La postulación de un Javier Marías amargado
José Antonio Montano

La postulación de un Javier Marías amargado

Es divertidísimo cómo Javier Marías le ha tomado gusto a la provocación. Se ha convertido en un troll maravilloso: atildado, como es él, pero de lo más efectivo. En su columna de El País Semanal da domingo tras domingo en la diana. No digo que domingo tras domingo tenga razón, sino que domingo tras domingo irrita a nuestros almidonados (¡y almidonadas!). En estos tiempos en que, como diría Ernst Jünger, no solo la libertad sino la mera alegría de vivir están amenazadas de confiscación, se agradece el cachondeo fino que se trae Marías. El premio son reacciones como, por ejemplo, la de Ignacio Escolar, que escribió en Twitter tras la última: “Javier Marías, ahora contra Gloria Fuertes”. Ese impagable ‘ahora’…

Bárcenas en su hora
Ignacio Vidal-Folch

Bárcenas en su hora

Bárcenas declara ante la comisión de investigación del Parlamento. Naturalmente, no dice nada relevante. Ni siquiera se molesta en responder a las preguntas de sus adversarios: le ampara el pretexto de la investigación judicial. Que es como decir que la comisión parlamentaria es secundaria, y hasta insignificante. Además de que responder a sus señorías sería del género tonto, ya que ni ellas saben nada que no hayan publicado los periódicos o revelado la policía, ni para él se derivaría beneficio alguno de hablar.

Macron, el reaccionario
Daniel Capó

Macron, el reaccionario

En términos estrictos, cabe tildar a Emmanuel Macron de reaccionario posmoderno. Su lenguaje no es el del integrismo, sino el de un hombre lúcido que entiende cuál es rostro de la política contemporánea y, sobre todo, en qué consisten sus riesgos. Quiero decir que Macron es un reaccionario postmoderno porque no se bate contra la modernidad –entendida en sus justos términos– sino a favor de ella.

La voz de Leopoldo López
José Carlos Rodríguez

La voz de Leopoldo López

“¡Me están torturando!”. Era el grito desesperado de Leopoldo López mientras practicaban el socialismo sobre su cuerpo. López está en la cárcel militar de Ramo Verde por cometer el crimen de convocar una gran manifestación contra el gobierno de Nicolás Maduro. Llevaba 78 días incomunicado con sus abogados, según acababa de denunciar su mujer, Lilian Tintori, y recurrió a la voz que aún tiene, y que llega más allá de las vallas de la cárcel. “¡Denuncien!”, vociferaba utilizando el único medio de defensa que le queda; su voz.

La libertad de ser uno mismo
Ricardo Dudda

La libertad de ser uno mismo

Enrique Krauze dice que la libertad es como el aire, solo la percibimos verdaderamente cuando falta. Se nos olvida que respiramos y se nos olvida que somos libres. Por eso, de vez en cuando, hay que realizar recordatorios. Uno de los más expresivos es el Orgullo Gay.

Orgullosos
Miguel Ángel Quintana Paz

Orgullosos

Hay gente a la que no le gusta festejar la Navidad, hay gente que aborrece la Semana Santa e incluso, por incomprensible que me pareciera de pequeño, hay gente que desprecia a los Reyes Magos. Por consiguiente, no parece extraordinario que haya también gente a la que displazca la fiesta del Orgullo LGBT.

Valentí Puig

Macron y los estados de gracia

La norma no escrita de dar una tregua crítica a los cien primeros días de todo gobierno ha ido quedando arrumbada como un uso vetusto. En coincidencia cuantitativa con la duración del retorno de Napoleón desde la isla de Elba hasta Waterloo, esos cien primeros días a veces han ido a la par con el estado de gracia, un período de levitación en el que la confianza en el nuevo elegido parece casi unánime. No lo hemos visto con Theresa May pero sí con Macron. En general, una nueva presidencia de la Quinta República garantiza ese período de gracia. Tras la victoria presidencial, haber conseguido una nueva mayoría parlamentaria –para un partido de hace dos días- convierte a Macron en un político en estado de gracia, llegado en el momento más oportuno para, después del “Brexit”, rehacer el eje franco-alemán dándole un toque gaullista. ¿Hasta cuándo? En un mundo tan acelerado, la erosión política parece haber liquidado los privilegios del estado de gracia. Lo hemos visto otras veces: un político de nuevo cuño –caso Obama- se convierte en paradigma, para acabar entrando y saliendo del taller de reparaciones.

Cataluña: fiarlo todo al día después
Iñaki Ellakuría

Cataluña: fiarlo todo al día después

En estos días de verano, cuando el curso político catalán se acerca al breve parón estival, una pregunta se cuela en la mayoría de conversaciones: ¿Qué ocurrirá en otoño? A veces es planteada con una mueca de satisfacción, la del independentista que anhela tras cinco años de proceso que se rompa la baraja; otras, con un rictus de preocupación y hartazgo por un horizonte de agitación, inestabilidad y más ruido. Y en ninguno de los casos, actores del proceso, espectadores o rehenes del mismo, nadie sabe exactamente qué responder. ¡Qué decir si los dirigentes en Barcelona y Madrid parecen huidizos adolescentes cuando se les cuestiona sobre el cacareado choque de trenes!

Melchor Miralles

De los trastornos y las drogas

Las estadísticas tienen lo suyo, y siempre muchas lecturas. Hoy sabemos que en 2015 250 millones de personas consumieron algún tipo de droga en el mundo, y al menos 190.000 murieron por causas directas relacionadas con los estupefacientes, según el Informe Mundial sobre Drogas de la ONU, que asegura también que casi 30 millones de personas padecen trastornos graves por esta causa. La más consumida es el cannabis, pero la heroína figura como la más nociva y la que más muerte causa. Los números, qué duda cabe asustan.