La descomposición
«A la avalancha de casos de corrupción y machismo en el Gobierno y el PSOE no hace falta añadir juicios de valor. Hablan por sí solos. Parece el principio del fin»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Al presidente le tienen manía. No es una opinión. Tengo pruebas. De lo contrario, resulta incomprensible que se hable mal de él. La primera prueba es muy elocuente. El semanario italiano L’Espresso lo ha nombrado persona del año. Como dice el ministro Óscar Puente, «debería ser un orgullo. Para reflexionar sobre lo que algunos pretenden hacer con él en nuestro país». Quienes cuestionan lo que está detrás de esta portada, como este usuario en X, lo hacen claramente movidos por la envidia: han pasado casi ocho años de legislatura y nuestro presidente sigue siendo el más guapo. ¿Podría Alberto Núñez Feijóo sostener un primer plano así de bien?
Tengo otra prueba. El último número de la revista Tinta Libre, con un dosier titulado Radiografía del antisanchismo, donde se escriben cosas como: «La percepción de que España vive con Pedro Sánchez un colapso democrático incalculable ha sido buscada de forma programática por una gran parte del ecosistema mediático español, en íntima conexión con la movilización digital de la ultraderecha». O como esto: «Hoy, el antisanchismo más belicoso y organizado aborta la posibilidad de una crítica razonable». Creo que no hace falta explicarlo más. Al presidente se le critica sin motivos. El único problema del sanchismo es el antisanchismo. Si no se le criticara tanto, podríamos criticarle los demás. Nos obligan a defenderlo.
La verdadera fiscalización debería ser a la oposición, que es la que se está cargando el país al criticar a un Gobierno legítimo. Como dijo el otro día la intelectual Marta Nebot sobre los nuevos presuntos casos de corrupción del Gobierno, «la oposición lleva jugando a echar a este gobierno desde el día en que ganó las elecciones».
La tercera prueba que tengo es la más contundente. Su pureza es incuestionable. Está acreditado: no solo Italia ama a Sánchez, como queda claro en la portada de L’Espresso; también España ama a Pedro Sánchez. En la última encuesta del CIS, el PSOE obtiene nueve puntos más que el PP. Creo que es una aproximación conservadora: en la calle hay un clamor mucho mayor, como demostró la concentración ciudadana frente al Tribunal Supremo contra el «golpe de Estado» judicial. Pero José Félix Tezanos es un profesional y quizá no ha querido sobredimensionar el apoyo popular al presidente. Es importante no alimentar los hiperliderazgos, porque eso da alas a la ultraderecha. Además, al contrario que sus críticos, entre los que hay incluso ingenieros, José Félix Tezanos es sociólogo. Antes de criticar, hay que estudiar.
«Esto no es una crisis, es una oportunidad. Aún diría más: el Gobierno sale reforzado»
Los socios del Gobierno han respondido a las acusaciones de corrupción del PSOE con una actitud sensata y sentido de Estado: si no hay financiación irregular del partido, lo seguirán apoyando. Es lo que haría cualquier organización seria: si no hay foto de los corruptos robando, la corrupción no está probada (y si hubiera foto, vete tú a saber si no es hecha con la IA). Las acusaciones de machismo son otra cosa, pero demuestran precisamente la necesidad de que un partido feminista siga en el Gobierno. No quiero ni imaginarme cómo habría reaccionado un Gobierno de derechas: enterrando las denuncias, persiguiendo a las denunciantes y protegiendo a los verdugos. Y por citar a otra intelectual, Sarah Santaolalla, «qué democracia más débil si por cuatro cerdos y sin sentencias judiciales pueda caer un Gobierno». Pues eso, a seguir trabajando. Esto no es una crisis, es una oportunidad. Aún diría más: el Gobierno sale reforzado.
Coda (ahora ya en serio): Esta semana, el trabajo del columnista es muy sencillo. Basta con enumerar todos los casos de corrupción y machismo en el Gobierno y el PSOE que han surgido en los últimos días, en una avalancha sin precedentes. Si cierras los ojos, te lo pierdes. No hace falta añadir juicios de valor, interpretaciones, contextualizaciones. Hablan por sí solos. Parece el principio del fin, pero no hay que olvidar esa teoría que dice que nothing ever happens. En dos semanas es Navidad.