Daniel Ortega revalida el poder en Nicaragua al ganar las elecciones generales
El opositor Partido Liberal Constitucionalista, liderado por el ex guerrillero de la Contra Maximimo Rodríguez, ha sido el segundo partido mas votado aunque bastante por detrás, con algo más del 16,4%, según datos provisionales. Una oposición que acusa a Ortega de querer instaurar una dinastía autoritaria junto a su mujer en Nicaragua. Los comicios, que se celebraron con «total normalidad», han estado marcados por la tensión creada por la ausencia del opositor Frente Amplio Democrático (FAD), al que autoridades judiciales y el máximo órgano electoral impidieron presentarse. Desde esta formación se hizo un llamamiento a la «abstención». A la espera de los resultados definitivos, que se conocerán a lo largo de este lunes, la participación podría haber sido más baja que en anteriores convocatorias. El Consorcio Panorama Electoral, integrado por organismos cívicos nicaragüenses, informó de una «concurrencia moderada», mientras que el FAD hablaba de abstención «masiva» como respuesta a «la farsa electoral». Daniel Ortega, que con estas elecciones, revalida su poder por tercera vez consecutiva, fue presidente de Nicaragua en una primera ocasión entre 1985 y 1990. En las elecciones, además de presidente, los nicaragüenses debían elegir vicepresidente, a los 90 diputados de la Asamblea Nacional y a 20 representantes del Parlamento Centroamericano.
Todas las encuestas le daban ganador y, según las primeras informaciones oficiales, así ha sido. Daniel Ortega seguirá siendo presidente de Nicaragua tras haber ganado las elecciones generales celebradas este domingo, con el 71,3% de los votos. La novedad está en que, en esta ocasión, la persona elegida por Ortega como candidata a la vicepresidencia es su mujer, la influyente Rosario Murillo.
El opositor Partido Liberal Constitucionalista, liderado por el ex guerrillero de la Contra Maximimo Rodríguez, ha sido el segundo partido mas votado aunque bastante por detrás, con algo más del 16,4%, según datos provisionales. Una oposición que acusa a Ortega de querer instaurar una dinastía autoritaria junto a su mujer en Nicaragua. Los comicios, que se celebraron con «total normalidad», han estado marcados por la tensión creada por la ausencia del opositor Frente Amplio Democrático (FAD), al que autoridades judiciales y el máximo órgano electoral impidieron presentarse. Desde esta formación se hizo un llamamiento a la «abstención». A la espera de los resultados definitivos, que se conocerán a lo largo de este lunes, la participación podría haber sido más baja que en anteriores convocatorias. El Consorcio Panorama Electoral, integrado por organismos cívicos nicaragüenses, informó de una «concurrencia moderada», mientras que el FAD hablaba de abstención «masiva» como respuesta a «la farsa electoral».
Daniel Ortega, que con estas elecciones, revalida su poder por tercera vez consecutiva, fue presidente de Nicaragua en una primera ocasión entre 1985 y 1990. En las elecciones, además de presidente, los nicaragüenses debían elegir vicepresidente, a los 90 diputados de la Asamblea Nacional y a 20 representantes del Parlamento Centroamericano.