Duterte amenaza con decretar la ley marcial en Filipinas
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha advertido el jueves que podría imponer la ley marcial y suspender las elecciones a decenas de miles de puestos locales, lo que alimenta el temor sobre el futuro de la democracia en el archipiélago. Duterte ha explicado que estaba considerando estas dos medidas en el marco de su controvertida campaña para erradicar la droga. La ley marcial permitiría asimismo, según Duterte, solucionar otras amenazas a la seguridad.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha advertido el jueves que podría imponer la ley marcial y suspender las elecciones a decenas de miles de puestos locales, lo que alimenta el temor sobre el futuro de la democracia en el archipiélago. Duterte ha explicado que estaba considerando estas dos medidas en el marco de su controvertida campaña para erradicar la droga. La ley marcial permitiría asimismo, según Duterte, solucionar otras amenazas a la seguridad.
«Si decreto la ley marcial, pondré fin a todos los problemas, no sólo la droga», ha dicho en una conferencia de prensa organizada antes del alba de regreso de Tailandia, país gobernado por una junta militar. La ley marcial, ha continuado, permite crear tribunales militares para juzgar casos de terrorismo. «Permitiré al ejército que los juzgue y los ejecute con la horca», ha dicho en relación a los islamistas del sur del archipiélago.
Duterte también ha asegurado que quería nombrar a los jefes de más de 42.000 distritos locales. Los titulares de estos puestos son normalmente elegidos en elecciones, previstas en octubre. «Buscamos una manera de nombrar a los capitanes», ha añadido explicando que debían proceder así porque 40% de los responsables están implicados en el tráfico de droga. «La narcopolítica ingresó en la política tradicional», ha subrayado.
Las elecciones locales, que se celebran cada tres años, son importantes para la democracia del archipiélago. Duterte ganó las elecciones con la promesa de erradicar el tráfico de droga y de hacer matar a decenas de miles de presuntos delincuentes. La policía anunció que mató a unas 2.600 personas en el marco de esta guerra contra la droga. Miles de otras fueron ultimadas en circunstancias poco claras.