Felipe González defiende suspender de sus funciones al Gobierno de Cataluña

Felipe González, presidente del Gobierno entre 1982 y 1996 y ex secretario general del PSOE, ha asegurado este sábado que él hubiera suspendido al Gobierno catalán por vulnerar la Constitución y el Estatuto de Cataluña tras aprobar las leyes de transitoriedad y del referéndum, y que habría tratado de evitar la vía judicial como respuesta.

«Yo hubiera suspendido a los responsables que han violentado la Constitución y el estatuto de autonomía en sus funciones y hubiera tratado de excluir la vía penal y la vía de los jueces», ha dicho González en un encuentro con periodistas en Berlín, donde participa en el 25 aniversario de la muerte del excanciller socialdemócrata alemán, Willy Brandt.

El expresidente socialista, que ha subrayado que hablaba a título personal, ha criticado al Gobierno de Mariano Rajoy por no actuar, y considera que no hay motivos para solicitar una mediación internacional.

Cuando el Gobierno de la Generalitat saltó «por encima de la Constitución y del Estatuto en la forma y en el fondo», Madrid debía haber aplicado el artículo 155 de la Constitución y suspender la autonomía catalana.

Sin querer entrar en detalles ni hacer reproches al Gobierno de Rajoy, González ha lamentado no sentirse «representado» y ha asegurado tener cierto sentimiento de «orfandad», como cree que le sucede a muchos ciudadanos. «No me siento representado. No me obliguen a votar en blanco. En las crisis de Estado yo quiero que me represente el Estado y no lo veo. No lo encuentro. Me produce un sentimiento de soledad. Podría fallarte tu propio partido, pero ese hueco debería llenarlo el Estado», ha comentado.

El expresidente ha añadido que él apoyaría al Gobierno español «si el Gobierno hiciera lo que tiene que hacer» y, en su opinión, el PSOE que lidera Pedro Sánchez, debería apoyar al Gobierno del PP si éste hace «lo que tiene que hacer».

«Me inquieta cuando Rajoy dice: ‘No me obliguen a hacer lo que no quiero hacer‘, porque yo creía que le pagábamos para hacer lo que tiene que hacer«, ha dicho González. A su juicio, debe haber consecuencias para quien «rompe la convivencia», porque tiene que «saber que hay un Estado de Derecho y una democracia que hay que respetar».

González ha dejado claro que no es partidario de una mediación internacional como se ha especulado en los últimos días, a raíz del referéndum del 1 de octubre. «No he oído una sola razón que lo justifique». El ex presidente cree que esta opción de «ruido de cascabeles» que interesa tan sólo a quienes no han respetado «el marco constitucional».

Sobre la actuación de las fuerzas de seguridad, cuya violencia contra los ciudadanos que fueron a votar el 1 de octubre ha sido muy criticada,  ha comentado que «siempre es lamentable que haya heridos«, precisando a continuación que todos los cuerpos estaban actuando como policía judicial.

Ha lamentado también la pasividad de los Mossos, un cuerpo que, en su opinión, había tenido un comportamiento profesional «correcto durante mucho tiempo hasta que se ha contaminado de la política equivocada de los representantes del Gobierno catalán».

González considera «legítimo defender un proyecto independentista» pero «desde las reglas de juego«, pero lo que «no es posible es imponer unilateralmente un proyecto a los demás violentando las reglas básicas de la convivencia democrática».

«El problema de Cataluña se puede resolver desde el respeto a las reglas de juego«, ha añadido el expresidente, que apuesta por hacer primero una «petición formal» al Gobierno catalán para que vuelva a la legalidad y luego abriría un diálogo. «Uno puede querer cambiar la ley, y es legitimo, pero tiene que cambiarla por los procedimientos previstos por la ley»..

González ha destacado también que, más allá de la crisis política, hay una profunda «ruptura de la convivencia en paz de los ciudadanos«, algo que es aún más difícil de recomponer que la situación política, «aunque recuperemos el respeto a la Constitución y al Estatuto de autonomía». «La gente que se siente silenciada es creciente» a causa de la política nacionalista del Gobierno catalán.

Por último, con respecto al jugador del FC Barcelona Gerard Piqué, que ha defendido el «derecho a votar», González ha comentado que le encantaría explicarle que la Federación Española de Fútbol podría decidir unilateralmente cambiar las reglas del juego, pero que entonces quedaría excluida de las competiciones internacionales por no atenerse a las normas pactadas, informa EFE.