The Objective
Laura Fàbregas

Una motosierra para Cataluña

«España es el primero de los grandes países de la UE con mayor diferencia salarial a favor de los funcionarios»

Opinión
Una motosierra para Cataluña

La motosierra de Javier Milei y Elon Musk en una imagen de archivo.

En el homenaje póstumo a Charlie Kirk, el hijo de Donald Trump, Don Trump, explicó una anécdota graciosa sobre la primera vez que Kirk le expresó su idea de ir a hablar en los campus universitarios. Al hijo de Trump le pareció una idea mala idea y, según sus propias palabras, le contestó que ya atraerían a muchos de estos chicos hacia el republicanismo cuando «tuvieran que pagar impuestos». Es decir, cuando tuvieran que salir de esa torre de marfil que son las universidades y enfrentarse al mundo real

El problema de España, y que Estados Unidos no sufre en la misma medida, es que nuestro país no solo hay más dificultad para acceder a este mundo real debido a un elevado paro juvenil, sino que la aspiración de la mayoría de españoles es trabajar en lo público. Ser funcionario. 

España ya es uno de los países del viejo continente con mayor empleados públicos y el primero de los grandes de la UE, según un informe de esta semana de Eurostat, con mayor diferencia salarial a favor de los trabajadores públicos.

Esta sobredimensión de lo público y la preferencia de la mayoría de españoles de dejar la empresa privada para pasarse al sector público (como apuntan varios sondeos) imposibilita que haya un debate serio sobre cómo hacemos una administración eficaz, eficiente y transparente. Sobre cómo recortamos duplicidades, eliminamos barreras laborales que limitan la unicidad del mercado o qué hacemos con tantos impuestos.

«Además de ser la región con mayor presión impositiva, estos días conocíamos un informe de Hay Derecho que refleja su sobredimensión institucional, con 277 empresas públicas»

Cataluña es paradigmático de ello. Además de ser la región con mayor presión impositiva, estos días conocíamos un informe de Hay Derecho que refleja su sobredimensión institucional, con 277 empresas públicas (casi más del triple de Madrid). De las 40 analizadas, solo había un caso de alto directivo de 150 que hubiera sido elegido en un proceso abierto, competitivo y transparente para acceder al cargo. El resto, habían sido nombrados a dedo, por afinidad política, independientemente de si tenían o no las capacidades para el trabajo. 

Lo que me pregunto es, incluso entre aquellos de mis conciudadanos que están a favor que lo público domine sobre lo privado, y que no les parece mal un modelo de país con empresas públicas o nacionalizadas, ¿qué opinión les merece la falta de meritocracia e igualdad de oportunidades para aspirar a estos cargos? Me temo que el debate nunca irá por estos lares. Es más fácil culpar al «expolio fiscal» o acusarte de no querer «escuelas y hospitales».

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