Trump quiere entrar en Nigeria «pegando tiros»
«La Iglesia Católica sigue siendo el principal blanco, aunque el porcentaje ha variado ligeramente con ataques a otras comunidades como judíos y musulmanes»

Ilustración de Alejandra Svriz.
La frase, concretamente, es esta: «Estados Unidos bien podría entrar en ese ahora vergonzoso país pegando tiros para erradicar completamente a los terroristas islámicos que están perpetrando estas horribles atrocidades». Y lo ha escrito en su red social Truth Social. Suena a matón del Oeste, pero yo me alegro infinito de que alguien poderoso amenace con mover el tablero, y si hace falta por las malas. Porque lo de los cristianos, y nunca mejor dicho, está clamando al cielo. Y este Occidente políticamente correcto es incapaz de levantar la voz por nadie ni por nada que remotamente se relacione con su cultura ni con su tradición religiosa.
Siendo yo atea, o no creyente, o como se quiera calificar, era prácticamente la única en cualquier grupo liberal del Parlamento Europeo que osara «significarse» ante los ojos del conformismo progre más suicida. Y, no, no hace falta creer en la milagrosa virginidad de María para denunciar ese genocidio en curso. Y por eso interpuse preguntas parlamentarias, saqué vídeos o escribí artículos. En la época a la que me refiero, siete cristianos coptos habían sido asesinados en Minia, Egipto, al ser tiroteado el autobús en el que se dirigían al monasterio de San Samuel, templo de peregrinación de dicha comunidad. El ataque, perpetrado según todos los indicios por yihadistas del IS, evocaba el que en mayo de 2017, y en la misma provincia, acabó con la vida de 28 fieles integrantes de un convoy en el que también viajaban niños. Fue tan sólo un mes después de que sendas bombas en la catedral de San Jorge, en Tanta, y en la de San Marcos, en Alejandría, dejaran 46 víctimas mortales.
¿Saben que el cristianismo es la religión más perseguida en más lugares del planeta? En el período al que me refiero, fueron asesinados 3.066 cristianos en todo el mundo por causas directamente relacionadas con su fe. Ahora, este número se ha incrementado al menos en un 50%. Masacres que, increíblemente, se han sucedido sin afectar la agenda política internacional. Como si el cristianismo, acaso por llevar aparejado, como he dicho antes, el pecado del occidentalismo, no fuera suficientemente espantoso para concitar la indignación de nadie que no sean los propios cristianos. ¡Y a menudo ni siquiera! Ya entonces se habían producido más de 2000 muertes en Nigeria, país que ahora califica Trump de «vergonzoso». Pero, vergonzosos, hay muchos. Pongamos Corea del Norte, Afganistán, Somalia, Sudán, Pakistán, Eritrea, Libia, Irak o Yemen. Ah, y no olvidemos a China.
Desgraciadamente, como quiera que se trata de un fenómeno global, también España lo padece, por mucho que las magnitudes no sean comparables. Tal como puso de relieve el Observatorio sobre Libertad Religiosa en 2016, se registraron entonces 208 violaciones de este derecho fundamental, frente a las 187 del año anterior, siendo la Iglesia Católica el blanco en el 70% de los casos. A día de hoy, experimentamos una leve reducción, pero con mayor violencia, pues tenemos en el 2023 el primer asesinato registrado: el sacristán Diego Valencia en Algeciras, muerto a machetazos. Vemos más ataques violentos y simbólicos, como pintadas en templos, y en el 2024 se observa un repunte claro, atribuido en parte a un «laicismo beligerante» más agresivo (94 casos, +44%), impulsado por discursos políticos y culturales, donde Andalucía, Madrid y Cataluña concentran la mayoría de incidentes. Hablamos de profanaciones, quemas, vandalismo… acciones, por cierto, legitimadas, jaleadas e incluso protagonizadas por representantes públicos. No, el cristianismo, a pesar de Rosalía y otros, no parece estar de moda. La Iglesia Católica sigue siendo el principal blanco, aunque el porcentaje ha variado ligeramente con el aumento de ataques a otras comunidades como judíos y musulmanes por distintos motivos respectivamente.
¿Le va a poner Trump el cascabel a este «vergonzoso» gato? Alguien tiene que hacerlo ya. Vamos a esperar esas noticias mientas tomamos conciencia de esta amenaza global.