La ONU denuncia la existencia de 40 fosas comunes en República Democrática del Congo
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha confirmado este miércoles la existencia de 40 fosas comunes halladas en las provincias de Kasai Central y Oriental de la República Democrática del Congo (RDC), donde se han producido en los últimos meses enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y la milicia tribal Kamuina Nsapu. “El descubrimiento de aún más fosas comunes y de informes que denuncian violaciones y abusos de derechos humanos muestran el horror que se ha producido en Kasai en los últimos nueve meses”, ha expresado el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos Zeid Ra’ad al Hussein.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha confirmado este miércoles la existencia de 40 fosas comunes halladas en las provincias de Kasai Central y Oriental de la República Democrática del Congo (RDC), donde se han producido en los últimos meses enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y la milicia tribal Kamuina Nsapu. “El descubrimiento de más fosas comunes y de informes que denuncian violaciones y abusos de derechos humanos muestran el horror que se ha producido en Kasai en los últimos nueve meses”, ha expresado el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad al Hussein.
Los investigadores de la ONU sobre el terreno descubrieron la existencia de 17 fosas comunes que no estaban contabilizadas, que han elevado el número a 40, de las cuales 15 fueron excavadas por el ejército tras combates con la milicia Kamuina Nsapu en las localidades de Tshimbulu y Tshienke, que acabaron con la vida de 74 congoleños, 30 de ellos niños, según han apuntado estos investigadores. Las informaciones recabadas han destacado que, entre el 28 y 30 de marzo, las Fuerzas Armadas también acabaron con la vida de más de 40 personas en operaciones de registro casa por casa en busca de milicianos en la ciudad de Kananga, enterrando en fosas a la mayoría de las víctimas. En esta misma operación los militares violaron a cinco mujeres y detuvieron a 27 personas, entre ellos a una chica de 15 años.
La milicia, que debe su nombre al que fue su líder asesinado por la Policía el pasado mes de agosto, comenzaron una cruzada contra el gobierno que ha costado la vida a más de 400 congoleños y a dos observadores extranjeros de la ONU. Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado ha denunciado que los milicianos radicales secuestraron a un sacerdote y a una monja el 30 de marzo, tras destruir la iglesia en la que predicaban, amenazando con asesinarles si no recibían el rescate que les pagaron al día siguiente.
Zeid ha presionado al gobierno de RDC para que impulse una investigación rápida, transparente e independiente, que aclare los hechos ocurridos reiterando en la voluntad de su oficina de contribuir a la credibilidad de la misma, por lo que es necesario que las autoridades congoleñas brinden acceso a “todas las fosas comunes y a los testigos, incluidos los detenidos” a los observadores de la ONU. También ha advertido que si el resultado de la investigación nacional “no es efectivo”, “no dudará” en recurrir a la Corte Penal Internacional.