España garantiza a Bélgica la calidad de la prisión a la que iría Puigdemont
España ha garantizado este jueves a Bélgica que si el expresidente de Cataluña Carles Puigdemont es extraditado y se ordenara su ingreso en prisión, estaría en uno de los centros más avanzados de Europa y podría disponer de una celda individual si la pide o compartirla con alguno de sus exconsellers, informa Efe. Así consta en la respuesta que las autoridades españolas, que han manifestado su «máximo respeto» por la justicia belga, han remitido a la las autoridades belgas después de que estas dejaran en libertad a Puigdemont y los exconsellers y solicitaran información sobre el sistema penitenciario y judicial de España de cara a la comparecencia de Puigdemont y sus exconsellers, este viernes, ante un juez belga.
España ha garantizado este jueves a Bélgica que si el expresidente de Cataluña Carles Puigdemont es extraditado y se ordenara su ingreso en prisión, estaría en uno de los centros más avanzados de Europa y podría disponer de una celda individual si la pide o compartirla con alguno de sus exconsellers, informa Efe. Así consta en la respuesta que las autoridades españolas, que han manifestado su «máximo respeto» por la justicia belga, han remitido a la las autoridades belgas después de que estas dejaran en libertad a Puigdemont y los exconsellers y solicitaran información sobre el sistema penitenciario y judicial de España de cara a la comparecencia de Puigdemont y sus exconsellers, este viernes, ante un juez belga.
Según han indicado a Efe fuentes de Instituciones Penitenciarias, Puigdemont y los exconsellers varones irían a Estremera, a 70 kilómetros de Madrid, donde ya se encuentran en prisión preventiva los exmiembros del Gobierno catalán cesados, acusados de rebeldía, sedición y malversación de fondos. Mientras, las exconselleras que viajaron a Bélgica junto al expresidente catalán ingresarían en un centro penitenciario de la Comunidad de Madrid, previsiblemente el de Alcalá Meco, donde están recluidas ya, de manera provisional, dos exconselleras por los mismos delitos.
Las autoridades españolas han informado a la Fiscalía belga de las condiciones de la cárcel de Estremera, un centro con un diseño muy avanzado, inaugurado en 2008 y con instalaciones que mejoran las de prisiones de otros países europeos. De hecho, esta prisión cuenta con celdas de 11 metros cuadrados, talleres para los internos, aulas y atención médica todo el día, así como los demás servicios propios de una cárcel. Además, las autoridades españolas han proporcionado a la Fiscalía belga información adicional, como que cada celda está equipada para ser ocupada por dos internos y tiene inodoro y ducha con una separación para preservar la intimidad, así como conexión para televisión.
También han informado de que las celdas pueden ser compartidas pero se podría garantizar la estancia individual salvo que los facultativos observen riesgo de suicidio. Y a la pregunta de si hay «superpoblación» en la cárcel donde ingresarían los acusados y las medidas que se tomarían para «impedir que los implicados se vean confrontados con las consecuencias negativas de tal superpoblación», España señala que Estremera tiene 1.214 celdas y en la actualidad está ocupada por 1.071 internos.
Las autoridades españolas han respondido a 14 preguntas sobre el sistema carcelario, entre ellas las relacionadas con la higiene, el acceso a equipamientos sanitarios o duchas y a la asistencia médica, la comida, las actividades recreativas y culturales o las visitas de familias o amigos. España recuerda que solo si protagonizan incidentes violentos especialmente graves, los internos pueden quedar encerrados en una celda de aislamiento, pero siempre supervisado por el equipo médico, autorizado por el director de la cárcel y comunicado al juez de Vigilancia Penitenciaria.
También informa a la Fiscalía de que la comida responde a las exigencias dietéticas de los presos, edad, salud y costumbres; de que pueden ir al gimnasio, a la biblioteca y a talleres y de que los reclusos realizan vida en común con otros unas ocho horas diarias. Las autoridades españolas garantizan asimismo una asistencia médica primaria, pero también la especializada en la red pública sanitaria, así como su derecho a la defensa facilitando el acceso a sus abogados y su integridad física con medidas de seguridad interior para evitar agresiones.