Disturbios en Brasil tras una nueva noche de manifestaciones para exigir a Temer “elecciones ya”
Las autoridades de Sao Paulo dijeron que los agentes se habían visto obligados a usar gases lacrimógenos y cañones de agua para frenar el vandalismo que se produjo al término de una manifestación pacífica contra el presidente Michel Temer. El departamento de seguridad dijo en un comunicado que un grupo de manifestantes actuó con violencia en una estación de metro, destruyendo los molinetes de paso y lanzando piedras a los antidisturbios una vez finalizada la manifestación. Horas antes, numerosos ciudadanos se habían concentrado en el paseo de Copacabana de Río para exigir la salida de Temer y pedir la celebración de nuevas elecciones. Rousseff ha declarado que formará una dura oposición contra el que fuera su vicepresidente. La ya ex presidenta ha anunciado también que recurrirá su procesamiento político ante el Tribunal Supremo, aunque expertos legales creen que es poco probable que prospere ya que las numerosas apelaciones presentadas durante los últimos meses han sido todas rechazadas. El presidente Temer, en una rueda de prensa celebrada a su llegada a China para participar en la reunión del G20 dijo, antes de las manifestaciones del domingo que quienes destrocen mobiliario público serán castigados. “Es un delito y eso no es una manifestación”, dijo. La celebración de unas nuevas elecciones depende de que Temer dimita antes de que acabe el año, sea sometido también a un proceso de destitución o sea descalificado por las autoridades electorales de un presunto delito en la campaña de 2014.
La policía ha cargado la pasada noche contra los numerosos manifestantes que salieron a las calles de las principales ciudades de Brasil para expresar su rechazo por el nuevo presidente, Michel Temer, y exigir la celebración de «elecciones ya». Los sucesos se produjeron cinco días después de que Dilma Rousseff fuera depuesta de su cargo al frente de Brasil.
Las autoridades de Sao Paulo dijeron que los agentes se habían visto obligados a usar gases lacrimógenos y cañones de agua para frenar el vandalismo que se produjo al término de una manifestación pacífica contra el presidente Michel Temer.
El departamento de seguridad dijo en un comunicado que un grupo de manifestantes actuó con violencia en una estación de metro, destruyendo los molinetes de paso y lanzando piedras a los antidisturbios una vez finalizada la manifestación. Horas antes, numerosos ciudadanos se habían concentrado en el paseo de Copacabana de Río para exigir la salida de Temer y pedir la celebración de nuevas elecciones. Rousseff ha declarado que formará una dura oposición contra el que fuera su vicepresidente. La ya ex presidenta ha anunciado también que recurrirá su procesamiento político ante el Tribunal Supremo, aunque expertos legales creen que es poco probable que prospere ya que las numerosas apelaciones presentadas durante los últimos meses han sido todas rechazadas.
El presidente Temer, en una rueda de prensa celebrada a su llegada a China para participar en la reunión del G20 dijo, antes de las manifestaciones del domingo que quienes destrocen mobiliario público serán castigados. “Es un delito y eso no es una manifestación”, dijo. La celebración de unas nuevas elecciones depende de que Temer dimita antes de que acabe el año, sea sometido también a un proceso de destitución o sea descalificado por las autoridades electorales de un presunto delito en la campaña de 2014.