Y nosotros más
Cristian Campos

Y nosotros más

En ¿Por qué luchamos?, el noveno capítulo de la serie sobre la II Guerra Mundial Hermanos de sangre, la compañía Easy americana cruza la frontera alemana y se topa con un campo de exterminio en las afueras de la ciudad de Landsberg. Los soldados, que hasta ese momento de la guerra desconocían la existencia de los campos nazis, descubren cientos de cadáveres putrefactos amontonándose en los barracones y a unas cuantas docenas de prisioneros esqueléticos. Uno de ellos cuenta que los nazis han abandonado el campo esa misma mañana, alertados de su llegada por alguien del pueblo. Antes de irse, han disparado a todos los prisioneros hasta que se les han acabado las balas.

Disparos de verdad
Jaime G. Mora

Disparos de verdad

‘Con los ojos bien abiertos’. Esta leyenda, con letras grandes y sobre una pared roja, recibe a los visitantes de la exposición sobre los cien años de la cámara Leica, en la Fundación Telefónica de Madrid. Raro es el que se resiste a fotografiarla. Todos llevamos una cámara encima siempre: la del móvil; cualquiera puede sentirse fotógrafo en Instagram. Y gran parte de la culpa de que haya tanto fotógrafo malo en busca de gloria la tiene Oskar Barnack, el creador de la Leica.

La princesa Leonor y la corte tuitera
Andrea Mármol

La princesa Leonor y la corte tuitera

Echo de menos, no sin cierta desazón, el sujeto apropiado. La ristra de burlas y comentarios peyorativos que en las redes sociales proliferaban tranquilamente tienen autores y les daremos la categoría gramatical que les corresponde bajo el sintagma ‘la corte tuitera’. De lo contrario, uno está empujado a asumir que si la princesa Leonor disfrutara con los metrajes de Kiarostami, la corte tuitera se habría ahorrado sus ocurrencias, hipótesis de cuya certeza permito reservarme algunas dudas.

Londres
Manuel Arias Maldonado

Londres

Samuel Johnson dejó sentada la jurisprudencia: “Quien está cansado de Londres, está cansado de la vida”. Y es la vida, esa vida desbordante en el verano de los pubs y los puentes y los parques, lo que no soporta el nihilismo de todas las confesiones. Tampoco el ejercido con grotesca eficacia por el yihadismo global, capaz de poner medios industriales (automóvil) y atávicos (cuchillo) al servicio de una misma voluntad homicida. Así este sábado en Londres, capital de la vida convertida en capital de la muerte por obra de un puñado de fanáticos que parecen salidos de otro siglo. Pero son habitantes del nuestro, porque es en el nuestro donde cristaliza el encontronazo violento entre la modernidad y sus enemigos: una desigual gigantomaquia de la que somos víctimas y testigos.

El fiscal Moix y la mujer del César
Ferran Caballero

El fiscal Moix y la mujer del César

El fiscal Moix ha dimitido por motivos familiares, y es sabido que en estos casos el más habitual es que la mujer del César no tiene que ser honesta, sino parecerlo. Pocas advertencias contra esta máxima se encontrarán como la que se explica en esa magnífica novela de motivos familiares que es “La marcha Radetsky”: “Cierto es, (le escribre Joseph Trotta a su padre) que hacia la medianoche inicié un inocente paseo con la esposa del comandante médico de nuestro regimiento. La situación no me permitía adoptar otra actitud. Nos vieron unos compañeros. El jefe de escuadrón Tattenbach, que desgraciadamente siempre suele estar bebido, hizo unas mezquinas observaciones al doctor. Mañana a las siete y veinte se baten los dos a tiros”.

Holocausto caníbal
Rafa Latorre

Holocausto caníbal

Hace siglos leí en un fanzine musical un artículo curioso. No recuerdo el nombre del autor y lo lamento. Aquella era de esas publicaciones independientes, casi gratuita, que leíamos los aficionados a una música menos minoritaria de lo que nos creíamos. El artículo hablaba de Holocausto Caníbal, una película fetiche de mi generación. Holocausto Caníbal es una de las precursoras de eso que ahora llaman found footage. Este es el argumento según Filmaffinity: “Cuatro jóvenes documentalistas se adentran en la selva amazónica, en pleno corazón de América del Sur, para realizar un reportaje sobre las tribus que habitan en esa región, de las que se dice que todavía practican el canibalismo. Debido a la desaparición de los reporteros, dos meses después un grupo de rescate es enviado para averiguar qué ha sido de ellos; lo único que encuentran es el material filmado sobre su terrible fin”