El presidente de Brasil limita el rol de la mujer a la educación de los niños y el cuidado de la casa

El presidente de Brasil, Michel Temer, ha asegurado en un discurso en el palacio presidencial de Planalto que «nadie es más capaz de indicar los desajustes de los precios en el supermercado que la mujer”. En este mismo acto, Temer ha defendido que la mujer es tratada en el país como una «figura de segundo grado» y que si la sociedad «va bien» es porque las personas tuvieron una buena educación en casa, y «quien hace esto es la mujer».

Las palabras de Temer han causado un gran revuelo en las redes sociales. Tanto es así que el propio presidente ha invitado a la secretaria nacional de Políticas para las Mujeres, Fátima Pelaes, a decir públicamente que las declaraciones no son machistas y que el presidente solo ha hecho referencia, como un acto de observación y apunte, a la jornada doméstica y profesional de las mujeres de hoy en día en Brasil.

Pelaes ha resaltado que Temer impulsó la creación de una comisaría para las mujeres y ha recordado que hay que valorar sus actitudes y no sus discursos. Su opinión choca frontalmente con la de cientos de mujeres brasileñas. «Esas declaraciones me hacen llorar, son ridículas», se lamentaba una de ellas en Twitter. «Temer todavía no se ha dado cuenta de que no vivimos en el siglo XVIII», añadió otra.

Temer, de 76 años, que entró en la presidencia tras la marcha forzosa de Dilma Rousseff, ya recibió un aluvión de críticas por la ausencia de mujeres y de negros en su Ejecutivo. Ahora se enfrenta a unas acusaciones de machismo que empañan su imagen pública.