica, comercial y militar.

Más empresas, menos Estado

Reducir la burocracia: por ejemplo, en Francia, la creación de una empresa puede llevar meses debido a la cantidad de trámites, mientras que en países como Singapur se puede hacer en días.

Bajos impuestos: Alemania podría seguir el ejemplo de Irlanda, que ha atraído a gigantes como Apple gracias a su política fiscal atractiva.

Desmantelar el Estado del bienestar ineficiente: en Grecia, el sistema de pensiones ha llevado al país a la bancarrota, mostrando la necesidad de reformas para incentivar el trabajo.

Inmigración selectiva y productiva

Se acabó el sistema donde los inmigrantes llegan y cobran beneficios desde el primer día: en el Reino Unido, antes del Brexit, se discutió ampliamente sobre cómo los sistemas de bienestar atraían a inmigrantes no productivos.

La inmigración debe cotizar al menos 20 años antes de acceder a ayudas: como en Canadá, donde hay un sistema de puntos para inmigrantes basado en habilidades y experiencia laboral.

Atraer a los trabajadores, no a los vagos que vienen a disfrutar del Estado de bienestar sin haber cotizado nunca: países como Australia tienen programas específicos para atraer profesionales en sectores con escasez de mano de obra.

Soberanía militar: una Europa fuerte sin depender de EEUU

Polonia aumentó su gasto militar, llevando a la modernización de su ejército con la compra de aviones F-35.
Suiza y Suecia mantienen políticas de neutralidad pero con fuertes capacidades de defensa propia.
Italia con Meloni ha promovido una mayor autonomía militar, incluyendo la participación en misiones de la OTAN sin depender exclusivamente de EE.UU.

Alemania ha comenzado a invertir más en defensa, con promesas de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar, siguiendo la presión de la OTAN.

Eliminar leyes y prohibiciones absurdas

En Europa hay demasiadas reglas: por ejemplo, la prohibición de ciertos químicos en la producción agrícola que elevan los costos en comparación con otros países.

Menos ecologismo dogmático: la prohibición de motores de combustión en varios países europeos sin una infraestructura adecuada para vehículos eléctricos es un ejemplo de políticas que podrían revisarse.

Menos dependencia de Bruselas: la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) podría dar a los Estados miembros más libertad para adaptar las políticas a sus necesidades locales, reduciendo regulaciones innecesarias.

Conclusión: Europa debe despertar y actuar

Si Europa sigue como hasta ahora, será un continente irrelevante, decadente y subsidiado por EEUU o China. El camino correcto es el que ya han tomado Polonia, Suecia, Italia y pronto Alemania. Es momento de desmantelar el Estado del bienestar ineficiente, reducir impuestos, recuperar la identidad europea y fortalecer la soberanía militar.

Trump solo ha hecho evidente lo que muchos ya sabíamos: Europa no puede seguir esperando que otros la defiendan. Es hora de volver a ser una potencia por mérito propio.

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