Portugal continúa su lucha contra el fuego en medio de las críticas al Gobierno
El incendio que arrasa desde este sábado el centro de Portugal mantiene un importante foco activo que, según Protección Civil, puede estar controlado este martes. Aunque el 70% del fuego está controlado, más de 1.000 bomberos siguen luchando contra las llamas, mientras se multiplican las críticas al gobierno de Sousa por la gestión de la tragedia.
Reuters
El incendio que arrasa desde este sábado el centro de Portugal y en el que han muerto 64 personas, mantiene un importante foco activo que, según Protección Civil, puede estar controlado este martes. Aunque el 70% del fuego está controlado, más de 1.000 bomberos siguen luchando contra las llamas, mientras se multiplican las críticas al gobierno de Sousa por la gestión de la tragedia.
Durante la noche se ha extinguido «uno de los dos puntos calientes» de este incendio y «esperamos que a final de esta mañana se extinga el otro», ha asegurado a la prensa el comandante de Protección Civil, Vítor Vaz Pinto. De ser así, ha añadido, «tendremos condiciones para dar por dominado el incendio», aunque «no se puede garantizar que no haya reactivaciones», pero «estamos confiados» en controlar el foco más preocupante en las próximas horas.
El responsable de Protección Civil ha precisado que las condiciones meteorológicas no son favorables por el viento y las altas temperaturas, que pueden llegar a los 43 grados centígrados. Los efectivos que trabajan ahora en la extinción del fuego son 1.153 terrestres, apoyados por 391 vehículos y 13 medios aéreos.
Terribles efectos #IncendioForestal de #PedrogãoGrande #Portugal 🇵🇹 Imágenes grabadas por un dron. https://t.co/yeRrFOZYn5#PrayForPortugal
— Santi🔻 (@unodeldiezE) June 19, 2017
El balance más reciente de las víctimas del incendio en Pedrógão Grande apunta a 64 muertos, entre ellos un bombero, 157 heridos, siete de los cuales son serios, y hay 38 personas que fueron trasladadas. Mientras tanto, prosigue la identificación de las víctimas, tarea en la que trabaja un destacado equipo de forenses, y se multiplican las críticas a la gestión de la tragedia.
Criticas al gobierno
El líder de la oposición, el ex primer ministro conservador Pedro Passos Coelho, ha asegurado tras reunirse con miembros de Protección Civil que prefiere posponer la exigencia de eventuales responsabilidades hasta que se haya superado la tragedia, pero ha exigido «explicaciones políticas» por la catástrofe.
El grupo de presión ecologista Quercus ha emitido un comunicado atribuyendo los incendios a «errores de administración forestal y malas decisiones políticas» de varios Gobiernos en las últimas décadas.
La coordinadora del Bloco de Esquerda ha asegurado este lunes que lo único prioritario es sofocar el fuego y curar a todos los heridos lo antes posible. «El tiempo de evaluar lo ocurrido y hacer las críticas pertinentes llegará más adelante», ha asegurado.
Sobre esta cuestión, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha apelado en varias ocasiones a concentrar los esfuerzos en combatir el fuego, en vez de discutir las causas y las posibles responsabilidades que puede acarrear el suceso.
«La prioridad ahora es combatir el incendio y el apoyo a las víctimas y a las familias», ha señalado el jefe del Estado luso, que ha añadido que «después tendremos todo el tiempo del mundo» para debatir sobre el resto de asuntos.
El fuego avanza hacia el norte
El incendio declarado este sábado en el centro de Portugal, que se mantiene activo en los distritos de Leiria y Coimbra, avanza hacia municipio de Góis, donde vecinos de varias aldeas han sido evacuados por las autoridades. Góis, situada a 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, es ahora «la zona más peligrosa» dentro del área afectada por el incendio, han asegurado Protección Civil.
El avance de las llamas ha obligado a evacuar la aldea de Cadafaz, en Góis, donde residen casi dos centenares de personas, en tanto que otras poblaciones han sido desalojadas durante la noche «por precaución». Según datos de Protección Civil, unos 712 efectivos terrestres se encuentran en el lugar, entre ellos un grupo de bomberos españoles enviados a la zona para ayudar en las tareas de extinción.
El fuego avanza hoy hacia el municipio de Góis, a unos 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, donde se iniciaron las llamas, y los vecinos de varias aldeas han sido evacuados.
«No sabemos cómo va a evolucionar la situación en Góis, que es un incendio que nos está dando muchas preocupaciones. Estamos haciendo evacuaciones preventivas para proteger a las poblaciones», ha explicado la titular portuguesa de Administración Interna, Constança Urbano de Sousa, quien ha pedido a los vecinos que sigan las indicaciones de las autoridades y «no se resistan» a dejar sus casas.
Portugal pide ayuda a Marruecos
El Gobierno de Lisboa ha pedido este martes ayuda a Marruecos para que ese país envíe medios aéreos que contribuyan a combatir el incendio. «Accionamos una petición de ayuda. Hablé con el ministro del Interior de Marruecos para que nos envíe los medios aéreos posibles, por una razón preventiva», ha dicho Constança Urbano de Sousa, en declaraciones a la prensa desde el lugar de la tragedia.
La ayuda de Marruecos se sumaría a la de España, Francia e Italia, que ya enviaron aviones a la zona afectada a través del mecanismo comunitario de protección civil. España proporcionó en total, también a través de la cooperación bilateral, seis aviones, doscientos militares y veinticinco bomberos.
Supervivientes de la tragedia
Mientras varios habitantes del pueblo de Pobrais morían intentando escapar al fuego por la carretera, la familia Ferreira sobrevivió refugiándose en una pequeña reserva de agua dispuesta a escasos metros de la casa.
La madre, Maria do Céu, ama de casa de 52 años, su marido marino mercante retirado de 68, y sus dos hijas de 37 y 32 años, relataron a la agencia AFP su estado de «terror indescriptible». Pero resistieron al pánico y lograron salvarse en medio del bosque en llamas. Junto a ellos cuatro había otras ocho vecinos que también decidieron meterse en el pilón de agua que frecuentemente se emplea para lavar la ropa. Los 12 vecinos se refugiaron allí del calor de las llamas y del humo y pudieron sobrevivir a uno de los peores incendios de la historia de Portugal.
Pero no son los únicos que han conseguido sobrevivir de esta manera. Tânia Ferreira, técnica forestal residente en Pobrais, ha explicado al diario La Voz de Galicia que metió a su familia en un depósito de agua y, que sumergidos en el agua, lograron escapar de las llamas.
