La represión contra los manifestantes en Venezuela deja más de 50 heridos

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, ha declarado este martes que más de 50 personas han resultado heridas por la represión de una movilización en apoyo a una sesión que debatiría la remoción de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por aprobar una sentencia inconstitucional que anulaba las atribuciones del poder Legislativo.

De acuerdo con las cifras preliminares de la alianza opositora, “tenemos más de una docena de presos en este momento, un herido de bala y más de 50 heridos, seis de ellos atendidos tras sufrir fracturas”. El resto, se dijo, fue tratado con “problemas de contusiones y asfixia” sufrida a consecuencia de las bombas lacrimógenas que utilizaron los cuerpos de seguridad.

«A esto se suman los diputados agredidos«, ha dicho al referirse a cuatro colegas que fueron afectados por los gases lacrimógenos usados de manera desproporcionada contra los diputados y las personas que los acompañaban.

El alcalde del municipio Chacao, en la capital del país, Ramón Muchacho, había informado más temprano que para ese momento un total de nueve personas habían resultado heridas.

«Esta represión fue la más clara demostración de que estamos en presencia y continúa sucediendo en Venezuela un golpe de Estado. Lo lógico es que los diputados tuviéramos una sesión hoy, pero fue imposible hacerla. Desde la mañana el Gobierno cerró los accesos a Caracas», ha señalado Borges.

Aunque el TSJ ha suprimido la sentencia, la Asamblea de mayoría opositora insiste en acusar a los magistrados de haber perpetrado un golpe de Estado, que no se supera con tachaduras en el fallo, pues han asegurado que la violación a la Constitución ya ha sido cometido por los mismos.

La ciudad amanece militarizada

Respondiendo al llamado de la oposición venezolana, miles de personas han decidido marchar en Caracas este martes para protestar por la tensión política desatada por la decisión del Tribunal Supremo de asumir los poderes del Congreso.

La céntrica Plaza Venezuela, punto de partida de la marcha, había sido tomada desde la madrugada por cientos de guardias nacionales y policías que bloquearon los accesos e instalaron cinco tanquetas y cuatro camiones cisternas para impedir la manifestación, que no posee permiso de las autoridades.

Los manifestantes han decidido entonces marchar por las calles aledañas a la plaza al grito de “¡Elecciones ya!”, pero su paso ha sido interrumpido por las fuerzas de seguridad, que trataron de dispersarlos.

Por más de una hora, centenares de personas, algunas de ellas con los rostros cubiertos con telas y máscaras, han resistido la acción de los cuerpos de seguridad y les han respondido lanzándoles piedras y otros objetos. Desde algunos edificios pertenecientes al gobierno, donde habitan familias pobres, algunos han comenzado a lanzar botellas y piedras contra los manifestantes.

Durante la protesta, el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Julio Borges, ha sido agredido por los cuerpos de seguridad. Le han rociado gas pimienta en el rostro y ha perdido temporalmente la visión, ha indicado su partido en un comunicado.

En tanto, centenares de opositores han bloqueado por más de una hora la principal autopista, que enlaza el este y oeste de la capital venezolana, generando caos vehicular.

En respuesta a la protesta en la arteria vial, varias decenas de seguidores del gobierno denominados como “grupos paramilitares”, vestidos con sus características camisas rojas, reprimieron en sus vehículos motorizados con balas, según ha confirmado la oposición.

En vista de que los cuerpos de seguridad no permitieron el paso ya pasadas las 2:00 de la tarde, hora local, Borges ha señalado que la sesión se ha diferido para mañana, cuando se iniciará el procedimiento contra los magistrados, y junto a varios dirigentes políticos ha dado por concluida la movilización.

Sin embargo, la noche de este martes un grupo de cerca de 200 venezolanos opositores habían mantenido un foco de protesta en una de las principales avenidas del este de Caracas. Los manifestantes, que han protestado en la avenida Francisco de Miranda, en el municipio Chacao, contra lo que consideran «una ruptura del orden constitucional» y contra el presidente del país, Nicolás Maduro, han obstaculizado el paso con basura y llantas.

En paralelo a esta manifestación se realizó otra encabezada por el oficialismo en la que participaron también miles de personas que sí pudieron llegar al Parlamento y que se celebró en rechazo a la sesión de la Asamblea en la que buscaban destituir a los magistrados.

Gobierno culpa a la oposición por “hechos de violencia”

El ministro de Interior y Justicia venezolano, Néstor Reverol, ha exhortado a los órganos de Justicia investigar los «hechos de violencia» que ocurrieron en la manifestación de opositores en Caracas y acusó al dirigente y gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles, de tener una actitud «violatoria» de la Constitución.

«Un grupo de dirigentes de oposición encabezaron estas acciones que rayan en la más repudiable y condenable conducta antidemocrática y con ello intentaron alterar la paz y desestabilizar el funcionamiento cotidiano de las instituciones del país», ha declarado Reverol a través de un canal del Estado.

Almagro condena la «brutal represión»

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha condenado la «brutal represión» en Venezuela contra manifestantes pacíficos, con gases lacrimógenos, disparos y balas de goma.

«Lo sucedido hoy en Caracas me lleva a condenar del modo más enérgico la brutal represión llevada a cabo por el gobierno de Venezuela contra manifestantes en las calles de la capital venezolana», ha dicho el secretario general a través de un comunicado, que compartió también en la red social Twitter.

Condena enérgica de la brutal represión en #Venezuela contra manifestantes https://t.co/PsP8zjz9Al

— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 5 de abril de 2017

«Este nuevo atropello constituye una violación adicional a los derechos civiles y políticos de la población, a la vez que atenta contra el derecho a la vida y la integridad física de los opositores venezolanos», ha señalado el político uruguayo.

Almagro ha considerado «absolutamente inadmisible que el desenfreno autoritario que ha llevado al gobierno de Venezuela a abandonar la democracia a través de un autogolpe de Estado, y a situarse al margen de la legalidad constitucional interamericana, se vuelque una vez más en represión contra su propio pueblo».

Como secretario general de la OEA, Almagro exigió al Gobierno venezolano «el inmediato cese de la ilegalidad, el restablecimiento de la democracia, el reconocimiento de las libertades civiles y políticas de la gente y el inmediato fin de la represión«.

Una nueva movilización

La oposición plantea que para superar la crisis es necesario que sean convocadas las elecciones que correspondían celebrarse en diciembre pasado, se designe un Tribunal Supremo “independiente” y se retiren las 56 sentencias emitidas por el máximo Tribunal contra la Asamblea Nacional en los últimos 15 meses.

El Congreso ha postergado para este miércoles una sesión especial en la que debatirá la remoción de los siete magistrados de la Sala Constitucional, a quienes señalan de haber violado la Constitución al emitir la semana pasada dos sentencias en las que asumían las competencias legislativas y limitaban la inmunidad de los diputados.

En este sentido, el vicepresidente del poder legislativo, Freddy Guevara, ha anunciado que para el próximo jueves se tiene planteada una nueva movilización nacional, la cual en Caracas se desarrollará en la autopista Francisco Fajardo, hacia el este de la ciudad, para respaldar la destitución de los magistrados “inconstitucionales”.