España apuntala la recuperación de talento joven emigrado
Después de 20 trimestres seguidos de crecimiento económico, España está recuperando algo más que el dinero perdido con la crisis: el talento joven. La fuga de cerebros está volviendo a casa y España está a punto de volver a ser un país con un saldo migratorio positivo, informa Bloomberg.
Después de 20 trimestres seguidos de crecimiento económico, España está recuperando algo más que el dinero perdido con la crisis: el talento joven. La fuga de cerebros está volviendo a casa y España está a punto de volver a ser un país con un saldo migratorio positivo, informa Bloomberg.
Sin embargo, muchos de los españoles que regresan a España se encuentran con bajos salarios y con unos datos preocupantes en el desempleo. La tasa de paro es del 14,5% y, en el caso de los jóvenes, asciende a un 38,6%.
Además, al igual que muchos otros países de su entorno, España sufre un problema de sobrecualificación. En 2015, el 22% de los trabajadores en el país contaban con una preparación superior a la que exigen los puestos de trabajo que desempeñan, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Muchos todavía se ven obligados a aceptar empleos que no guardan relación con los estudios realizados. La cuota de sobrecualificación en España es «una de las más altas entre los países encuestados y sugiere que tiene costes para los individuos y la sociedad», concluye la OCDE.
En 2007, España fue el destino de 24.500 inmigrantes y el origen de 21.000 emigrantes, lo que dejó un balance positivo de 3.500. Es el último año en el que el país ganaba población con el flujo migratorio. El año en que se perdió más población fue 2015, con un saldo negativo de 32.400 personas debido a la salida de 71.500 españoles y la entrada de 39.100 extranjeros. Pero la tendencia al alza del aumento de la emigración se ha ido revertiendo desde entonces y en 2017, el resultado es de 2.500 personas menos por la emigración de 59.100 españoles y la inmigración de 56.700 foráneos.
Entre el inicio de la crisis y finales de 2017, unos 190.000 españoles abandonaron su país de origen. Los que ahora regresan y que están todavía en edad laboral harán que se aligere la presión sobre el sistema de seguridad social, que se ha dañado por el envejecimiento de la población activa en un 0,3% al año, según Maeva Cousin, economista de Bloomberg Intelligence.
«Los ciudadanos españoles que se habían instalado en el extranjero durante la crisis están empezando a regresar y la entrada neta de ciudadanos extranjeros se está incrementando», ha dicho Cousin. «Con el desempleo cercano ya a su ratio estructural, este impulso a la fuerza laboral de España reducirá el riesgo de embotellamiento en el mercado laboral y ayudará a mantener un crecimiento fuerte durante más tiempo», ha añadido.