The Objective
Esperanza Aguirre

Morante de la Puebla y España

«Nos demostró la importancia que, para combatir la ideología de los social-comunistas que nos gobiernan, tiene la defensa de nuestra historia y cultura»

Opinión
Morante de la Puebla y España

Ilustración de Alejandra Svriz

El pasado domingo, Fiesta Nacional de España, Día de la Hispanidad y de la Virgen del Pilar, Patrona de la Guardia Civil, tuve la inmensa suerte de asistir a uno de los espectáculos más emocionantes de los últimos tiempos. Fue en la Plaza de Las Ventas.

Allí toreaba Morante de la Puebla, que lleva ya 28 años como matador de toros. Si siempre ha sido un maestro lleno de arte y de personalidad, en los últimos tiempos, y especialmente en esta última temporada, se ha convertido en una figura legendaria del toreo por la gracia y la belleza de su forma de torear, unidas a un valor indiscutible y a un insuperable saber estar con todos los toros que le tocan en suerte. Pero no sólo eso, Morante se ha convertido también en un referente a la hora de cuidar la forma de vestir y hasta de andar de los toreros.

Todo eso lo pudimos apreciar y saborear los miles de espectadores que abarrotábamos la plaza. Lo vimos en las emocionantes verónicas que dio a su primer y complicado toro, y cómo, tras ser volteado cuando toreaba por chicuelinas a su segundo y se lo llevaban semiinconsciente a la enfermería, se dio la vuelta para seguir toreando y lograr una faena perfecta y una estocada inmejorable.

Así no era de extrañar que la plaza entera pidiera las dos orejas para el maestro. Pero es que, además y muy importante, los aficionados que llenábamos la plaza, sabíamos que Morante, además de ser una figura del toreo, con sus actitudes y sus palabras, es, sin duda, el matador de toros que mejor expresa la íntima relación que existe entre la fiesta de los toros y la cultura y la historia de España.

De manera que, cuando, pañuelo en mano, pedíamos en masa los trofeos, no sólo queríamos premiar lo que acabábamos de contemplar, también queríamos, como españoles orgullosos de serlo, en este día de nuestra Fiesta Nacional, darnos a nosotros mismos una alegría, festejando al torero que puede ser considerado hoy como un símbolo de lo mejor de España.

«Era el triunfo de un torero, pero también era el triunfo de España y lo español»

Y la emoción no paró, sino que creció, cuando, después de su triunfante vuelta al ruedo, se fue al centro de la arena y, ante la sorpresa de todos y de forma solemne, se cortó la coleta para anunciar que ya no volverá a torear más. Y lo hizo, como después hemos podido comprobar en los vídeos, con lágrimas en los ojos.

Pero las emociones no acabaron ahí. Al terminar la lidia del sexto toro (por cierto, al quinto le cortó brillantemente una oreja Fernando Robleño, que, éste sí que había anunciado que era su última corrida), una multitud de chicos jóvenes se lanzó al ruedo para llevar en hombros al maestro y sacarlo por la Puerta Grande.

Era el triunfo de un torero, pero también el triunfo de la Fiesta Nacional de más raigambre y más historia, y, en definitiva, era el triunfo de España y lo español.

Por eso, puedo comprender que, al enterarse de lo que estaba pasando en Las Ventas y precisamente un 12 de octubre, a Urtasun, que dice que es Ministro de Cultura, le diera un ataque de ansiedad, porque ya sabemos de sobra que Sánchez le ha hecho ministro con el mandato de acabar con todo lo español de la cultura española, sean los Toros o sean las huellas que el cristianismo nos ha dejado.

«El delegado del Gobierno mandó a los antidisturbios a pegar a los entusiastas jóvenes que sacaban a hombros a nuestro Morante»

Por eso, podemos suponer que, ante el fracaso de sus políticas que se estaba desarrollando en Las Ventas y sus alrededores, llamara al delegado del Gobierno en Madrid, un personaje que se ha hecho famoso por afirmar que Bildu ha hecho más por España que todos los que llevan nuestra bandera en sus muñecas, y le pidiera que acabara con aquello. Y el obediente delegado del Gobierno mandó a los antidisturbios a pegar a los entusiastas jóvenes que sacaban a hombros a nuestro Morante. Algo increíble y que no tiene precedentes.

Esta actuación del Gobierno contra una manifestación de alegría provocada por la fiesta de los toros dejó clara, una vez más, la voluntad del zapaterosanchismo de acabar con España y lo español, algo que, como vimos el domingo, les pone de los nervios. Y, al mismo tiempo, nos demostró la importancia y la trascendencia que, para combatir la ideología de los social-comunistas que nos gobiernan, tiene la defensa de nuestra historia y nuestra cultura, de la que los toros son una de sus señas de identidad.

Por eso, mil gracias al maestro Morante de la Puebla.

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