El muro
Jordi Bernal

El muro

Cada vez que la justicia condena a los nacionalistas por corruptos es casi inevitable recordar aquellas palabras que, desde el balcón de la Generalitat y a propósito de la querella que interpuso Carlos Jiménez Villarejo, a la sazón fiscal general del Estado, contra ex dirigentes de Banca Catalana, Jordi Pujol arrojó hace más de treinta años a una masa enfebrecida de patrioterismo: “El Gobierno central ha hecho una jugada indigna. A partir de ahora, cuando alguien hable de ética, de moral o de juego limpio, hablaremos nosotros, no ellos”.

El dilema de Rivera
David Blázquez

El dilema de Rivera

Decía san Pablo en una de sus cartas que quien está en pie debe cuidar de no caer. Otro Pablo, santón para los suyos, parece que no supo –o no pudo, paradojas del lenguaje– mantenerse en pie. Al espaldarazo interno del Bis de Vistalegre le siguieron trompicones varios hasta que Cataluña le dio la puntilla. Puntilla política, se entiende, que la taurina habría obligado a los Mossos a llevar a alguno a la cárcel.

Cataluña: el fratricidio no es ahora
Andrea Mármol

Cataluña: el fratricidio no es ahora

Ya sucedió tras las elecciones catalanas de 2015, cuando la aritmética parlamentaria quiso que fuera la CUP quien tuviera en su mano dar el beneplácito al eventual morador de la Generalitat. Tras aquellos azares, por cierto, nadie puede negarle a los antisistema, a la luz de los acontecimientos, ciertas dotes como cazatalentos: el elegido entonces, Carles Puigdemont, ha resultado ser el más fiel discípulo de la doctrina antiparlamentaria e insurreccional, hasta el punto de haber relegado a los cuperos a seis asientos menos en el nuevo Parlament.

Lo que el 'procés' se llevó
Manuel Arias Maldonado

Lo que el 'procés' se llevó

Ha dicho Artur Mas, en su despedida de la política activa, que el independentismo carece de mayoría suficiente para imponer nada. ¡Albricias! He aquí una verdad palmaria, incuestionable: hora era de que el nacionalismo la hiciera suya.

De ladrones y hoteles de lujo
Melchor Miralles

De ladrones y hoteles de lujo

El personaje de Marcello Mastroianni en la inolvidable Rufufú lo decía: “Robar es un oficio duro. Hace falta gente seria, no como vosotros. Vosotros, como mucho, podríais trabajar”. Y todo apunta que los cinco ladrones del Ritz de París no eran profesionales, no eran gente seria. La cagaron. Uno de ellos dejó caer en la escapada una bolsa con joyas y relojes. Aunque el personal alojado en el hotel las pasó canutas, sobre todo quienes estaban en la clásica cafetería y aquellos que apuraban los rayos de sol pese al frío en la terraza central dejándose ver, porque acojona ver a cinco tipos armados con hachas en un Ritz, ya se imagina uno que no son botones ni empleados de Recepción. Y los cacos no se habían enterado previamente de que las puertas traseras están bloqueadas, y tuvieron que pasarse el botín a través de una ventana, perdiendo parte de él. Tres de ellos han sido detenidos y todo apunta que los dos que lograron pirarse, uno en coche y el otro en moto, caerán pronto.

Nacional feminismo
Laura Fàbregas

Nacional feminismo

En Madrid no me creen, pero también Pilar Rahola es lúcida… ¡en todo lo que no atañe a su nación! La mayoría de nacionalistas catalanes sacan todo su romanticismo en las urnas, y dejan el seny para los negocios y la vida. Entre tanto, van viviendo libres aunque por dentro se sientan muy oprimidos.

“Mamuška, mamuška…”
Gregorio Luri

“Mamuška, mamuška…”

Estaba leyendo una biografía de Angelica Balabanova cuando me han dado las tantas y he salido apresuradamente a comprar el pan con la imaginación inundada por lo leído. En la esquina de la panadería me he encontrado con Eduardo Álvarez Puga, que fue el director de Interviú en los años gloriosos de la revista, los de la transición.