
Sororízate
La lista de 2018 contiene cuatro palabras, ‘micromachismo’, ‘fake news’, ‘procés’ y ‘posverdad’, que ya figuraban en la de 2017.

La lista de 2018 contiene cuatro palabras, ‘micromachismo’, ‘fake news’, ‘procés’ y ‘posverdad’, que ya figuraban en la de 2017.

Si la política en España fuera una serie de televisión, los análisis de sangre de sus guionistas darían positivo en Biodramina mediática.

Miguel Ángel Quintana Paz analiza en #elSubjetivo si debemos ser intolerantes con los intolerantes desde una perspectiva filosófica basada en Karl Popper.

Elegir qué juguete comprar se está convirtiendo casi en una decisión moral. ¿Y si aplicamos la dieta Benjamin estas fiestas? ¿Y si nuestros niños apenas se las ingeniaran con una muñeca, una pelota o un barrilete?

Cataluña fue una de las primeras comunidades de España en conocer lo que era el populismo. Una de las tentativas fallidas en pleno auge del procés provino de Pataforma per Catalunya, formación abiertamente xenófoba que no logró representación en el Parlament en las elecciones autonómicas de 2010.

Hace unos días Pablo Iglesias presumía de haber aprendido de sus últimas derrotas que “la izquierda necesita dejar de lado épica para enamorarse de lo efectivo. Aceptar que no se acerca uno a la urna para cambiar el mundo, sino para que no le cierren el ambulatorio del barrio”.

Hoy es casi imposible encontrar Caperucitas Rojas, pero abundan las Caperucitas Violetas ecologistas y empáticas, los lobos veganos y los leñadores insensibles al sufrimiento de la naturaleza.

Dicha noticia reza que, por lo visto, en Islandia es tradición que tras la cena de Nochebuena los familiares se regalen unos a otros diversos libros, para pasar después el resto de la noche leyendo en compañía con una taza de chocolate caliente al regazo. Esta tradición se llama, siempre según el viral rumor, Jólabókaflód, y afirma el embajador islandés que carga con el 70% del gasto anual en libros de la isla.

Al final el ‘procés’ es eso: un cuento de Navidad contado por un idiota. Dickens más Shakespeare. Y Andersen, con un hombretón en vez del niño que dice que el ‘procés’ va desnudo: “¡Qué república ni qué cojones! ¡La república no existe, idiota!”.