China impide los homenajes a Liu Xiaobo con arrestos y "viajes forzosos"
Las autoridades chinas están impidiendo la celebración de actos en honor al recientemente fallecido Nobel de la Paz e intelectual Liu Xiaobo, mediante arrestos domiciliarios y «viajes forzosos» de activistas u otras personas que intentan honrar al disidente
Las autoridades chinas están impidiendo la celebración de actos en honor al recientemente fallecido Nobel de la Paz e intelectual Liu Xiaobo, mediante arrestos domiciliarios y «viajes forzosos» de activistas u otras personas que intentan honrar al disidente, han denunciado este miércoles algunos de los afectados a Efe.
Este miércoles se cumple el séptimo día del fallecimiento de Liu según la tradición china, una fecha especial en la que se acostumbra a llevar a cabo algún tipo de conmemoración, pero el gobierno de Pekín ha tomado medidas para prevenir cualquier acto que recuerde al destacado activista defensor de los derechos humanos que falleció de cáncer el pasado jueves mientras se encontraba bajo custodia policial.
El activista Hu Jia, amigo cercano de Liu Xiaobo, ha explicado a Efe que amigos de Shanghái y Dalian, ciudad costera del noreste del país, habían sido llevados a comisaría tras haber publicado mensajes en internet sobre Liu u organizado una ofrenda de flores.
Hu cuenta que las ciudades donde hay mayor vigilancia ahora mismo son Dalian, donde la familia esparció los restos de Liu Xiaobo en el mar tras ser incinerado, y Pekín, después de que la organización Freedom for Liu Xiaobo Action Group instara a honrar al Nobel este miércoles a las 20.00 hora local.
El colectivo propone que los ciudadanos coloquen una silla vacía al lado del mar o de un río, simbolizando la silla que el Comité Nobel dejó vacía el año que concedió el galardón a Liu Xiaobo, entonces en prisión, o encienda una vela en su nombre.
El propio Hu también está sufriendo el control de las autoridades desde hace semanas, justo después de que Liu fuera trasladado de la prisión en la que pasó sus casi últimos nueve años a un hospital por un cáncer de hígado en fase terminal. «Debajo de mi casa hay coches de policía y agentes de paisano (…) Es una manera de intimidarme, pero no me presionan, tan sólo me limitan los movimientos», asegura Hu Jia, quien, encerrado en su vivienda, ha optado por recordar a su amigo encendiendo incienso en un pequeño altar budista.
Otro de los allegados de Liu Xiaobo, el poeta y escritor Ye Du, explicó a Efe que había sido forzado «a viajar» para que se abstenga de acercarse a una zona costera donde despedirse por última vez de su compañero.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, ha declarado en rueda de prensa que «el Gobierno chino y los organismos correspondientes siempre han protegido los derechos legítimos e intereses de nuestros ciudadanos en función de la ley, pero cualquier ciudadano chino debe cumplir la ley«.
En este día especial, muchos también se acuerdan de la viuda del Nobel, Liu Xia, de la que no se sabe nada desde el funeral de su marido el pasado fin de semana.
Sus más cercanos, que siguen sin poder contactar con ella, denuncian que está bajo vigilancia de las autoridades, mientras el régimen insiste en que es libre y asegura que «está protegiendo sus derechos» como ciudadana china. Su vivienda en Pekín, donde no se sabe con certeza si Liu está actualmente, está fuertemente custodiada por varios hombres sin uniforme y un coche de policía, que restringen el acceso al inmueble, según pudo constatar Efe.