Reino Unido cierra una campaña electoral marcada por el terrorismo islamista
La líder conservadora británica Theresa May y el laborista Jeremy Corbyn han cerrado este miércoles una campaña electoral en Reino Unido marcada por dos atentados yihadistas y no por el Brexit, como se presumía.
La líder conservadora británica Theresa May y el laborista Jeremy Corbyn han cerrado este miércoles una campaña electoral en Reino Unido marcada por dos atentados yihadistas y no por el Brexit, como se presumía.
En una nueva muestra de la tensión que ha rodeado el tramo final de la campaña electoral, la policía ha efectuado este miércoles una explosión controlada cerca de la futura embajada estadounidense, un local actualmente vacío, en cuyas proximidades había aparcados dos coches que parecían sospechosos.
May, que fue ministra de Interior antes que primera ministra y se encuentra bajo una lluvia de críticas por los recortes presupuestarios en los servicios de seguridad y las negligencias de estos, ha asegurado que fortalecerá la lucha antiterrorista y que «nada» la detendrá, añadiendo que «si las leyes de derechos humanos nos lo impiden, cambiaremos esas leyes«.
May anunció el 18 de abril el adelanto de las elecciones, previstas para 2020, cuando llevaba un 20% de ventaja en los sondeos respecto al líder laborista Jeremy Corbyn. Lo hizo argumentando que quería fortalecer su posición antes de las negociaciones de divorcio con Bruselas.
Lo que empezó como un plebiscito sobre Corbyn y su aptitud para enfrentarse a una Unión Europea con sed de venganza -según la descripción de May- acabó siéndolo sobre la capacidad de la primera ministra para mejorar la situación de los más humildes, proteger al país de atentados y, en definitiva, dirigirlo.
«Dadme vuestro apoyo para liderar al Reino Unido, dadme la autoridad de hablar en nombre del Reino Unido, fortalecedme para luchar por el Reino Unido», pidió el martes May en Stoke-on-Trent, la ciudad con mayor apoyo al Brexit en el referéndum de junio de 2016.
Por su parte, el líder laborista prometió acabar con la austeridad presupuestaria, contratar más policías y fortalecer los servicios públicos.
Corbyn ha ido reduciendo la ventaja en los sondeos hasta existir prácticamente un empate técnico. Según una encuesta publicada este martes, la diferencia es de un punto, un dato a tomar con precaución dada la persistencia de los sondeos británicos a equivocarse en las últimas citas electorales.