España acusa a May de falta de claridad y descarta cambios en el acuerdo del Brexit
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasladado las reticencias del Gobierno español a renegociar el Brexit en el marco del denominado Acuerdo de retirada suscrito entre Reino Unido y la Unión Europea
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasladado las reticencias del Gobierno español a renegociar el Brexit en el marco del denominado Acuerdo de retirada suscrito entre Reino Unido y la Unión Europea, posición sobre la que existe un amplio consenso entre los socios del bloque. Sánchez considera que hay «falta de claridad» por parte de la primera ministra británica, Theresa May, sobre lo que necesita para que el Parlamento de Londres apoye el texto.
Un texto que, en opinión de Sánchez, contiene “un equilibrio de concesiones que ha sido difícil de alcanzar” pero que “permite un Brexit ordenado”, y reabrirlo complicaría «aún más todo el proceso», ha informado Moncloa.
Los líderes europeos mantuvieron el jueves un encuentro con la primera ministra británica, Theresa May, a quien expresaron la intención de la UE de seguir adelante con la ratificación del Acuerdo de retirada, confirmando la voluntad de los 27 de no reabrir el acuerdo a un nuevo proceso de negociación.
En un tuit, Sánchez ha reiterado la posición de España y los socios europeos, subrayando que el acuerdo existente es el mejor posible.
El Acuerdo de Retirada es la mejor opción para un #Brexit ordenado. Los 27 reiteramos en #EUCO que no habrá renegociación.
Hoy adoptaremos conclusiones sobre Mercado Único, Cambio Climático, Seguridad, Defensa o lucha contra racismo y xenofobia.https://t.co/OqYSWF2EW8 pic.twitter.com/kpLsVjgyGx— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 14 de diciembre de 2018
May había explicado en el Consejo Europeo de Bruselas la situación política que se vive en el Reino Unido, con cada vez más voces en contra del acuerdo, incluida una gran parte de sus compañeros del Partido Conservador que ella lidera, y que el martes la sometieron a una moción de confianza que May superó aunque quedando en una situación muy debilitada.
La primera ministra informó a los socios europeos de las dificultades que el backstop irlandés representa a la hora de conseguir una mayoría que respalde el Acuerdo en el Parlamento británico, en una votación que la May ha aplazado hasta enero.
En este sentido, los 27 manifestaron que el backstop es un mecanismo de seguridad contemplado para evitar una frontera dura entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, y que se aplicaría solo como “último recurso”, en el caso de que los acuerdos sobre la futura relación no eviten una frontera rígida.