La nueva ‘súper arma’ americana que busca amedrentar a China y Rusia
Además, tiene el poder de hacer inmensos agujeros: un solo proyectil puede socavar más de diez centímetros en una nave enemiga. Una de las principales novedades de este ‘supercañón’ norteamericano, que lo diferencia de la mayoría de armas de fuego, es que los proyectiles lanzados desde él no pierden velocidad en el trayecto, sino que avanzan con más velocidad. Según Mat Winter, almirante de la Marina estadounidense, “esto cambiará la forma en que luchamos”. La Marina lo ha desarrollado como una potente arma ofensiva para hacer agujeros en las naves enemigas, destruir tanques y campos a nivel de terroristas. También estudian su potencial para derribar misiles enemigos del cielo de una forma más barata y efectiva que los misiles de defensa actuales. Esto es interpretado como un aviso a Rusia y China y, en menor, a la siempre presente amenaza de Corea del Norte. Los medios rusos informan, por su lado, de la construcción de un arma similar por parte de las autoridades rusas.
Es como un déjà vu. Los pasos que están dando Estados Unidos, Rusia y -en este caso se añadiría otro más- China en la consecución de grandes logros armamentísticos en un clima tenso que recuerda a la Guerra Fría. La nueva ‘súper arma’ del Ejército de Estados Unidos es capaz de enviar un proyectil endurecido a la velocidad de un meteorito.
Además, tiene el poder de hacer inmensos agujeros: un solo proyectil puede socavar más de diez centímetros en una nave enemiga. Una de las principales novedades de este ‘supercañón’ norteamericano, que lo diferencia de la mayoría de armas de fuego, es que los proyectiles lanzados desde él no pierden velocidad en el trayecto, sino que avanzan con más velocidad. Según Mat Winter, almirante de la Marina estadounidense, “esto cambiará la forma en que luchamos”. La Marina lo ha desarrollado como una potente arma ofensiva para hacer agujeros en las naves enemigas, destruir tanques y campos a nivel de terroristas. También estudian su potencial para derribar misiles enemigos del cielo de una forma más barata y efectiva que los misiles de defensa actuales. Esto es interpretado como un aviso a Rusia y China y, en menor, a la siempre presente amenaza de Corea del Norte. Los medios rusos informan, por su lado, de la construcción de un arma similar por parte de las autoridades rusas.