May pide a Sturgeon que se deje de plebiscitos y se ocupe de los problemas de Escocia

La primera ministra británica, Theresa May, no ha tardado en reaccionar al anuncio hecho este lunes por la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, de celebrar un referéndum independentista antes de que se haga efectivo el Brexit, una vez recibido el visto bueno por el Parlamento británico este lunes, en una sesión que estuvo acompañada en la calle por manifestantes contrarios a que Reino Unido abandone la Unión Europea.

May, cuyo gobierno es el que tiene que dar luz verde a la celebración de un plebiscito, no ha dicho que vaya a impedirlo aunque sí dejó clara su posición en contra del mismo cuando calificó la propuesta de «profundamente lamentable» porque «coloca a Escocia en un camino de mayor incertidumbre y división».

«En vez de hacer politiqueo con el futuro de nuestro país, el gobierno escocés debería concentrarse en gobernar bien y ofrecer buenos servicios públicos», subrayó. May también se refirió al anterior plebiscito celebrado en Escocia en 2014, en el que la mayoría de los ciudadanos votó en contra de la independencia de Reino Unido. «Las evidencias muestran que la mayoría del pueblo escocés no quiere un segundo referéndum de independencia», dijo la primera ministra.

En setiembre de 2014, los escoceses rechazaron la independencia con el 55 por ciento de los votos frente al 45 por ciento que votó a favor. Dos años después, en el referéndum sobre el Brexit, el 62 por ciento votó a favor de seguir en la Unión Europea, aunque se impuso la opción a favor de abandonar la UE,.

Para Sturgeon, sin embargo, no hay opción y este lunes anunció que «la semana que viene buscaré la autorización del Parlamento regional para llegar a un acuerdo con el gobierno británico» para la celebración del referéndum independentista, con la idea de celebrarlo entre otoñode 2018 y la primavera de 2019, dijo Sturgeon, descontenta porque Londres no está teniendo en cuenta las necesidades de Escocia en el Brexit. «No es sólo nuestra relación con Europa la que está en juego, lo que está en juego es qué clase de país seremos», dijo en un discurso en Edimburgo. Además, advirtió a Londres de que no puede frenar el referéndum. «El mandato del gobierno escocés para ofrecer este paso está fuera de toda duda», añadió.