The Objective
Joaquín Leguina

Pedro y el lobo

«La mafia que se apoderó primero del PSOE y luego del Gobierno no va a dejar de restarle votos al sanchismo y a Sánchez cuando se convoquen elecciones generales»

Opinión
Pedro y el lobo

Ilustración de Alejandra Svriz.

La biografía de Pedro Sánchez va desde la épica a la comedia y luego a la tragedia. O, como ha escrito Thomas Baumert, «de señorito carmesí a postín de barricada. De enamorado de no se sabe quién a casado de no se sabe cómo. De sonrisa seductora a mueca amarga».

El título de este artículo el mismo del cuento infantil que habla de cómo la mentira y las burlas pueden volverse contra quien las emite para hacer daño a otros. Comienza así: Érase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo paseando y cuidando de sus ovejas en el campo de un pueblito. Todas las mañanas, muy tempranito, hacía siempre lo mismo. Salía a la pradera con su rebaño, y así pasaba su tiempo.

También el presidente del Gobierno pasa su tiempo entre mentiras y falsas previsiones. Así, ante el fracaso electoral sin paliativos que acabamos de ver en Extremadura, Sánchez ha dicho que esos masivos votos perdidos allí se recuperarán cuando él vaya encabezando la lista de las elecciones generales, dando por hecho que una vez más los electores que le acaban de abandonar en Extremadura y aquellos que muy probablemente lo abandonen los próximos meses en Aragón, Castilla y León y Andalucía volverán al redil sanchista en cuanto él amenace otra vez con la llegada al Gobierno de «la derecha y la extrema derecha».

Pero, en palabras de Ignacio Varela, en El Confidencial, «lo de Extremadura aparece como un suicidio por la naturaleza no presentable del candidato, pero solo es así en parte. Ciertamente, a nadie en sus cabales se le ocurre pedir el voto para un individuo que en pocos meses se sentará en el banquillo acusado de corrupción. Ello no solo indica que a Sánchez le importa un bledo Extremadura (lo que ha demostrado de sobra con su política inicua para el territorio más pobre de España); además, alimenta la fundada sospecha de que pudo más la familia —proteger al hermano— que su propio partido. No obstante, con cualquier otra persona al frente de esa candidatura la catástrofe no hubiera sido mucho menor, sólo un poco menos miserable».

«Solo el PSC le dio la satisfacción de ganar en Cataluña. Desde entonces no está claro quién es la sucursal de quién»

Es decir, que los españoles nos vamos a olvidar en pocos meses de lo que ha pasado. Pero recordemos los resultados de 2023. En ese año fue masacrado en las elecciones municipales y autonómicas de abril que dejaron su poder territorial en los huesos y luego perdió las elecciones generales en votos y en escaños, recurriendo, para sostenerse en el poder, a una alianza inverosímil de 20 partidos (casi todos de vocación extraconstitucional y destituyente). En 2024 revalidó la tercera posición en el País Vasco y en Galicia y el PP lo derrotó en las elecciones al Parlamento Europeo. Sólo el partido confederado PSC, que ya le había salvado en las generales de 2023, le dio la satisfacción de ganar en Cataluña. Desde entonces no está claro quién es la sucursal de quién.

Según él, el abandono electoral de multitud de ciudadanos tiene poco que ver con Ábalos, Koldo, Santos Cerdán o Zapatero y sus negocios sucios con los que pretendían hacerse (y se han hecho) millonarios. Esta mafia, que se apoderó primero del PSOE y luego del Gobierno, no va a dejar de restarle votos al sanchismo y también al propio Sánchez cuando se convoquen unas elecciones generales.

En efecto, cuando lleguen las generales, el lobo del cuento le va a comer a Sánchez todas las ovejas y cuanto antes ocurra esa catástrofe electoral, mejor para todos los españoles, incluidos los socialistas.

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