
PI, otoño del 17
Va perdonando la vida Pablo. Es el fin de la Historia pasado por Vallecas y Somosaguas. Lo suyo va de dinamitar el sistema desde dentro, hacia el final de la escapada o hacia un edén de sonrisas. Quien no sonríe se va al gulag, donde hace frío y los lobos/trolls te despellejan por traidor al militante de base que no era militante; quizá era un círculo, una marea, un perro, una ‘quechua’, una flauta.